Victorino Martín: «Esperamos que ‘‘Cobradiezmos’’ transmita a su descendencia sus virtudes»

El criador habla para LA RAZÓN y explica el estado del toro indultado por Escribano en la Maestranza de Sevilla, que ya se encuentra en la finca y ha recibido las primeras curas.

El miércoles se vivió un día histórico en la Real Maestranza de Sevilla. Una tarde para soñar y recordar, tanto para la legendaria ganadería de Victorino Martín como para todos los aficionados que vibraron con el encierro que lidió, pero más aún con el indulto de Escribano a «Cobradiezmos», nacido en 2011, herrado con el número 37, de pelaje cárdeno y con 562 kg. Momentos como el vivido en el Baratillo engrandecen el toreo y «sirven para mantener el prestigio el primera línea» como afirma Victorino. Larga vida al rey de la dehesa, el toro bravo.

–La tarde del miércoles es para recordar toda la vida. No sólo para Victorino Martín sino para la afición y para la Fiesta. ¿Lo han asimilado ya?

–Sí, bueno, nosotros ni nos volvemos locos cuando las cosas salen mal, ni nos volvemos así cuando salen bien. Lo estamos disfrutando mucho. Fue un día muy importante para todos, en un marco único como es la Real Maestranza de Sevilla y en un momento muy oportuno. En algo tan importante para este país como es la tauromaquia, hay unos insensatos que se atreven a meterse con ella y coaccionar la libertad de gente que disfrutamos y que sólo hacemos una actividad que hemos heredado, un legado histórico, que vivimos por y para él.

–¿Ha soñado con el único «Victorino» indultado en Sevilla?

–Sí, aunque más que soñar, disfruté. Fueron sensaciones muy intensas y cuando ocurren esas cosas, los días así nadie quiere que terminen. Lo más importante es que hemos feliz a mucha gente. Hay que agradecer a todos los aficionados, en general pero sobre todo a los de Sevilla por cómo nos han tratado siempre.

–Desde que salió al ruedo se le comenzaron a ver las buenas condiciones. Además de la bonita presencia que tenía.

–El toro era bonito, ya en el campo destacaba por su belleza, por la armonía y personalidad. Fue muy definido en general, desde que salió y muy completo en todo. Me quedo sobre todo con la profundidad con la que embistió, que fue un sueño y ojalá lo transmita a sus descendientes.

–¿Cómo vivió junto a su hija el idilio entre Escribano y «Cobradiezmos»?

–Con mucha intensidad, nuestra ganadería es algo que se ha hecho con una empresa familiar y el apoyo de varias familias que la han tomado como si fuera suyas. Ha sido algo muy personal, el trunfo es lo que nos ataña a un proyecto común, que es el de criar un toro bravo, encastado, con una afición incondicional. Fue todo muy emocionante.

–Se les vio muy emocionados. Bueno, como a toda la Maestranza... La petición de indulto fue unánime.

–Sí, la petición salió de las entrañas de los aficionados, muy espontáneo.

–Pero en general, ¿con qué se quedaron del encierro lidiado?

A mí, además del cuarto, que un indulto lo eclipsa todo, me gustaron mucho el 2º que toreó Morenito y el 3º que toreó Paco Ureña y le cortó las dos orejas.

–¿Qué le dijo el maestro de la ganadería, su padre Victorino Martín Andrés?

–Estaba encantado, se emocionó mucho. Es la primera cita, mientras que la ganadería está en nuestro poder, que no fue a la plaza por las condiciones del día, que no iban a ser muy buenas, y porque además tiene 87 años. Es la primera vez que no ha asistido a la plaza, pero se emocionó mucho, estaba súper satisfecho. Porque además eso ha servido para que él vea que su obra va a tener continuidad, que trascenderá porque lo ha visto todo más completo, y que nosotros vamos a pelear a muerte por ese magnífico legado que nos ha dejado.

–¿Cómo se encuentra el toro?

–El toro está en el campo, dolorido. Fue una pelea muy dura, tuvo una lidia muy larga. Tiene heridas importantes de los puyazos, que aunque ya están curadas, tenemos esperanza de que lo haga pronto y tenga un final feliz. Lo más importante es que ya ha comido y bebido, aunque tenemos un pequeño problema porque hay una gran petición de las vacas que quieren ya un hijo suyo (risas).

–Cuéntenos, para quienes lo desconozcan, ¿cómo es la vuelta al campo de un toro al que se ha indultado en el ruedo?

–Hay que curarle lo antes posible y nosotros en la plaza no pudimos hacerlo. Tiene que volver cuanto antes a su libertad porque muchas veces el estrés de los corrales es peor que las heridas. Le hemos soltado en un cercado muy próximo a los corrales por si necesitara cualquier cosa.

–¿Cuándo podrá comenzar a padrear?

–Eso depende de su recuperación, pero nosotros solemos echarles a las vacas desde enero a junio. Creemos que este año ya no cubrirá nada, será el año que viene, que esperamos a ver si transmite a su descendencia todas las virtudes que tuvo.

–En resumen, fue una tarde quizá inesperada. ¿Qué se dijeron maestro y ganadero la vuelta al ruedo que dieron?

–Lo típico en esos momentos... ¡Enhorabuena!, ¡Muchas gracias! Y... ¡Qué pelotazo!

–Dejaron una bonita estampa.

–Verdad es que la gente dice que la vuelta al ruedo duró mucho, pero a mí se me hizo cortísima. Vi muchos aficionados de todos lados, de todas partes del mundo y de toda España. También fue muy bonito darla con el mayoral, que llevamos juntos día tras día desde hace muchos años. Hay que compartir los triunfos con ellos, que son con quienes compartes el trabajo todos los días.

–Paco Ureña había desorejado ya a «Galapagueño», otro de los toros que más destacaron. ¿Cómo lo vio desde el punto de vista ganadero?

–Fue una faena muy intensa. Ureña es un torero con una pureza y una verdad tremenda. Una pena lo del sexto.

–Es la única ganadería que ha indultado un toro en Madrid y en Sevilla. Además hacía más de 10 años que no lo hacían en plaza de 1ª. ¿Sienten mayor satisfacción por ello?

–Tampoco es fácil, lo importante es que se van subiendo escalones, se van pasando etapas, consiguiendo hitos y eso es lo que más ayuda. Te reafirma en el camino, te demuestra que vas en buena dirección. También sirve para seguir manteniendo el prestigio en primera línea.

–Y llega en un momento crucial para la Fiesta...

–El secreto es la palabra libertad. En España se ha luchado mucho por conseguirla y no vamos a permitir que unos individuos defensores de la demagogia nos la coarten. Si tenemos que defenderlo con nuestra vida, lo haremos, pero no nos pueden cortar de raíz porque son gente que no saben el significado de la palabra cultura, respeto y democracia. La libertad ha costado mucho para que intenten quitárnosla así.