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Paco Ureña: «Mi mente, mi cuerpo y mi alma estaban preparados para triunfar en Madrid»

El diestro murciano cortó una oreja de peso del pasado domingo en Las Ventas

Paco Ureña se cruza a pitón contrario el pasado domingo en Las Ventas
Paco Ureña se cruza a pitón contrario el pasado domingo en Las Ventaslarazon

Hacía siete años que anhelaba pisar el ruedo de Las Ventas como matador de toros. Y el pasado domingo hizo el paseíllo en Madrid para confirmar su doctorado. Un trofeo se llevó en el esportón. Dos se pidieron, uno en cada toro. Ante el sexto, buen ejemplar de Martín Lorca, Paco Ureña dejó naturales de ensueño. Templados, profundos. Como si fueran de salón, en esas tardes en las que el murciano soñaba con cuajar una labor como la del pasado 25 en Las Ventas.

- Tras siete años de espera, llegó el momento de confirmar alternativa.

- Se me hizo muy largo. Han sido años muy duros, de corazón lo digo. Tiempo de esperar, de luchar, de amar a mi profesión más que nunca y de vivir para ella. Pero sabía que cualquier día me iba a recompensar mi profesión y el domingo fue un día muy importante para mí.

- ¿Cómo recuerda esa faena?

- Fue una labor de muchísima entrega. El toro fue respondiendo a medida que la faena iba avanzando. Hubo mucha verdad. Compenetración con el toro.

- Se habla de unos naturales extraordinarios...

- Sí, fueron muy profundos. Pude abandonarme y demostrar que quiero ser torero y abrirme camino.

- Porque entendió la embestida del ejemplar de Martín Lorca.

- Me había preparado cada día para ese momento. Mi mente, mi cuerpo y mi alma estaban listos para torear. Y hay veces que los toreros nos acoplamos más o menos, pero fui con tanta verdad... Toreé como soy como persona y me expresé como torero. Lo más importante es que lo pudieron ver.

- En el sexto llegó el trofeo, pero en el primero ya mostró sus armas.

- La faena del primer toro tuvo mucha importancia para mí. Porque fue un toro noble, al que le costó romper hacia adelante, pero al que le planteé una faena que transmitió al tendido y en la que, sobre todo, hubo reunión. La pena fue que el presidente no concediera la oreja que tanto bien me hubiera hecho.

- ¿Empieza a dar sus frutos ese trofeo en Madrid?

- Han salido algunos compromisos más, pero debe ser todo poquito a poco. Hay que tener mucha paciencia y sé que va a servir porque creo que ha impactado. No lo he visto porque he estado retirado, entrenando y manteniéndome al margen, pero sé que ha sido algo importante. La tarde sirvió y mucho para mi carrera.

- En esa plaza triunfó en las novilladas nocturnas de 2005. ¿Cambia la perspectiva de Las Ventas de novillero a matador?

- La responsabilidad es siempre la misma, pero sí es verdad que con el paso de los años, veo mi situación y es diferente. Ahora todo es más duro. De novillero ves que tienes otra etapa, pero ahora la competencia es mayor.

- Para poder seguir de matador de toros tuvo que cruzar el charco una temporada.

- El año pasado tuve la suerte de que el matador mexicano Alejandro Amaya me brindara la oportunidad de poder estar en América con él. A pesar de ser muy duro estar fuera de mi país, seguí preparándome y toreé algunas corridas de toros.

- ¿Ha pensado alguna vez en tirar la toalla?

- Como todos los toreros que están en mi situación. Miles de veces lo he pensado. He pasado momentos muy duros y, gracias a Dios, he tenido el apoyo de mi familia, de mi novia y de mis amigos, que siempre me decían que siguiera. Y yo lo que he hecho ha sido entregarme al toreo, que es lo más importante de mi vida.

- ¿Se siente recompensado por su profesión con este triunfo en Madrid?

- Sí, me sirvió ver cómo estaba la plaza reconociéndome mi labor. Me siento muy recompensado y feliz por haber podido torear en Madrid. Porque si no toreo no soy nadie.

- ¿Cuál es su objetivo tras cortar esa oreja?

- Mi meta ahora es ser mejor torero y mejor persona cada día. Y poder demostrar a todos que quiero ser torero.

-¿Y si volviera a Madrid?

- Estoy loco por volver a esa plaza. No tengo palabras para agradecer a la plaza, a la empresa, a la afición.... Que me dieran la oportunidad de expresarme y que me acogieran tan bien. Ha sido una sorpresa.