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Indra se hace con el cielo de Canadá

Ha firmado un acuerdo con NAV CANADA para evolucionar los sistemas de gestión de tráfico aéreo

Imagen del cierre del acuerdo histórico firmado entre Indra y NAV CANADA
Imagen del cierre del acuerdo histórico firmado entre Indra y NAV CANADAIndra

Indra da un paso de gigante en el mercado norteamericano de tráfico aéreo, uno de los más exigentes y competitivos del mundo, tras la firma esta semana de un acuerdo histórico para evolucionar los sistemas que gestionan el cielo de Canadá, el segundo del planeta por su extensión de más de 18 millones de kilómetros cuadrados.

La tecnológica española es uno de los principales proveedores de sistemas de tráfico aéreo: ha implantado sus sistemas en 180 países, equipado más de 11.000 instalaciones y su tecnología vela por la seguridad de más del 85% de los pasajeros que cada día cogen un avión en el mundo. Una posición de liderazgo que ha sido reconocida en todo el sector del tráfico aéreo y que ahora se ve reforzada con la firma de un acuerdo de enorme trascendencia con NAV Canada. Este hito llega tras meses de arduo trabajo en los que la empresa canadiense ha sometido los sistemas de Indra a una extensa evaluación para comprobar que efectivamente ofrecen la mejor base posible para cubrir sus necesidades de futuro. Superado el examen, ambas empresas han cerrado un acuerdo a diez años que convierte a Indra en socio tecnológico estratégico de NAV Canada.

Tal y como explicó el presidente de Indra, Marc Murtra, «nuestros sistemas mejorarán la predictibilidad de las operaciones y contribuirán a la reducción del impacto medioambiental de la aviación».

Para ello comenzarán desplegando, en primer lugar, un centro que se encargará de gestionar toda la red de navegación aérea del país. Lo equiparán con el sistema de gestión de planes de vuelo de última generación de Indra, una tecnología capaz de calcular con precisión la trayectoria de cada aeronave y de determinar la posición en la que se encontrará en cada momento de la ruta. Este sistema se combinará con el de gestión del flujo de tráfico aéreo (iACM) para espacios aéreos complejos, también desarrollado por Indra, que permite optimizar la evolución del tráfico en horizontes temporales más amplios, asegurando el equilibrio entre demanda de vuelos y la capacidad del espacio aéreo, considerando la situación global de tráfico aéreo y las condiciones meteorológicas previstas. Se da con ello un enfoque mucho más estratégico a la planificación de las operaciones aéreas y se aporta una visión más completa y precisa de cada vuelo en la red global. Se mejora además la coordinación entre los diferentes centros de control implicados en la gestión del espacio aéreo.

Según el presidente y consejero delegado de NAV Canada, Raymond G. Bohn, esto supondrá nada menos que el despliegue «de la siguiente generación de sistemas de gestión del tráfico aéreo en Canadá». Con su implantación, añadió, se dará «un salto generacional en las herramientas con las que cuentan los controladores».

Pero más allá de la dimensión tecnológica y operacional, este acuerdo es especialmente importante por la colaboración transatlántica que abre. Y en este sentido, el presidente de Indra, Marc Murtra, destacó que su rúbrica representa «un paso adelante para compartir conocimiento y tecnología, fomentando nuevos flujos de relaciones, y avanzando hacia una aviación más eficiente». Una colaboración que será especialmente estrecha con los gestores del tráfico aéreo de Reino Unido, NATS, y Noruega, Avinor, que también se apoyan en Indra como socio tecnológico y que asistieron a la firma de este acuerdo con NAV Canada para darle la bienvenida, conscientes de los beneficios que conlleva apostar por sistemas comunes para ordenar el espacio aéreo del Atlántico Norte que todos ellos comparten.

De esta forma, Europa y Norte América trabajarán por primera vez juntas para desarrollar sistemas cada vez más avanzados y desplegarlos de forma más rápida. Se alinean así con las directrices marcadas por la Organización de Aviación Internacional (OACI), la agencia de la ONU encarga de estudiar los problemas de la aviación, que aboga por una gestión del tráfico aéreo cada vez más colaborativa entre países, que permita superar las ineficiencias generadas por la excesiva fragmentación del espacio aéreo en el mundo. Y en este sentido la palabra que los expertos en tráfico aéreo de Indra repiten de forma incansable es «interoperabilidad» para lograr que los sistemas que emplean los países «hablen entre ellos» de forma mucho más fluida y que los vuelos internacionales puedan gestionarse de forma más inteligente, avanzando así hacia una aviación «verde» mucho más sostenible. Un sueño que, tras el acuerdo entre NAV Canada e Indra, está más cerca que nunca.