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En coche por el suroeste de Inglaterra: Salisbury, Stonehenge, Bath y, cómo no, los Costwolds

Más allá de las dificultades que puede conllevar conducir por la izquierda, recorrer la campiña inglesa en coche es una auténtica experiencia para los sentidos.

Paseo a caballo por los Costwolds
Paseo a caballo por los CostwoldsA.L.S.

Los Costwolds es una de las zonas más pintorescas de Inglaterra. Pueblecitos llenos de encanto, arquitectura rural, pequeñas iglesias, paisajes de ensueño... Sin embargo, no queríamos desaprovecha el viaje visitando solo dicha zona, por lo que planificamos una ruta circular partiendo hacia el sur de Londres haciendo un recorrido en el sentido de las agujas del reloj hasta regresar de nuevo a la capital británica.

Y aunque no llegamos al mar (no era nuestro objetivo), no podíamos dejar la oportunidad de visitar lugares imprescindibles como Salisbury, Stonehedge, Winchester, Bath, Bristol, Wells o Gloucester.

Salisbury

Así que, tras una estancia en Londres, que daría para otro reportaje, salimos el primer día en dirección a Salisbury, cuya catedral, por sí misma, justifica el viaje. Uno de los primeros ejemplos del gótico inglés, de hecho, el estilo estaba viendo aún en pleno desarrollo, su construcción comienzo en 1220 en un solar donde no había restos de otras obras, como sucede en otros templos que se levantan sobre iglesias románicas.

Catedral de Salisbury
Catedral de SalisburyA.L.S.

La obra, obra de Elías de Dereham, fue terminado en 1266, 46 años después de que se colocara la primera piedra. Construida en estilo inglés, no tiene una portada demasiado espectacular pero el resto del templo y el interior es una de las obras cumbre del gótico inglés, destacando la torre del crucero, que, según los ingleses, es la torre más bella de toda Europa.

Cabe destacar también el claustro, creado para albergar la comunidad monástica que administraba el edificio, y, sobre todo, la sala capitular, de planta octogonal, con una bóveda radiada sustentada por un pilar único en el centro, en cuyo interior se guarda la Carta Magna, primera carta de derechos dada a sí mismos por los ingleses y que sirvió de inspiración para la propia Constitución de Estados Unidos.

El resto de Salisbury, ciudad que habría inspirado la villa en la que transcurre la mundialmente famosa novela “Los pilares de la Tierra”, también merece una visita. Su centro histórico se recorre fácilmente caminando, con sus calles llenas de casas típicas inglesas de entramado de madera, la plaza del mercado sus iglesias, los alrededores de la catedral llenos de mansiones con encanto, sus ríos, canales y puentes... Y podéis visitar, cómo no, alguno de sus preciosos y antiguos pubs donde comer o, simplemente, beber una pinta.

Stonehenge

Salisbury es, además de uno de los lugares más destacados de la zona de Wiltshire, un buen punto de partida para visitar Stonehenge, de la que la separan apenas unos pocos kilómetros. Se trata, quizás, del monumento prehistórico más famoso del mundo. Se construyó en varias etapas: el primer monumento fue levantado hace unos 5.000 años, y el singular círculo de piedra se erigió a finales del Neolítico, alrededor del 2500 a.C. A principios de la Edad del Bronce se construyeron muchos túmulos en las cercanías. Hoy en día, junto con Avebury, Stonehenge forma el corazón de un sitio declarado Patrimonio de la Humanidad, con una concentración única de monumentos prehistóricos.

Stonehenge
StonehengeA.L.S.

Conviene reservar para asegurarnos la visita y, aunque suele haber bastante gente, el centro de recepción de visitantes está bastante bien organizado y, tras dejar el coche en el aparcamiento, desde allí nos trasladarán en autobús al monumento, aunque también se puede ir caminando unos 30 minutos.

El lugar, sin duda, transmite magia y por más que lo hayamos visto en multitud de ocasiones en fotografías y vídeos, tenerlo delante es una experiencia inolvidable que nos da idea de nuestra pequeñez y de cómo eran nuestros antepasados.

Desde Stonehenge (si vas por la mañana comer en su autoservicio es una buena opción para continuar por la tarde visitando cosas) nosotros visitamos el castillo de Highclere, una mansión de campo victoriana de estilo Isabelino, con un parque de 2.000 hectáreas famoso, fundamentalmente, porque aquí se rodó la serie británica “Dowtown Abbey". Si no se es fan de la serie quizás pierda encanto, pero, en cualquier caso, visitar la mansión, la más grande de la zona, merece la pena, así como pasear por sus alrededores o tomar el té con pastas al aire libre, como un auténtico lord inglés.

Castillo de Highclere, donde se rodó la serie Downtown Abbey
Castillo de Highclere, donde se rodó la serie Downtown AbbeyA.L.S.

Winchester

Tras visitar el castillo, aun nos quedó tiempo para llegar hasta Winchester, considerada como una de las ciudades inglesas más típicas. Fue la antigua capital de Inglaterra y destaca por su impresionante catedral y un centro histórico que bien merece una visita relajada y tranquila.

Además de varios museos de temático militar bastante interesantes, merece la pena pasear su calle principal, High Street, una calle comercial pero llena de encanto, con viejos edificios de madera o la Winchester Buttercross, un monumento en forma de cruz que data del siglo XIV, al lado del cual estuvo el palacio del rey Guillermo el Conquistador.

Al final de la calle hay una estatua del rey Alfredo el Grande y, tras el río, encontramos el City Mill, un ejemplo de molino de maíz que se usaba en el pueblo que cuenta con más de 1.000 años de historia, siendo uno de los más antiguos de Reino Unido.

Sin embargo, lo que más destaca de Winchester es su catedral, en un estilo similar a la de Salisbury, aunque sin la majestuosidad de la torre, y que es la de mayor longitud del mundo de estilo gótico. Todo su interior es una belleza y, además, tiene el aliciente, de que aquí está enterrada Jane Austen, la renombrada escritora inglesa que pasó en el condado de Hampshire la mayor parte de su vida.

Catedral de Winchester
Catedral de WinchesterA.L.S.

Para saber los horarios para las diferentes partes de la catedral lo mejor es consultar la página web.

Bath y Bristol

Al día siguiente iniciamos camino hacia Bath, una de las ciudades que más me sorprendió por su belleza, majestuosidad, ambiente y, por supuesto, su catedral y sus baños romanos, algo que me sigue pareciendo exótico tratándose de Reino Unido.

Una de las mejores opciones para tener una perspectiva completa de la ciudad antes de visitar en detalle es tomar uno de sus autobuses turísticos, nosotros lo hicimos con Toot Bus, y recorrerla cómodamente sentados viendo, desde la altura de su piso superior sus casas palaciegas, sus aristocráticas calles de su época de esplendor como destino de “vacaciones” de la nobleza de la época.

Por supuesto, lo primero que hay que visitar en detalle son sus baños romanos, ligados a sus manantiales de agua caliente. Los romanos fundaron a su alrededor esta ciudad, Aquae Sulis. Aun se puede visitar la gran piscina termal de los baños romanos de Bath, alrededor de la cual es posible ver los restos del frigidarium, caldarium y tepidarium, además de numerosas piezas de la época en un museo muy interesante.

Baños árabes de Bath y, detrás, la catedral
Baños árabes de Bath y, detrás, la catedralA.L.S.

Justo al lado de los baños se levanta la majestuosa abadía, una impresionante iglesia en estilo gótico inglés, con sus bóvedas de abanico tan típicas en la arquitectura inglesa de esta época y que forman unos conjuntos preciosos allí donde su juntan las columnas. Qué decir también de las vidrieras.

Pero no acaban aquí las sorpresas de Bath. Merece la pena visitar dos de los mejores ejemplos de la arquitectura georgiana de la zona, el Royal Crescent y The Circus. El primero es un grandioso edificio de más de 150 metros de longitud en forma de semicírculo que alberga un conjunto de viviendas pareadas (denominadas en inglés, terraced house). Fue construido en el siglo XVIII y supone una de las obras más destacadas de la arquitectura georgiana.

En esta época de apogeo de la ciudad, los arquitectos John Wood, padre e hijo, crearon nuevos barrios en la ciudad con calles y plazas con idénticas fachadas que dan una impresión de escala palaciega y decoración clásica.

Si el Royal Crescent es obra de John Wood hijo, su padre es el autor del conocido como círculo, un conjunto de edificios palaciegos con fachadas formando un círculo perfecto en torno a una plaza, solo cortado por las tres calles radiales que la cruzan.

Puente de Pulteney, en Bath
Puente de Pulteney, en BathA.L.S.

No podemos dejar Bath sin pasear antes por sus calles llenas de ambiente, visitar el puente Pulteney , terminado en 1774 e inspirado en el Ponte Vecchio de Florencia, con sus tiendas; ver desde aquí la perspectiva de Great Pulteney Street, la calle más ancha de la ciudad de estilo victoriano, o, por qué no, tomarse una pinta cenando en Sally Lunn's, la casa más antigua de la ciudad, datada en 1482, en North Parade Passage, y lugar de nacimiento del manjar local conocido como panecillo Sally Lunn.

Tras pasar dos noches en Bath emprendimos camino a la cercana Bristol, famosa por el arte urbano que decora sus calles, con Bansky y su obra como gran protagonista. Oriundo de la ciudad, aquí están algunas de sus primeras obras y otras más recientes. Destacan los conocidos como Mild Mild West, Well Hung Lover y The Girl With Pearl Earring. Si quieres hacer un recorrido más exhaustivo pregunta en la oficina de turismo, donde te darán más detalles.

En cualquier caso, lo primero que hacer, quizás, sería visitar su preciosa catedral gótica, fundada en 1140 como abadía de San Agustín, y recorrer el casco antiguo de la ciudad. Es destacable también la iglesia de Saint Marie Redcliffe, también de estilo gótico, dar una vuelta por Queen Square, una plaza ajardinada rodeada de casa georgianas, el mercado de Saint Nicholas, el más antiguo y animado de la ciudad, dar un paseo por la animada zona del puerto o ver, al menos desde fuera, el impresionante edificio del Bristol Museum & Arts Gallery.

Y, si nos da tiempo, merece la pena acercarse hasta el puente colgante de Clifton, con sus más de 200 metros de longitud y 75 de altura, construido en piedra hace 150 años para unir el barrio de Clifton con Leigh Woods, cruzando el desfiladero y el río Avon. Llaman la atención las dos torres en cada uno de sus extremos, de 26 metros de altura. Cabe recordar que, según dicen, aquí se realizó el primer salto de puenting del mundo, en 1979.

Si no tenemos mucho tiempo, la opción del autobús turístico es una gran idea, teniendo en cuenta que Bristol es una ciudad grande y las distancias pueden llegar a ser grandes dependiendo lo que queramos ver.

Camino a los Costwolds

Y desde Bristol, ahora sí, tomamos camino a los Costwolds, para muchos, una de las zonas más bellas de Inglaterra. Caracterizada por sus ondulantes y suaves colinas, llamadas “wolds”, esta región ocupa parte de cinco condados ingleses: Gloucestershire, Oxfordshire, Warwickshire, Wiltshire y Worcestershire. Evidentemente, estamos ante un área enorme y es imposible visitarlo todo, aparte de que no todos los pueblos merecen una visita detallada. No es menos cierto, que son muchos los que sí son recomendables, así que en muchos casos habrá que elegir si no da tiempo a verlos todos. Lo ideal es estar al menos tres días en la zona, aunque todo el tiempo del que se disponga será poco.

Nosotros aquí te vamos a recomendar 15 lugares, pero lo mejor es que te crees tus propias rutas y te dejes llevar, pues solo por disfrutar de los bellos paisajes ya merece la pena perderse por sus carreteras. Como veníamos desde el sur, desde Bristol, hizo el recorrido de sur a norte, así que te los vamos a ir desgranando en este orden, de sur a norte, y no en cuanto a más o menos belleza, pues para gustos los colores.

  • Castle Combe, a unos 35 kilómetros de Bristol (algo menos de 45 minutos si no hay mucho tráfico) es, para muchos, el pueblo más bello, no solo de los Costwolds, sino de toda Inglaterra. En realidad son apenas dos calles en torno a una pequeña plaza en la que aún podemos ver el diminuto espacio para el mercado, del siglo XIV. Allí también está la iglesia de St. Andrew con su torre medieval y un pequeño cementerio. Calle abajo llegamos a un pequeño puente de piedra, quizás el sitio más fotografiado del pueblo. Puedes, por completar la experiencia comprar un café o algo de bollería en algunas casas que los venden, hechos por los propios vecinos. Si llegas en coche, lo mejor es dejar el coche en un aparcamiento que hay a la entrada del pueblo y, aunque tienes 10 minutos andando, entrar en el centro puede llegar a ser complicado.
    Calle principal en Castle Combe, en los Costwolds
    Calle principal en Castle Combe, en los CostwoldsA.L.S.
  • Abadía de Lacock. No es de los lugares que suelen incluirse en las listas de pueblos más bellos de los Costwolds, sin embargo, el propietario de la villa es la National Trust, también conocida como Fundación Nacional para los Lugares de Interés Histórico o de Belleza Natural desde 1944, lo cual da idea de su relevancia. Además de las numerosas casas típicamente inglesas encaladas en blanca y las tradicionales vigas de madera, llama la atención su abadía. Además, si como era nuestro caso, buscas escenarios de la saga de Harry Potter, aquí encontramos con diferentes escenarios que aparecieron en las películas. También se han podido ver sus calles en "Orgullo y Perjuicio”, "Downton Abby”, "Moll Flanders” y muchas más.
  • Bibury. Considerado también, como el anterior, como uno de los pueblos más bonitos de Inglaterra, puede presumir de su calle Arlington Row, una de las más fotografiadas del país y que hemos podido ver en multitud de películas.
  • Tetbury. Ubicado en un antiguo castro, fue un importante punto de mercado de lana e hilo durante los siglos XVII y XVIII. Los dueños de estos negocios construyeron estas casas que hoy en día se dejan ver tal y como lucían hace 400 años y por eso a Tetbury se le considera una joya arquitectónica.
    Edificio en cuyos bajos se celebraba el mercado en Tetbury
    Edificio en cuyos bajos se celebraba el mercado en TetburyA.L.S.
  • Burford. Aunque no aparece siempre en la lista de pueblos más bonitos, creo que merece la pena la visita. Si dejas el coche en uno de los aparcamientos gratuitos situados a las afueras, lo mejor es recorrerlo paseando. High Street es la calle principal, llena de tiendas con una estética muy medieval, pero lo mejor es perderse por entre los callejones que la cruzan y trasladarnos en el tiempo. Caminando hacia la parte alta de la ciudad llegamos a The Hill, quizás la parte más bonita, con sus casas familiares.
  • Bourton-on-the-water. Nosotros establecimos aquí nuestra base, más o menos en el centro del itinerario, en un agradable Bed & Breakfast. Se trata de uno de los pueblos más pintorescos, con sus canales y puentes por todas partes. Está atravesado por un pequeño río, el Windrush, donde no son pocos los que se atreven a meterse (el agua apenas llega a las rodillas) si el calor aprieta. Numerosos restaurantes y tiendas jalonan la calle principal.
    Uno de los canales en Bourton-on-the-water
    Uno de los canales en Bourton-on-the-waterA.L.S.
  • Lower Slaughter. Muy cerca de Bourton-on-the-water, pero alejados de la carretera principal, encontramos este hermosísimo pueblo al borde del río, repleto de típicas casas rurales inglesas, una bella iglesia, puentes de piedra... Un paisaje de auténtica postal (o instagrameable para los milenials).
    Casa típica junto a uno de los canales en Lower Slaughter
    Casa típica junto a uno de los canales en Lower SlaughterA.L.S.
  • Upper Slaughter. El “hermano menor” del pueblo anterior, quizás con menos encanto pero igual de recomendable y menos masificado normalmente que los anteriores. Excursiones a caballo, paseos por la campiña... Todo en la zona nos sumerge en la Inglaterra más auténtica.
  • Stow-on-the-Wold. Por su posición geográfica, un cruce de caminos en la zona con una hermosa plaza muy concurrida, bellos edificios de piedra, muchas galerías de arte, una bonita iglesia con su cementerio, como es tan habitual en la zona y muchos cafés y teterías donde probar la bollería de la zona, incluido el típico scone de mantequilla. El conjunto queda estropeado por los coches, que están por todas partes (no solo aquí, sino en general en todos los Costwolds).
  • Moreton-in-Marsh. Quizás muchos no incluirían este pueblo entre los más bellos, pero su calle principal, atravesada por la carretera, está bordeado de multitud de casas y mansiones muy interesantes, tiendas de segunda mano, lugares donde comprar manjares de la zona y muchos pubs donde hacer algo tan español como el aperitivo. Muy buena la cerveza pero también la sidra, muy habitual en la zona, aunque no sea de fabricación local.
  • Chipping Campden. Como ya hemos dicho, en los Costwolds no hay restricción alguna para los coches y su bella calle principal está plagado de ellos. Aún así, merece la pena recorrer dicha calle, una de las más bonitas de Inglaterra por el conjunto de sus edificios, muchos de ellos convertidos en restaurantes y tiendas. En una de ellas compramos varios productos típicos de la zona, como mermelada o chocolate, muy recomendables.
    Calle principal en Chipping Campden
    Calle principal en Chipping CampdenA.L.S.
  • Broadway. Aunque quizás lo más famoso de esta pequeña villa sea la torre situada a las afueras, en medio de un increible paraje con ciervos incluidos que se puede visitar (un poco caro, como casi todo en la zona), el pueblo merece también una visita tranquila.
    Torreón en Broadway, con ciervos en el parque que lo rodea, en primer plano
    Torreón en Broadway, con ciervos en el parque que lo rodea, en primer planoA.L.S.
  • Snowshill. Muy cerca de este último, entre hermosas colinas de un verdor intenso incluso en pleno mes de agosto, y zonas arboladas, encontramos este pequeño pueblo, un poco apartado de todo, que se ha hecho famoso, entre otras cosas, por su típica cabina roja de teléfonos junto a la iglesia y un banco de madera, que se ha convertido en una de las fotos más repetidas de la zona. En cualquier caso, hay que visitarlo más allá de la cabina.
  • Y aunque no son propiamente pueblecitos, pues se trata de ciudades, no podemos dejar de recomendar Cirencester, la romana Corinium, que fue la ciudad más grande de Inglaterra después de Londres, cuando se fundó en el s. I y hoy está considerada la capital de los Cotswolds: merece la pena recorrer paseando su casco histórico: Sheep Street, Castle Street, Park Street o Market Place son los puntos que no te debes perder.
  • Gloucester. Al oeste de la ruta, un poco fuera de la ruta principal de los Costwolds, encontramos esta ciudad, cuya catedral gótica es una joya y que por sí sola merece la pena acercarse a visitarla. Se trata de un edificio con más de 1.300 años de antigüedad y si es hermosa por fuera, por dentro es alucinante, especialmente sus vidrieras, sus cúpulas de abanico y, por supuesto, su increíble claustro en el que, además, se rodaron varias películas de Harry Potter. Como casi todo en Inglaterra, cierra pronto y no son muy amable que digamos si llegas justo de tiempo. El resto de la ciudad merece una visita rápida, pero no es nada del otro mundo, aunque la zona del antiguo puerto es bastante chula.
    Catedral de Gloucester
    Catedral de GloucesterA.L.S.

Nuestro viaje continuó un poco más. Había que volver a Londres y, estando tan cerca de Oxford, cómo no acercamos y visitar una de las ciudades más hermosas de Inglaterra, para terminar nuestra ruta en Cambridge, otra maravilla que no nos podíamos perder, aunque eso será otro historia.