El Ayuntamiento de Olot rechaza la cesión de la plaza de toros

La instancia que la Fundación del Toro de Lidia tramitó al ayuntamiento de Olot para la celebración de un festival taurino en la localidad catalana, ya tiene respuesta.

Con unos argumentos muy laxos, el Ayuntamiento de Olot ha desestimado la celebración del festejo. Desde el consistorio, han argumentado un acuerdo plenario de junio de 2004, en el que declaró a Olot “ciudad contraria a las corridas de toros y amiga de los animales"; otro acuerdo de junio de 2016, en el que se adopta el dejar de organizar correbous tras una “consulta popular no referendaria” de la que deducen que la voluntad de la mayoría de la población es que no se realicen espectáculos taurinos, de acuerdo a la consulta popular realizada al amparo de la Ley 10/2014, de consultas populares no referendarias y otras formas de participación ciudadana.

La coletilla final, con la que pretenden zanjar su argumentario es la (supuesta) voluntad reiteradamente expresada y mayoritaria de la ciudad es que no haya espectáculos taurinos ni con toros.

Se utiliza por tanto, de forma interesada a la voluntad política, unos precedentes que no son comparables a la jurisprudencia que ya hay creada con sentencias de los tribunales tal y como recuerda Chapu Apaolaza, portavoz de la Fundación.

«Tenemos a nuestro favor tres sentencias que se antojan claves para la resolución de este conflicto» comenta, haciendo referencia a la sentencia del Tribunal Constitucional en 2016 en respuesta a la prohibición por la que el Parlament dejaba a Cataluña sin corridas de toros. En ella, la mayoría de los magistrados, reconocía el menoscabo de la competencia estatal para preservar el patrimonio común que había llevado a cabo la entidad autonómica. Dicha norma, impedía el desarrollo en Cataluña de un ejercicio de competencia estatal.

El citado Tribunal, se pronunciaba en el mismo sentido ante la Ley 9/2017, de 3 de agosto, de regulación de las corridas de toros y de protección de los animales en las Islas Baleares, aduciendo que dicha ley modificaba la tauromaquia hasta hacerla irreconocible, no pudiéndose modificar sus caracteres esenciales.

La última de las sentencias a las que Apaolaza hace referencia, es a la del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana. En ella, se condenaba al Ayuntamiento de Villena por negarse a autorizar la celebración de un festejo taurino; entendiendo que la prohibición solamente es competencia estatal y que los motivos que sustentan dicha negativa son contrarios a derecho.

Por tanto, la comisión jurídica de la Fundación, ya está trabajando en un recurso contencioso administrativo para conseguir que no se cercene la libertad de los ciudadanos, ya que, tal y como recuerda Chapu Apaolaza «no hemos pedido que el Ayuntamiento organice un festejo, sino que ceda un espacio de propiedad pública para que se le pueda dar uso», recordando que la plaza de toros de Olot es la más antigua de Cataluña, construida en 1859.

«La ópera, la poesía, el teatro... son espectáculos que nadie se imagina que puedan ser prohibidos por una entidad local, pues los toros tampoco, porque están amparados por la ley» concluye.

Ante la pregunta sobre los plazos de este recurso se muestra tajante «no sabemos cuánto va a durar, pero sí sabemos cómo va a terminar; con la celebración de un festejo taurino en Olot».