Fauna
Qué hacer si encontramos un animal silvestre con problemas
Una actuación correcta hacia la fauna silvestre en las situaciones delicadas puede salvar la vida a un buen número de animales
No es algo habitual pero sí ocurren momentos en los que, haciendo una excursión por el campo, encontremos a un animal silvestre en apuros. En estos casos, lo creamos o no, nuestra actuación puede ser crucial a la hora de salvar a la criatura y, en muchas ocasiones, de una importancia vital para garantizar la seguridad de otros animales como veremos más adelante. Hoy acudimos al Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de “La Fombera”, en Logroño, para aprender uno a uno los pasos que debemos seguir en cada una de las situaciones posibles.
Qué hacer si el animal tiene problemas de supervivencia
Si encontramos un animal quieto en el suelo, con aparentes dificultades para volar o caminar, lo primero que debemos hacer es alejarnos de él para no asustarlo y observarlo con detenimiento. En muchos casos, los animales fingen estar heridos ante la presencia de los humanos, producto del susto que les provocamos, y no hace falta más que dejarlo tranquilo antes de que se marche por su propio pie.
Tras comprobar que el animal necesita ayuda y se trata de una criatura silvestre (perros, gatos, aves de corral y ganado no entran en esta categoría), resulta útil descubrir la causa de sus lesiones. Pueden ser de lo más variadas. Accidentes de tráfico, tendidos eléctricos, alambradas, heridas de caza.... Por esta razón se debe llamar lo antes posible al 112, para ponernos en contacto con el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre (CRFS) más próximo a nuestra ubicación. Pincha aquí para ver los centros repartidos por todo España. Si es posible, debe esperarse a que aparezca el personal del CRFS o los Guardias Forestales para que recojan al animal, manteniendo una distancia prudente aunque sin perder de vista su localización.
Si no se puede esperar o recoger el animal, lo más práctico sería moverlo con mucho cuidado a un lugar de recogida, aunque por lo habitual se recomienda no tocarlos. Para esto habrá que cuidarse de las garras y los dientes de la criatura, y resulta en extremo útil cogerlos con una toalla o cualquier prenda del estilo (también sirve una caja de cartón si se dispone de una) a ser posible tapándoles los ojos. Y por supuesto no se deben intentar curar las heridas del animal ni ofrecerle de comer, ni siquiera unas migas de pan, ya que esta es la tarea de los especialistas.
Qué hacer si encontramos crías, nidos y madrigueras
Nunca es recomendable acercarse a las crías de ningún animal. En el caso de los pollitos, puede ser que los encontremos sin haber terminado su desarrollo fuera del nido, aunque esto no significa necesariamente un problema. Muchas aves abandonan el nido antes de volar perfectamente y se colocan cerca del nido hasta que pueden valerse por sí mismas, siendo vigilados y alimentados por sus padres. Ocurre con las garzas, rapaces nocturnas y numerosos pájaros que crían en arbustos bajos y en el suelo. Incluso hay polluelos que salen del nido el mismo día que eclosionan y comienzan a alimentarse por sí mismos, como ocurre con los patos y las perdices, aunque lo habitual es que sus padres les acompañen hasta que llegue el momento en que puedan valerse por completo en solitario.
Algunos mamíferos mayores, como los corzos, dejan solas a sus crías durante gran parte del día, volviendo cada cierto tiempo a comprobar su seguridad. Jabalíes y ciervos no dudan en huir ante la presencia de humanos, en ocasiones abandonando a sus crías. Sin embargo será de forma temporal, ya que siempre regresan a ellas cuando consideran que el peligro ha pasado. En estos casos lo mejor es no acercarse a las crías, ni tocarlas o alimentarlas. Los jabalíes pueden volverse en ocasiones muy violentos para protegerlas.
En lo que respecta a los nidos y las madrigueras, está terminantemente prohibido manipularlas de alguna manera. Incluso aquellos que se parecen vacíos, pueden estar en proceso de construcción sin que lo sepamos o puede ser útil para futuras incubaciones. Se trata de una muestra de respeto básico: a nadie le gustaría si le rompiesen su casa.
Qué hacer si encontramos un animal silvestre muerto
Absolutamente todos los animales silvestres mueren en algún momento, ya sea por causas naturales o humanas. Por tanto no es extraño encontrarse con alguno. En estos casos es importante comunicar el hallazgo al 112 o el CRFS más próximo. De esta manera se podrá llevar a cabo un seguimiento de las causas de la muerte, para encontrar posibles zoonosis (sucesos de carácter epidémico en la fauna) tales como la Gripe Aviar en los pájaros o la mixomatosis en los conejos.
Si se trata de un animal atropellado que permanece en la carretera, la mejor solución pasa por no detener el vehículo e intentar retirarlo uno mismo (el peso de un ciervo es considerable), llamar al 112 y dejar que sean ellos quienes se encarguen.
Es muy importante notificar la muerte del animal si se sospecha que ha sido debido al uso de venenos. De esta forma se facilitará la investigación posterior y podrán retirarse los residuos peligrosos.
También es posible que alguna criatura que encontremos muerta esté marcada con anillas metálicas, bandas alares o emisores. Se tratan de animales que forman parte de estudios científicos de seguimiento de fauna (muy habituales en las rapaces y los linces), en cuyo caso resulta muy importante avisar al CRSF o llamar al 112. No deben recogerse las marcas ya que serán los expertos quienes lo hagan.
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