La salud del Rey
«Por el camino cambiamos de hospital y fuimos al más cercano; su estado se agravaba por momentos»
Los médicos que atienden a Juan Luis Silis, que se mantiene «clínica y neurológicamente estable dentro de la gravedad», recuerdan los instantes posteriores a su gravísima cornada
El diestro mexicano Juan Luis Silis se mantiene «clínica y neurológicamente estable dentro de la gravedad» de la terrorífica cornada sufrida ayer en el cuello cuando toreaba de muleta en la plaza de toros de Pachuca en su país. Así, «las próximas 72 horas serán fundamentales en la evolución del torero», según el parte médico facilitado en rueda de prensa esta tarde por los doctores que lo atienden con el cirujano Francisco Chong a la cabeza.
«El pitón no llegó a seccionar la carótida, pero sí lo hizo con la arteria temporal profunda, una arteria colateral de la primera, que fue lo que provocó la fuerte hemorragia sufrida camino de la enfermería», explicó el doctor Chong, que también enumeró las fracturas que sufre el torero en el rostro. «Además de la evidente fractura submaxilar en la mandíbula, también tiene roto el pómulo y otra más en la base del cráneo», comentó al tiempo que desmintió que el globo ocular izquierdo y dicho oído estuvieran afectados.
Un tremendo parte de guerra, que se convierte aún más estremecedor al escuchar el relato de los momentos posteriores a la cornada de extrema gravedad. «Se temió seriamente por su vida; de hecho, se le llevaba a un hospital diferente, pero por el camino, durante el traslado, se tomó la decisión de cambiar al ISSSTE, el centro más cercano, ya que su estado de salud se agravaba por momentos y podía suceder lo peor», recuerda Francisco Chong antes de calificar de «auténtico milagro» que permanezca con vida.
Y es que, por suerte, el pitón del astado sólo tuvo una trayectoria en la cara de Silis, que se encuentra en coma inducido hasta que remita la inflamación del cerebro y la zona afectada. El diestro «mueve las cuatro extremidades» sin ningún tipo de problema y «hoy no presentó ningún sangrado, pese a lo cual sí existe un lógico edema».
Ahora, para los doctores, hay coincidencia en que «el gran riesgo está la posibilidad de que aparezcan infecciones». «En esas 72 horas próximas de las que hablamos y hasta que no salga de la UVI hay que estar alerta, porque pueden surgir esas complicaciones», advirtió sin querer lanzar las campanas al vuelo, pese a la ligera y esperanzadora mejoría del torero.
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