Madrid

Leonardo, un torbellino de puerta grande

El pacense corta cuatro orejas en una importante tarde en Madrid en la que Galán y Ventura no le acompañaron por el mal uso de los aceros

El rejoneador Leonardo Hernández, a su salida ayer a hombros por la Puerta Grande de Las Ventas
El rejoneador Leonardo Hernández, a su salida ayer a hombros por la Puerta Grande de Las Ventaslarazon

El pacense corta cuatro orejas en una importante tarde en Madrid en la que Galán y Ventura no le acompañaron por el mal uso de los aceros

- Las Ventas (Madrid). Decimoquinta de San Isidro. Se lidiaron toros, reglamentariamente despuntados para rejones, de Capea (1º y 5º), Carmen Lorenzo (2º y 4º), de San Pelayo (3º y 6º). El 1º, noble y con buen son; el 2º y 4º, manejables; el 3º, bravo, con codicia y transmisión, gran toro; como el 6º, encastado y con movilidad; el 5º, con bondad.

- Sergio Galán, pinchazo, rejón entero, pie a tierra, descabello (saludos); rejón trasero, pie a tierra, descabello (saludos).

- Diego Ventura, dos pinchazos, rejón entero, pie a tierra, tres descabellos (saludos); pinchazo, rejón trasero y caído, pie a tierra, dos descabellos (saludos).

- Leonardo Hernández, rejón caído y muy trasero (dos orejas); rejonazo (dos orejas).

Como el torbellino que no conoce la calma. Con una espartana tenacidad sin opción de apaciguar el clamor de la masa, Leonardo Hernández volvió a conquistar ayer Madrid. Su garra contagió al tendido desde el primer segundo en una faena al tercero sin fisuras, plagada de emoción y tramos de gran intensidad. Cumbre sobre «Despacio», con el que dejó dos banderillas soberbias. Citó muy en corto. A un metro escaso de las astas. Dando todas las ventajas al toro. Y quebró ceñidísimo. Antes, pegó auténticos muletazos con «Amatista» toreando de costado y se lo dejó llegar muy cerca. Después, vibrante con «Xarope», en un frenético carrusel al violín de cortas. El único lunar, el rejón, trasero y muy caído, pero de efecto fulminante para atar una nueva salida en volandas calle Alcalá arriba.

Por si acaso, también se procuró las dos orejas del sexto. Otro toro de bandera de un notable encierro de la familia Capea. Una labor a más, que creció en el tramo final de nuevo con «Xarope» como pro-tagonista. Más efectista, pero igual de convincente para el público. Ligó las arrancadas del burel con «Sol» en los pasajes más brillantes. Enterró el rejón hasta los gavilanes y su rival rodó sin puntilla. Cuatro orejas, quizás con una del sexto pudo ser suficiente.

Diego Ventura regresó ayer a Las Ventas, ese mismo escenario donde nos regaló una faena antológica que, sin embargo, no fue premiada con la Puerta Grande por la autoridad. Misterios sin resolver. Como el del propio Ventura con los aceros en Madrid. Una docena de Puertas Grandes ya en el esportón, cuántas llevaría sin esos fallos. Sólo pensarlo abruma. Perdió el premio con los aceros en el segundo. Animal manejable, pero algo atacado de kilos, problema que acusó durante su lidia. Pese a ello, el hispano-luso sacó partido gracias a la torería de su gran estrella, «Nazarí», que lo llevó cosido a la grupa ofreciendo siempre el pecho. Una vuelta completa de costado al anillo. El albino «Remate» hizo honor a su nombre en el carrusel de cortas al violín. Pero, una vez más en Madrid, el rejón de muerte mancilló una labor sin mácula. Mismo obstáculo en el quinto, manejable que se vino a menos, al que templó una barbaridad de nuevo sobre «Nazarí». De lado a lado, toreó a dos pistas. Milimétrico. Al violín dejó las cortas con «Remate» para avivar al respetable, pero luego llegó la cruda realidad del rejón. Otra oreja al limbo. Sin Puerta Grande. Lleva 12. Pero la 12+1 deberá esperar. Como mínimo hasta 2017.

Rompió plaza un «murube» de Capea que tuvo nobleza y ritmo en el galope. Lo supo ahormar de salida con «Amuleto». Lo paró en un palmo de terreno. Luego vinieron buenos momentos de rejoneo clásico sobre «Ojeda». Hubo pureza. Para calentar al tendido ya apareció después «Titán», con sus vistosas piruetas en la misma cara de la res. Certero con rejón y descabello, se pidió el trofeo, pero todo quedó en una fuerte ovación. En el cuarto, volvió a gustar por su clasicismo. Rejoneo sobrio, sin alharajas. Los mejores momentos llegaron con el precioso perla «Apolo», que pisó terrenos muy complicados. Elegancia, sin premio, por la suerte suprema. Podrá desquitarse en siete días. Dentro de quince, volverá ese tornado llamado Leonardo Hernández. Ayer fue devastador.

El cartel de hoy

Hoy regresa a Las Ventas Paco Ureña tras la cogida que sufrió la semana pasada en Vic-Fezensac. El diestro, que en su última comparecencia en Madrid cortó una oreja, ha decidido posponer su operación quirúrgica para después de su segundo y último compromiso. La terna estará compuesta por Manuel Jesús «El Cid», que realiza su primer paseíllo, y Fortes, que regresa por última vez en el ciclo de San Isidro. Los toros serán de la ganadería de las Ramblas.