Cultura

Galicia

Si navegas por el Miño, estas vacaciones no las olvidarás

Sólo déjate llevar...

Como lo bueno suele tener un secreto y los rincones “ocultos” los conocen solamente los expertos y algunos afortunados, hoy la suerte me acompaña. He descubierto parte del paraíso aquí en la tierra. En un espacio de Galicia reservado para los verdaderos enamorados de lo imponente, de lo que se ve y no se cree.

Navegar en el tiempo por las aguas, y surcar la misteriosa soledad del Miño, empujados por un viento de seda, oír y ver en el silencio, adentrarse en la tierra de la fantasía y los prodigios , traspasar las fronteras de un paraíso insólito , entregarse a la visión fascinante de un mundo sumergido: el de los pueblos y árboles que se mantienen orgullosamente erguidos, peregrinar por la escena irreal de un reino perdido, encontrar el espíritu de la belleza preservada por siglos...”

¿Quién no cae atrapado en este trozo de paraíso de la Ribeira Sacra?

Quinta Sacra

La cita es en el puerto de Belesar, rodeado de bancales con viñedos ancestrales. Uno no sabe todavía lo que le espera, pero está a punto de suceder. Llega la capitana, se llama Luisa y te acompaña a su barca. Te subes a la embarcación e inicia el recorrido por las aguas del Miño, el río más largo y caudaloso de Galicia que fue declarado como Reserva de la Biósfera por la UNESCO. La barca navega, llevándote por paisajes increíbles, descubriendo sensaciones nuevas, no quieres que esto acabe, el ruido, el stress, las prisas quedaron atrás, solo quieres seguir navegando porque tus ojos no pueden creer lo que ven. El recorrido se hace corto, porque quieres más, pero esto no se acaba, porque allá, en el fondo, en medio del monte te espera un lugar, A Taraxela, una bodeguita a pie de río en donde te están esperando a ti, con buena comida y buen vino y con un espacio para una siesta de la cual no querrás despertar, parece un sueño, pero no lo es.

El sueño comenzó cuando Luisa Rubines, una mujer que después de recorrer mundo decidió volver a su aldea natal para compartir navegando con su barca, estas aguas secretas que hacen soñar. Pilar su hermana ya me lo decía “tenemos un sueño, y es compartir este lugar mágico que te empuja a sentir la vida, la belleza, la historia y la grandeza de este entorno”. Cuando me lo contaba lo imaginaba, un rincón gallego impresionante, pero la realidad lo superó con creces, las dos hermanas a base de trabajar para realizar sus sueños, han conseguido ofrecer al visitante, una experiencia única.

La Ribeira Sacra es un territorio encantado que atesora la mayor concentración de arte románico de toda Europa. Este territorio lo constituyen doce municipios de la provincia de Lugo y ocho de Orense. Un lugar de privilegio en el que siempre está presente el agua, los bosques, la piedra y el silencio.

El plan perfecto

La idea del viaje es simple pero grandiosa, primero hay que instalarse en una de las casas rurales de la zona, por ejemplo en el Pazo As Casas. Es exactamente la casa que cuando no vives en el campo desearías tener. Llegar e instalarse en el porche, tomar el aperitivo al fresquito mirando el campo, vivir unos días en ese entorno de aldea, es un lujazo.

Aperitivo en el porche.Viaje al Miño
Aperitivo en el porche.Viaje al MiñoAlicia Romay

Aquí es cuando realmente empieza el descanso y el disfrute de desconectar. Nos preparamos para ir a cenar a Chantada a la braseria A Faragulla, picamos unos quesos gallegos para arrancar y así seguimos con el tartar de vaca gallega con su aliño, pasando por un bacalao o una lubina o directamente un chuletón. Estamos de vacaciones, que felicidad. Volvemos a nuestro pazo para pasar una noche en tranquilidad, sin ruidos, en el campo, en la paz.

Al día siguiente, desayuno en el porche como en casa y nos vamos hacia el pueblo de Belesar hasta llegar al club naútico . Arranca la barca, sientes el viento, miras el paisaje, no lo puedes creer.

Según lo cuentan los cronistas de la zona, Galicia estaba en el extremo del imperio romano y era el fin del mundo conocido (Finisterrae) y el Miño era “El río del fin del mundo”, el último gran río antes de adentrarse en el entonces tenebroso océano Atlántico. Cuando vas navegando y descubriendo este imponente paisaje, puedes entender por qué los romanos implantaron aquí parte de su imperio, en donde pensaban que era el fin del mundo.

El Miño
El MiñoQuinta Sacra

Sigues emocionado navegando, no quieres que esto termine, la barca gira a la izquierda y mirando hacia el monte, te das cuenta que allí, en medio de la nada, hay vida, techos de madera y algo especial artesanalmente construido. Lo primero que piensas es en cuánto te apetecería descubrir lo que puede haber allí. Para tu asombro, la barca se acerca a ese punto y la capitana te invita a desembarcar, justo allí. No das crédito, tienen preparado para ti un almuerzo delicioso, con vino fresquito, con productos de la tierra, con un cariño inmenso puesto en cada detalle... la vida es maravillosa.

La simplicidad es lo más grandioso

A Taranxela es eso, una bodeguita en medio de la nada, en medio del todo. Comes, ríes, sueñas. Los sentimientos son encontrados cuando descubres que hay lugares así, un todo en la nada. Y como no puedes ni quieres dejar de disfrutar, cuando el cuerpo te pide descanso, ya en la hamaca o en la tumbona, cierras los ojos, aunque lo que deseas es seguir disfrutando de esto que te parece increíble, el paisaje y el silencio es tan inmenso que quieres verlo, pero el sueño te vence, viajas con la mente por lo azul del Miño, el verde de sus montañas, el sabor gallego en toda su esencia...y en sus gentes.

Los placeres en el Miño
Los placeres en el MiñoQuinta Sacra

Y después despiertas, pero sigues soñando, esto no acaba aquí, la barca te lleva a otro lugar oculto, A FERVENZA DE AUGACAÍDA, una cascada que sus cuarenta metro de altura hacen ruido, creando una piscina natural entre rocas primitivas y un bosque que parece un cuento.

No te quieres ir, la naturaleza te atrapó ya hace horas, pero oscurece. Navegamos de regreso al puerto en donde empezó el día, parece mucho más que uno. Crees que ha sido un cuento.

Adéntrate y conoce

La Ribeira Sacra está plagada de tesoros y de historia. Puedes hacer la Ruta de los Monasterios, una ruta para aprender mucho de lo que esta tierra gallega ha vivido. El Monasterio de Santo Estevo es imponente, también lo es el camino hasta llegar allí. Abrir la ventana de la habitación y escuchar el silencio, es un poema. Pero si no te quieres alejar del Miño, ve al Monasterio de Oseira.

Necesitamos sentir ahora más que nunca esto que ofrece la vida, esta riqueza inmensa, estos rincones que por fortuna existen. Estando en un lugar como este, no se piensa en nada más.