El Casco Histórico, un recorrido por los tesoros de la ciudad de Murcia

Una ruta por el casco histórico de Murcia es la excusa ideal para una escapada a esta ciudad bañada por el río Segura, que nos asegura la contemplación de bellos monumentos y agradables paseos con buen tiempo e interesante gastronomía. Qué mejor manera que comenzar por el Puente de los Peligros, que data del siglo XVIII y nos ofrece bellas vistas panorámicas de la ciudad y del río. Nos adentramos en el casco histórico visitando el Ayuntamiento y la Glorieta de España, con un precioso jardín lleno de coloridas flores mecidas por el sonido de sus fuentes.

A continuación, nos dirigimos al cercano Palacio Episcopal, obra cumbres del patrimonio monumental murciano, con claras influencias del último manierismo italiano y bellos frescos en su interior. Otra joya, esta vez del barroco, es la catedral, en la plaza del Cardenal Belluga, su principal benefactor. Es llamativa la torre-campanario, que con sus 90 metros de altura se convierte en la segunda más alta de España, tras la Giralda de Sevilla. Tomamos la calle Trapería, vía peatonal y comercial más popular de la ciudad mediterránea, y que antaño era ocupada por el gremio de traperos. En ella encontramos el espectacular Real Casino, un edificio de indudable atractivo que contiene un patio de estilo neonazarí que requirió más de 20.000 láminas de pan de oro para su encofrado.

Es hora de hacer una pausa entre tanta belleza y reponer fuerzas. Tras dejar la Plaza de Santo Domingo, con la iglesia del mismo nombre y un centenario ficus, nos dirigimos a The Good Burger (calle Enrique Villar, 15), donde podemos degustar su oferta de hamburguesas gourmet elaboradas en el momento con carne de vacuno de alta calidad y pan de receta patentada. Después, tomamos la Gran Vía de Alfonso X, donde se encuentra el Museo de Santa Clara, un antiguo palacio de emires musulmanes que nos ofrece una gran colección de arqueología andalusí, conserva una de las albercas más antiguas de España y acoge a la comunidad clarisa en el convento adyacente. Muy cercano el Teatro Romea, que data del siglo XIX y fue reconstruido tras sufrir dos incendios, nos brinda la ocasión de admirar su fachada rosa. Las vecinas calles de Platería y Jabonería, cuyos nombres nos rememoran otros gremios del pasado de la ciudad, nos proponen un recorrido por interesantes comercios. Además, Murcia tiene otros excepcionales museos, como el Museo Arqueológico o los dedicados a las obras de dos ilustres artistas de la tierra: Ramón Gayá y Salzillo.

Tras esta intensa jornada el visitante bien se merece cenar en 100 Montaditos, con dos establecimientos en la ciudad (Plaza Santo Domingo, 15 y Avenida Juan Carlos I,19), una amplia variedad de bocatines y un animado y desenfadado ambiente.