Testimonio
Estas son algunas de las cosas que no se ven en los cruceros: así es la vida de los trabajadores a bordo
Una creadora de contenido explica que muchos trabajadores tienen "cuadros de depresión, estrés y ansiedad" a bordo
Muchos pueden pensar que la mejor forma de vivir viajando es ser azafata de vuelos. Sin embargo, hay que pasar unos cursos establecidos por cada compañía por lo que no es algo inmediato. No obstante, hay otra manera de trabajar mientras viajas al que muchos pueden optar y en el que, dependiendo del puesto, no piden ningún requisito especial: los cruceros.
En los cruceros siempre se necesita mucho personal: camareros, equipo de seguridad, personal de limpieza o recepcionistas, entre otros. Para muchos de ellos no exigen ningún tipo de estudio previo ni experiencia, por lo que es una muy buena manera de conseguir dinero mientras se viaja. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. Así lo ha contado Macarena, una joven que trabaja en una compañía de cruceros.
"La vida a bordo es dura": así es el testimonio de una joven que trabaja en cruceros
Después de varias entrevistas en inglés y una prueba escrita, Macarena accedió a trabajar en una importante compañía de cruceros. Ella vivía en Chile y el crucero salía de Grecia, por lo que la empresa le pagó los vuelos y una noche de hotel. Una vez en el barco, le enseñan su camarote que ella define como "una habitación compartida de un metro". En el mismo vídeo añade que debe "comprar los uniformes".
Después de estar trabajando todo el verano a bordo, la creadora de contenido ya conocía su rutina y las obligaciones de su puesto. Para empezar, todos los días debe llevar puesto su uniforme dado que trabaja sin descanso, de lunes a domingo, durante diez horas al día. Aunque la comida y el alojamiento están incluidos en el contrato, el internet no. Por lo que si quieren usarlo deben pagarlo al igual que hacen los pasajeros.
Ella realiza tareas de oficina, aunque también revisa pasaportes, ayuda en los simulacros de emergencia y en los puertos con el embarque y desembarque de personas. A veces, si tiene suerte, puede bajar durante máximo dos horas a dar una vuelta por la ciudad en la que hayan parado. Sin embargo, esto no siempre es posible.
Una vez al mes, Macarena también explica que puede disfrutar de las fiestas del barco con sus compañeros. Si no, debe estar en su habitación en la que asegura que "no llega la luz del sol". En sus ratos libres también puede ir al gimnasio o al teatro. "Es una experiencia interesante pero super sacrificada" reconoce en uno de sus vídeos. Además, también confiesa que "en los ratos libres se llora un poco por el estrés". De hecho, va más allá y asegura que "a casi todas las personas a bordo les dan cuadros de depresión, estrés y ansiedad".
Entre otras cosas que los pasajeros desconocen de un crucero es que "el agua para bañarse es agua filtrada de mar con muchos químicos por lo que a muchas personas hace que se les reseque la piel y dañe el pelo". También ha explicado que no todos los trabajadores tienen los mismos privilegios. Pues hay algunas áreas como los gimnasios donde no todos pueden acceder. Además añade que los trabajadores suelen caer "en adicciones como fumar o beber en exceso".
Macarena acaba sus vídeos confesando que "la vida a bordo es dura". Sin embargo, no se arrepiente de haber vivido esta experiencia: "Aún tengo fe de que otros puestos y otras compañías sean mejores". Además, explica que si le preguntan si volvería a repetir, ella asegura que sí aunque en otro puesto diferente. Tras pasar todo el verano a bordo trabajando, la creadora de contenido ha decidido dejar su puesto en la compañía de cruceros y buscar otro trabajo.
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