Feria de Valencia
Un gran Varea abre la puerta grande
Ginés Marín se queda a las puertas en un buen final de la Feria de Fallas
Valencia. Última de la Feria de Fallas de este 2015. Se lidiaron toros de la ganadería de El Parralejo, el 2º como sobrero, 1º y 4º, buenos; 2º, repetidor pero bronco en el pase; 3º, noble y muy flojo; 5º, de mucha calidad y fondo justo; 6º, gran novillo. Un quinto de entrada.
Jorge Expósito, de azul y oro, estocada, dos descabellos (saludos); dos pinchazos, estocada atravesada, aviso (saludos).
Ginés Marín, de rosa palo y oro, estocada, aviso, descabello (vuelta); estocada tendida, aviso (dos orejas).
Varea, de grana y oro, media, pinchazo, estocada (saludos); estocada (dos orejas).
El tiempo dio tregua, contra todo pronóstico, y aunque Valencia no parecía todavía Valencia vivimos la última novillada del ciclo fallero con menos altercados. El cartel merecía expectación, por aquello de que se dice, se cuenta. Y es verdad. Es cierto que Varea tiene un concepto fuera de lo común. Tiene clase, un embroque fabuloso y unos personalísimos pases de pecho. De ahí que nos dejara las puertas abiertas al futuro de la Fiesta. El sexto redimió a Varea de la calidad absoluta pero también falta de fuerza que sacó su primero, aunque ya vimos el concepto, que hay muchas y buenas cosas detrás. Después, en el sexto, que se movió y repitió en el engaño con nobleza y franqueza, gran novillo, en el momento que superó el trance de acoplamiento cuajó tandas, sobre todo una, larguísima, poderosa, bonita, con una torería natural que desprendía calidad en cada pase. Con la diestra se encumbró, también en los remates. La espada esta vez no jugó mala pasada y le permitió abrir una Puerta Grande esplendorosa. Meció la capa también para deleitarse. Torero completo. Ginés Marín, el esperado novillero de Olivenza, se quedó a las puertas del triunfo con un trofeo del quinto y una vuelta al ruedo tras petición del anterior. Demostró solvencia y química para añadir la chispa que le faltaba al buen quinto, de calidad. Como fue su toreo, en este caso de manera primordial el natural, los cambió de mano... Esas pequeñas cosas que hacen inmenso el toreo. Se buscó incesantemente con un segundo, que era más bronco en las telas. Y se le negó el trofeo, a pesar de que se han dado muchos baratos. Jorge Expósito arriesgó por concepto, por ganas y por ilusión. Pero en su primero, que fue toro noble y de buen juego, faltó consistencia en la muleta. Se entregó después de jugársela por variados caminos, y logró la reunión pasado el ecuador con ese novillo, noble y repetidor. Un final de fiesta de altos vuelos.
Basta de violencia antitaurina
Bajo este lema y con este grito, cerca de trescientas personas se manifestaron ayer ante la plaza de toros de Valencia. La agresión sufrida hace unos días por una señora a manos de antitaurinos fue la gota que colmó el vaso de los aficionados, que piden medidas urgentes y drásticas para erradicar esta violencia de los contrarios a la fiesta taurina y para que se reconozca su derecho a asistir tranquilamente a presenciar su espectáculo favorito y sin que nadie les agreda ni insulte, informa Paco Delgado.
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