Feria de San Isidro
García Padrós: «Las lesiones nerviosas como la de David Mora requieren mucha prudencia»
El torero de Borox pasó este mediodía a planta después de ser intervenido ayer durante más de cinco horas
«Una operación muy laboriosa que ahora requiere pies de plomo». Así define Máximo García Padrós, cirujano jefe de la plaza de toros de Las Ventas, la intervención de más de cinco horas a la que fue sometido en la tarde noche de ayer el matador de toros David Mora, corneado el pasado 20 de mayo en San Isidro, y que logró con éxito «liberar el nervio crural para corregir la inervación que impedía llegar el impulso nervioso a los músculos».
«He estado esta mañana viéndole y ya ha pasado a planta, le he encontrado bien, con ese mismo buen ánimo que siempre ha tenido desde el momento de la cornada, ahora tiene que empezar de nuevo con la rehabilitación y ver la evolución de los resultados de esta operación, porque en lesiones nerviosas como este caso, hay que ser muy prudente y andar con pies de plomo, con mucha cuatela, durante como mínimo un plazo de seis meses», avanza el doctor García Padrós.
Por este motivo, en su opinión, sigue siendo «muy pronto» para determinar si el diestro de Borox podrá volver a vestirse de luces y, en caso afirmativo, cuándo podrá hacerlo: «Es imposible determinar un diagnóstico concreto, porque se corre el riesgo de precipitarse, en este tipo de casos hay que aguardar a la evolución y tener mucha paciencia.
En este sentido, un factor importante hace concebir esperanzas a García Padrós: el nervio estaba «intacto, no había sección de ningún tipo», según me explicó el equipo que le operó ayer. «En el caso de que estuviera partido, tendrían que haber recurrido a un injerto y todo se habría enmarañado un poco más», comenta sobre una operación en la que se abrió y comprobó el estado del nervio crural desde la ingle hasta el tercio medio de la pierna izquierda de David Mora.
«El nervio crural es el verdadero problema porque es el que acompaña y envuelve tanto a la vena como a la arteria femoral, según las pruebas anteriores a las que se había sometido había una mala función de los músculos de la zona, porque estaban sin fuerza, no había recuperación de la masa muscular y, pese a estar apto para la vida normal, no existe capacidad para realizar un ejercicio físico y, menos, torear», prosigue el cirujano venteño.
Aunque no había sección en el nervio, esa zona de la pierna que afectó la cornada del astado de El Ventorrillo, tras la portagayola de David Mora, sí «dejó una lógica e importante fibrosis en toda la zona, porque los destrozos fueron cuantiosos en la extremidad». Después de realizar la limpieza de la zona se procedió a realizar «una electroestimulación y dos de las cuatro ramas del nervio respondieron al impulso con la normal contracción de los músculos periféricos, que es una excelente señal, pero no hay que echar ya las campanas al vuelo», concluyó el doctor García Padrós.
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