Feria de Valencia

Viaje a ninguna parte

El valenciano David Esteve dio la única vuelta al ruedo con una complicada corrida de Adolfo Martín en la cuarta de la Feria de Fallas. Valencia. Cuarta de la Feria de Fallas. Se lidiaron toros de Adolfo Martín, muy bien presentados, serios y con trapío, pero de juego muy desigual y complicado. El tercero fue el mejor. Un cuarto de entrada.. Antonio Ferrera, de blanco y oro, estocada entera, tres descabellos (silencio); entera, descabello, aviso (silencio).. Eduardo Gallo, de verde botella y oro, pinchazo, entera (ovación); cuatro pinchazos, estocada (silencio).. David Esteve, de malva y azabache, pinchazo, entera, aviso, descabello (vuelta al ruedo); entera (silencio).. De las cuadrillas, destacaron Domingo Sirvo, Javier Rodríguez y el picador Tito Sandoval.

David Esteve remata con un pase de pecho durante su faena al tercero
David Esteve remata con un pase de pecho durante su faena al tercerolarazon

Se esperaba más de la corrida de Adolfo Martín, impecable de presentación. Y más, si cabe, tras ver publicadas las imágenes de los toros que componían el encierro. Serios, astifinos, con trapío y cuajo. Hubo quien recordaba la corrida del ganadero madrileño del pasado año, en la que se lidió uno de los toros más importantes de la pasada temporada, premiado como el mejor de la Feria de Fallas de 2012.

Pero la memoria suele ser flaca, no es menos cierto que en aquella ocasión tampoco el conjunto fue excepcional y salvo aquel «Monería» y otro más, el resto salió flojo y deslucido. No mejoró la proporción este año, al contrario, y de seis, sólo el tercero fue un toro con posibilidades reales y juego notable. Este «Aviador», el primero de los tres que ayer se lidiaron con este nombre, fue el único que levantó el vuelo. Pero su viaje, desgraciadamente, no tuvo un final feliz.

David Esteve se lució al estirarse en las verónicas con que le recibió. Metió el toro los riñones en el peto y se desplazó con tranco y muy buen son en el último tercio, especialmente por el pitón derecho, por el que Esteve se templó en varias tandas jaleadas por el público. Al natural cambió el panorama. El astado ya no daba facilidades, venciéndose y rebañando, por lo que volvió su matador a torear con la derecha hasta completar una faena tan digna como valiente, pero que no supo rematar con el estoque.

Se había esfumado su oportunidad, porque el otro toro que le correspondió, el tercer «Aviador» –el único que fue aplaudido de salida, pese a que todos lucieron una presencia admirable– salió ya barbeando tablas y se puso a la espera enseguida. Obligó al torero valenciano a ser él quien girase en torno al toro en busca de algún muletazo aislado y corrió no poco riesgo para obtener muy poco rédito.

Eduardo Gallo se llevó el segundo premio –menor– de la tarde. Una ovación al acabar con su primero, largo como un mercancías, que se quedó corto y sin recorrido enseguida y con el que anduvo porfión y tesonero. El quinto se puso pronto a la defensiva, empeñándose Gallo en torear bonito en vez de lidiar.

El toro que abrió plaza, muy bien armado, de gran presencia, sin que la gente le hiciese demasiado caso, se arrancó de lejos al caballo hasta dos veces. Y no fue más porque no le dejaron. Pero ahí acabó lo bueno. Se fue enterando poco a poco, recortando y estuvo ya muy pendiente del torero que apenas pudo pasarle de muleta. Con el cuarto, parado y desentendido, con constantes amagos de rajarse, Antonio Ferrera, que banderilleó ayudándose del capote, como hiciera el alicantino Luis Francisco Esplá hace más de treinta años, estuvo movido y precavido en un trasteo larguísimo, hueco y de escaso interés.

El cartel de hoy

Toros de la ganadería de Miura para Rafaelillo, Fernando Robleño y Javier Castaño