Sevilla

Vuelta al ruedo para un valiente De Miranda; cornada a Rafael Guerrero

El banderillero recibió una cornada de 15 centímetros de pronóstico "menos grave"

Media verónica de David de Miranda al tercero de la tarde
Media verónica de David de Miranda al tercero de la tardelarazon

La Maestranza (Sevilla). Se lidiaron novillos del Conde de la Maza, el 2º como sobrero, el 2º como sobrero, bien presentados. De poco juego en su conjunto, aunque 3º y 6º resultaron más manejables. Casi media entrada.

Manuel Días Gomes, de turquesa y oro, pinchazo, estocada (saludos); dos pinchazos (silencio). Tomás Angulo, de tabaco y oro, estocada (saludos); pinchazo, aviso, pinchazo, estocada (silencio). David de Miranda, de azul eléctrico y oro, pinchazo, media, estocada casi entera, aviso, descabello (saludos); pinchazo, estocada (vuelta al ruedo).

Parte médico del banderillero Rafael Guerrero: «Herida por asta de toro en la cara anterior del muslo izquierdo que produce corte en colgajo de unos 15 centímetros e interesa planos superficiales». Pronóstico «menos grave».

Novillada más larga que bonita en el coso del Baratillo. Hubo muchas cosas en la tarde de ayer, bien es cierto, pero ninguna de ellas llegó a romper como en tardes anteriores. Agradó especialmente el valor seco de David de Miranda y el temple que supo imprimir toreando al natural. Por ejemplo, en el sexto utrero del Conde la Maza, al que pudo cortar la oreja que buena parte del público solicitó. Un pinchazo previo a la estocada, posiblemente, hizo que se esfumara. No obstante, este onubense apuntó muy buenas maneras. Se queda muy quieto y no rehúye la voltereta. Cuando llega, además, vuelve al mismo lugar. Supo aprovechar la bondad de ambos novillos para sacar lo más lucido de la tarde.

El onubense David de Miranda causó muy buena impresión en su debut con picadores en La Maestranza. Manejó con soltura el capote y arriesgó sin inmutarse en un quite citando de frente con el capote plegado por detrás sin enseñarlo a la res. Tardó en mostrárselo al novillo y cobró una tremenda voltereta que no le impidió repetir la suerte. A la segunda, ya, con más fortuna. Fue el preludio de una buena faena en los medios basada, principalmente, en tandas al natural. Tiró con temple y gusto de este noble animal, que le propinó también otra voltereta en el cierre de la misma. Mostró que tiene valor, aunque esté poco toreado. El que se llevó la cornada fue su banderillero Rafael Guerrero al intentar cerrar al novillo antes de entrar a matar.

Manuel Días Gomes se mostró firme y convencido con el novillo que rompió plaza, que apenas colaboró con los intentos del portugués. Justo de fuerza y acometividad se quedó corto y le buscó en los remates. Planteó faena Días Gomes sin aburrirse a sabiendas de que no había lucimiento por más que rascase. Mejor, con la mano derecha.

El cuarto astado tampoco le ofreció muchas opciones. No porque tuviese excesiva maldad sino todo lo contrario. Resultó sosito de embestida y le costó tanto humillar como emplearse. Lo intentó de nuevo el joven con tandas por ambos pitones, pero sólo pudo exhibir que posee buen corte. Faltó la emoción del toro.

Tomás Angulo sorteó un sobrero del hierro titular por un posible problema en la visión del anunciado. Se empleó con fiereza este segundo bis y planteó complicaciones. Embestidas, encastadas, vibrantes y con aspereza por parte del utrero de sangre Núñez, que supo plantear con ligereza el extremeño. Le tropezó más de la cuenta la muleta por este motivo y cuando consiguió atemperarlo surgieron muletazos más limpios y lucidos. Lástima que siempre fuera un trasteo discontinuo. Certero con la espada, saludó desde el tercio.

Cumplió con más oficio que lucimiento en el capote saludando al quinto. Gustó en un galleo para llevarlo al tercio de varas. Faena meritoria con un utrero del Conde de la Maza de embestidas impetuosas y casi desbordante en el tramo final de faena hasta que se fue apagando. Puso oficio de nuevo y ganas de agradar.