Choque Sánchez-Iglesias por RTVE

No hay acuerdo sobre el nombre del presidente, el Gobierno quiere a Arsenio Escolar y los morados, que le habían vetado, prefieren a la directora de «Público», Ana Pardo de Vera.

El decreto ley para la renovación de RTVE se impulsó por el Gobierno la pasada semana como una medida para garantizar el pluralismo y la independencia del ente público. Sin embargo, la politización contra la que en teoría se quiere luchar sigue muy viva en los procesos de elección de la nueva dirección de la radiotelevisión pública. Pedro Sánchez y Pablo Iglesias no se ponen de acuerdo en el nombre de la persona que debe presidir la corporación, a pesar de que las reuniones entre ambos grupos no dejan de sucederse y esperaban haber alumbrado ya una propuesta de consenso.

En teoría, el Ejecutivo aspiraba a elegir a un profesional de reconocido prestigio, «inapelable» e «inobjetable». El Gobierno había pensado en Arsenio Escolar –un perfil que filtró a la prensa–, a pesar de contar con la negativa previa de Unidos Podemos, lo que ha generado el enfado de los morados que, a su vez, hicieron pública su apuesta, Ana Pardo de Vera, directora de «Público», pues consideran que el presidente de RTVE debía tener un perfil completamente distinto al de Escolar, más joven y mujer.

En paralelo al conflicto la presidenta del Congreso, Ana Pastor, ya ha convocado una sesión plenaria para el próximo lunes por la tarde para elegir a los seis miembros del Consejo de RTVE que le corresponde nombrar a la Cámara Baja. Fuentes de la Cámara señalan que los nombres de los candidatos deberán registrarse antes de las doce del mediodía del lunes y a las 16 horas empezará la sesión plenaria donde se procederá a una primera votación por papeleta en urna. En esa cita, los consejeros necesitan el respaldo de dos tercios de la Cámara, 234 diputados. En caso de que no se logre ese mínimo, habrá que celebrar una nueva sesión plenaria a las 48 horas, el miércoles día 4 de julio, donde ya bastaría con la mayoría absoluta (176 votos), siempre que sus nombres estén avalados por al menos cuatro grupos parlamentarios.

A la problemática con Podemos se une el conflicto abierto con ERC. Que el PSOE se opusiera el pasado martes a la moción que los republicanos presentaron en el Congreso en favor del «diálogo sin límites» en Cataluña ha hecho que la formación republicana se plantee ahora su apoyo a la renovación de RTVE, si no acepta la plaza en el Consejo que le ofrecieron. Sus nueve votos son imprescindibles para sacarla adelante y pondría en un apuro a Sánchez si finalmente no la avalan.