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Ana Pastor

«Estrecho»: García Ferreras mira a los ojos a los narcos

El director y presentador de «Al rojo vivo» resalta que las nuevas generaciones de traficantes están influidos por los personajes de Netflix y «Breaking Bad».

García Ferreras entrevista a un hombre que cultiva una plantación de hachís en Ketama
García Ferreras entrevista a un hombre que cultiva una plantación de hachís en Ketamalarazon

El director y presentador de «Al rojo vivo» resalta que las nuevas generaciones de traficantes están influidos por los personajes de Netflix y «Breaking Bad».

Le va la marcha, aunque Antonio García Ferreras prefiere decir que «me encanta meterme el líos». El penúltimo, con este periodista nunca existe el último, es «Estrecho», una serie documental de dos entregas sobre el narcotráfico entre Marruecos y España –a ambos países apenas les separan catorce kilómetros de mar– que laSexta emite hoy y mañana a partir de las 22:30 horas. Coproducido por Newtral, la compañía que dirige Ana Pastor, y 93 metros, responsable de «Clandestino», García Ferreras aceptó inmediatamente la propuesta de recorrer la ruta de los narcos desde las plantaciones de hachís en Ketama (Marruecos) hasta su venta en el mercado europeo pasando por los almacenes ilegales dispersos por el Campo de Gibraltar donde se acumula la droga.

«He hecho de todo menos violar», le suelta a bocajarro el jefe de uno de los narcotraficantes a García Ferreras. Otro le dice tajante: «Si un traficante de hachís es el diablo, este país está lleno de diablos». Ambos llevan máscaras y su voz está distorsionada, un recurso que es algo más que una puesta en escena impactante. Como explica García Ferreras: «Aunque conseguimos que confiasen en nosotros nos protegíamos mutuamente. Ellos no mostraban su identidad y, como nosotros tampoco les podíamos identificar físicamente, nos asegurábamos de que si después de la entrevista les robaban o les detenían las fuerzas del orden no pensarían que les habíamos delatado nosotros». El equipo de «Estrecho» tampoco sabía dónde se iban a realizar las entrevistas, ya que les recogían en un coche e iban encapuchados.

El director y presentador de «Al rojo vivo» quiere resaltar el cambio cultural de las nuevas generaciones de narcotraficantes con los que muchos veteranos no están de acuerdo. «Estos últimos tienen sus códigos. Por ejemplo, no enfrentarse ni a la policía ni a la Guardia Civil. El ''modus operandi'' de los jóvenes está muy influido por la serie de Netflix ''Narcos'' y ''Breaking Bad''. Están obsesionados con estas ficciones y copian sus patrones de comportamiento. Tienen muy presentes las figuras de Pablo Escobar y ''El Chapo'' Guzmán».

Delincuentes sin defensa

No solo de las crudas declaraciones de los delincuentes –«ni los apoyamos ni los defendemos», apunta– vive «Estrecho». También se recogen los testimonios de todos los eslabones de la cadena, incluido el trabajo de los miembros de la Guardia Civil. «Son los auténticos héroes, personas que se juegan la vida persiguiendo narcolanchas y que cobran 1.500 euros al mes frente a los pilotos de estas embarcaciones que reciben 20.000 por descarga». También interviene en el programa el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska.

En la producción no se pretende estigmatizar el Campo de Gibraltar. «Están allí estos delincuentes, es evidente, pero también hay muchas personas que se ganan la vida honradamente y que luchan contra ellos». Ana Pastor añadió que la producción intenta «aproximarse a esta realidad».

De más está decir que esta situación está muy lejos de ser la que se vive en Cali, Medellín y Sinaloa, pero sí existe un incremento de la violencia. García Ferreras reclama una especie de plan Marshall para esta zona de nuestro país que sea ambicioso porque «acabar con el narcotráfico no solo depende de las Fuerzas de Seguridad. Hay que prestar dedicación y esfuerzo en crear políticas de empleo eficaces, infraestructuras y, sobre todo, poner el foco en la educación de los jóvenes para que no entren en este mundo».