Ferias 2021

Buenos «santacolomas» y orejas para Marín en la vuelta de los toros a Gijón

El encierro de La Quinta fue de buen juego en la primera de la Feria de Begoña

GRAF2774. GIJÓN, 13/08/2021.- El diestro Ginés Marín durante la faena a su primer toro en el festejo de la feria taurina de Begoña, con reses de La Quinta, hoy viernes en la plaza de El Bibio, en Gijón. EFE/Paco Paredes
GRAF2774. GIJÓN, 13/08/2021.- El diestro Ginés Marín durante la faena a su primer toro en el festejo de la feria taurina de Begoña, con reses de La Quinta, hoy viernes en la plaza de El Bibio, en Gijón. EFE/Paco ParedesPaco ParedesEFE

El diestro extremeño Ginés Marín, con dos orejas cortadas, y la buena corrida de la ganadería de La Quinta, de encaste Santa Coloma, marcaron la parte positiva de la primera corrida de la feria de Begoña, con la que hoy volvieron los toros a Gijón tras un año de ausencia a causa de la pandemia.

Pero, por encima de las tres orejas que se cortaron, el lote de cuatreños de la divisa cordobesa, lidiado con apenas 23 grados de temperatura mientras España sufre la ola de calor, dio para abstante más de lo que acabó por ver el público asturiano, en tanto que la clase y/o la bravura de cuatro de los ejemplares no terminó de ser apurada por sus matadores.

Ginés Marín fue el triunfador numérico porque a él le cupo en suerte el lote más completo del cárdeno encierro de tierras cordobesas: un fino tercero con calidad y medidas fuerzas y un hondo sexto de larga y rítmica embestida, a los que, en cambio, no terminó de coger el aire.

A uno, porque, entre buenos momentos, como un airoso quite por altaneras y un decidido arranque de faena de rodillas y en los medios, el extremeño no enganchó ni embarcó en el sitio y con el pulso que necesitaba el animal para desarrollar por completo su calidad, aunque, eso sí, amarró el trofeo con un soberbio espadazo en los rubios.

Y al sexto, al que realizó otro buen quite a la verónica, porque solo se entregó y se rompió como merecía tan excelente embestida en una tanda de naturales de largo y templado trazo, casi siempre sin la convicción que luego puso en unas bernadinas finales, de cara a la galería, que sirvieron para que le concedieran, muy benévolamente, esa segunda oreja.

En el lote de Álvaro Lorenzo entró el toro no solo más hondo y serio de la corrida sino también el de bravura más emotiva, pues repitió sus claras arrancadas de manera incansable desde su salida, lo que el toledano aprovechó para desplazarlas con inercia y con más asiento al final que al inicio del trasteo, justo antes de ser prendido, sin mayoeres consecuencias, en un primer intento de estocada.

Con el quinto, que desarrolló un incierto comportamiento pero al que centró y dominó su cuadrilla en una lidia magistral, Lorenzo se mostró más seguro, con un poder más patente hasta terminar de mejorar ese comportamiento del de La Quinta en una larga faena con más mérito que eco en el tendido.

El que abrió plaza fue, con diferencia, el peor de la tarde, por su aburrida falta de raza ante el empeño de Finito de Córdoba, pero el cuarto rompió en la muleta gracias al buen trato que este le dio al abrir la faena con temple, precisión y exigirle más de la cuenta. Gracias a esa buena estrategia pudo el veterano diestro dejar muestras de su honda expresión artística en varias series de derechazos, aunque entreverados entre tandas de menos naturalidad o de más acelerado pulso, pero siempre salpicadas con los detalles de buen gusto que siempre la han caracterizado.

FICHA DEL FESTEJO:

Seis toros de La Quinta, desiguales de cuajo, aunque todos de finas y buenas hechuras. Aunque medidos de raza, dieron buen juego en general en el último tercio, destacando especialmente el segundo por su brava movilidad y el sexto por su clase y recorrido en la embestida.

Finito de Córdoba, de blanco y azabache: media estocada tendida desprendida (silencio); dos pinchazos, pinchazo hondo caído y tres descabellos (ovación tras dos avisos).

Álvaro Lorenzo, de azul prusia y oro: media estocada tendida y estocada desprendida (oreja); estocada trasera desprendida (ovación tras petición y aviso).

Ginés Marín, de verde hoja y oro: buena estocada (oreja); pinchazo y estocada delantera desprendida (oreja).

Entre las cuadrillas destacaron en la brega Antonio Punta y El Puchi, que también saludó en banderillas, al igual que Víctor Cañas y Sergio Aguilar.

Primera corrida de la feria de Begoña, con la plaza cubierta en la mitad del aforo permitido: unos 2.000 espectadores, en tarde fresca y con viento racheado.