Enrique Ponce reestrena su web y presenta su cartel homenaje en Nimes

Con motivo del reconocimiento y homenaje a sus 25 años como matador de toros, Enrique Ponce quiso brindar por su aniversario en el Club Allard de Madrid.

El torero, recién aterrizado de México, se sumerge en uno de los meses más taurinos del año, el mes de mayo, con la misma ilusión que su abuelo Leandro le transmitió desde bien pequeño: “Hasta yo mismo me sorprendo por cómo me encuentro, mejor que nunca, tantos años después”.

La pasión que siente el torero de Chiva por su profesión le lleva a disfrutar de una importante temporada marcada en el calendario con numerables compromisos y festejos señalados, en la temporada y en el corazón, como la que el empresario taurino Simón Casas ha organizado en el Coliseo de Nimes para el próximo 24 de mayo. Ese día se celebrará una corrida mixta en la que el valenciano compartirá cartel con el rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza.

Ponce ha logrado, en 25 años, evolucionar en el toreo aunque todavía no ha llegado al final, ya que el espada continúa buscando la perfección. Desde que se inició en la profesión, con tan sólo 9 años, ha cambiado todo, sobre todo su relación con los medios y los aficionados. Ha querido abrirse a ellos a través de las redes sociales y rediseñar su propia página web: “Aunque el mundo del toro mantenga esa aura tradicional, es innegable que hay que adaptarse a los cambios. Hasta hace poco era impensable poder hablar cara a cara con los amantes del toro. Sí lo hacíamos con personas afines, que les transmitíais nuestras hazañas. Parece increíble estar en contacto directo con miles y miles de seguidores que nos ven en la distancia y, a la vez, es una oportunidad única. Ellos pueden conocer de primera mano cómo vivo mi profesión y yo saber sus impresiones y opiniones. Por eso os invito a todos a entrar en mis perfiles de Facebook, Twitter e Instagram», dijo el torero.

A través de la página web que lleva su nombre, www.enriqueponce.com, se podrá seguir el día a día de Enrique Ponce y descubrir el lado más íntimo que posee el torero.