Nobleza, templanza, clase y orgullo son los valores que empapan cada espacio del encantador y entrañable hotel Conde de la Corte

El Hotel Conde de la Corte es un Palacio que data del siglo XIX, año 1840. Se trata de la antigua residencia de Don Agustín Mendoza y Montero, Conde de la Corte, poseedor de la ganadería del mismo nombre. Está situado en el centro histórico de la emblemática y señorial ciudad de Zafra, conocida como Sevilla "la Chica", por su parecido con la capital andaluza, situándose al sur de la provincia de Badajoz (Extremadura).

Este establecimiento dispone de 15 habitaciones tipo junior-suite, estándar y suite. Todas por puro placer. Sus baños, sus camas, sus acabados o sus detalles son un sueño, haciendo de cada visita una estancia muy especial. Una exquisita calidad del servicio y un trato excepcional y personalizado, hacen que la estancia se convierta en una experiencia inolvidable, un verdadero deleite para los sentidos.

El Hotel Conde de la Corte cuenta con ocho habitaciones con la denominación de gran clase, una suite y seis estándar, situadas en la segunda planta del Palacio y con todo el sabor y tradición torera de una afición que se plasma en cada detalle. Generosas en espacio, emanan un estilo clásico y palaciego. De inspiración taurina, sus habitaciones llevan los nombres de las mejores ganaderías como Mihura y Vitorino. Cada rincón está lleno de nobleza, templanza, clase y orgullo, valores que empapan cada espacio de este encantador y entrañable hotel. Tapicerías de gran porte al más puro estilo inglés y de gran caída vistiendo camas y ventanas, y baños amplios y con techos altos, son un derroche de color y originalidad. Toques diferentes y curiosos como la ducha que simula una jaula de pájaros del siglo XIX.

El salón-biblioteca es una de las zonas con más encanto de este hotel. La chimenea la hace aún más especial. Es el sitio ideal para introducirse en una deliciosa y reposada lectura. Sólo hay que abrir sus amplios ventanales para deleitarse con el sonido del agua de la fuente al caer, mientras se disfruta de cada página, de cada palabra, de cada letra.

En el Hotel Conde de la Corte se puede disfrutar de un delicioso desayuno en cualquier época del año. Durante el frío invierno se sirve en su comedor, cálido y acogedor. Una forma de recordar cómo, en el siglo pasado, Don Agustín María de Mendoza y Montero de Espinosa, VI Conde de la Corte, se sentaba en torno a la mesa principal del comedor con algo para matar el hambre y una copa de vino. Con la llegada del calor, se puede disfrutar de este exquisito desayuno al aire libre en el patio ajardinado. A modo de buffet, se puede saborear y degustar un delicioso zumo de naranja natural, tostadas con pan auténtico de pueblo, fruta del tiempo cuidadosamente seleccionada, dulces caseros, jamón y unos estupendos y ricos quesos de temporada.

Los clientes pueden disfrutar de un encantador patio, zambulléndose en su piscina de aguas cristalinas y pasear por su cuidado y precioso jardín. Ideal para celebrar eventos teniendo la posibilidad de alquiler íntegro del hotel.Un entorno con encanto en el que proponen múltiples y variadas actividades: masajes, rutas en bicicleta (disponen de unas coquetas bicis de paseo), catas de vino con visita a bodega, rutas y paseos por senderos naturales, inmersión lingüística, visitas programadas a parajes naturales y lugares de interés cultural.

El Hotel Conde de la Corte se sitúa en el casco histórico de Zafra, justo en la Plaza del ayuntamiento. Desde diversos puntos en altura se vislumbran los tejados de Zafra, la campiña circundante y, en primer plano, las almenas del que era el palacio de los duques de Feria. Desde este punto se puede iniciar una ruta por la ciudad para ver lo más destacado. Zafra es una de las ciudades de mayor renombre de Extremadura. Su situación al sur de la región, al borde de la vieja calzada romana de la Plata (N-630), entre Andalucía, Castilla La Mancha y el Alentejo, ha convertido a la ciudad en un inevitable punto de referencia para el descanso y alojamiento. Cuenta con un casco histórico de una inmensa monumentalidad, que no deja a nadie indiferente. Es famosa por la calidad y la belleza de sus muestras artísticas. Además, la condición de la ciudad como centro ferial desde el medievo ha permitido que se conozca internacionalmente.