México
Zotoluco sale a hombros en su encerrona
Cortó dos orejas, una al segundo y otra al quinto de la tarde
Eulalio López «Zotoluco» abrió ayer el paseíllo, de catafalco y oro, en solitario en la plaza más grande del mundo y salió de ella a hombros después de cortar dos orejas, una al segundo de la tarde y otra al quinto.
El dicho anuncia que «no hay quinto malo» y lo mejor del festejo lo ofreció el toro de Xajay. Clase y codicia bien administrada por el diestro azteca en una faena ascendente aunque no sobrado de fuerzas. La tardanza en doblar del animal enfrío las peticiones y el premio final quedó en una oreja.
Otra consiguió en el segundo, de Javier Garfias. Fue recibido con un capote brioso por parte del mexicano. En la muleta, el torero le dio la distancia que pedía el burel y fundamentó buenas series culminadas con una buena estocada.
A punto estuvo de sumar más trofeos. El que abrió plaza, gazapón, exigió a Zotoluco, quien mostró sus credenciales y oficio. La petición quedó en saludos. El tercero se dejó con el capote pero paró en seco con la pañosa. Abrevió en el violento cuarto y el sexto también destacó con la capa inicial pero el toro de Fernando de la Mora no dio juego en el último tercio.
En la plaza de toros de México D.F. (México), se lidiaron toros de Marrón, Javier Garfias, Jaral de Peñas, Montecristo, Xajay (premiado con el arrastre lento), y Fernando de la Mora, desiguales de presentación y juego. Zotoluco, como único espada, saludos tras petición, oreja, silencio, silencio, oreja tras aviso y palmas de despedida. Media entrada en los tendidos. El público obligó a saludar al torero mexicano al término del paseíllo.
Mientras, en la plaza de toros de Calkini (estado mexicano de Campeche), se lidiaron toros de Puerta Grande, bien presentados y manejables en términos generales. Arturo Macías, oreja y dos orejas; El Chihuahua, oreja y dos orejas; y El Payo, palmas en ambos. Lleno en los tendidos.
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