En una ciudad tan viva como Barcelona, donde la oferta gastronómica crece y se transforma cada temporada, FIRE se ha consolidado como una de las experiencias más auténticas y consistentes de la ciudad. Es un placer absoluto aproximarse al icónico W Barcelona, mirar cada centímetro del lugar, un portento arquitectónico y de diseño, y dejarse cuidar y alimentar en su restaurante FIRE, que ofrece una cocina centrada en el producto, en la brasa, y en la cercanía con el entorno.

Este 2025, lo reafirmó con colaboraciones como la vivida recientemente junto a Clara Barcelona, una experiencia «a cuatro manos» que resume muy bien el espíritu de este espacio: sencillo, generoso, local. La cocina de FIRE, liderada por el chef Mario Cabrera desde 2019, se apoya en tres pilares: la calidad del producto, el respeto por la estacionalidad y la técnica de la brasa para, con todo ello, dar un servicio gastronómico profundamente sabroso.

Entrantes como un calamar fresco a la parrilla con alioli casero, o una coliflor asada con crumble de frutos secos y toques de curry, abren el apetito con equilibrio entre lo vegetal y lo marino. Los platos principales —siempre pensados para el centro de la mesa— son una celebración del fuego bien entendido: un rape marcado al carbón, acompañado de beurre blanc y cítricos, o un secreto ibérico servido con calçots y ciruelas asadas. Cada plato está tratado con atención al detalle, con combinaciones que respetan el ingrediente principal y lo rodean de sabores que suman hasta darte una experiencia gastronómica sobresaliente.

Clara Barcelona y FIRE: cuando el origen importa

La reciente colaboración entre FIRE y Clara Barcelona no solo ha sido un cruce de cocinas, sino una declaración de principios. Ambas propuestas comparten una misma forma de entender la gastronomía: cercana, sin protocolos, basada en lo que ofrece la tierra y el mar según la estación. Durante esta edición «a cuatro manos», se sirvieron platos donde el producto hablaba por sí mismo. Alcachofas del Prat, guisantes del Maresme, espárragos de Gavà, vieiras con papada ibérica o un delicado huevo de Calaf fueron protagonistas de una propuesta fabulosa.

Clara Barcelona, con su origen en Begur, en la Costa Brava, como restaurante informal y cercano situado en los bajos del hotel Aiguaclara, y su alma mediterránea, trajo a la cocina de FIRE un aire desenfadado que encajó a la perfección con la filosofía del lugar. Clara Barcelona es una propuesta gastronómica nacida en Begur, Sus creadores son Fran Llobet (formado en la escuela Hofmann y con experiencia en Casa Malca (Tulum), Honest Greens y Cañete), Alex Ruiz, que pasó por elBulli, Tickets y Pierre Gagnaire, y Aníbal Santiveri. Tras el éxito en Begur, abrieron en Barcelona un local en el Eixample izquierdo (Carrer Buenos Aires, 42) en mayo de 2023. Clara propone una cocina mediterránea libre, con influencias francesas y mexicanas, con un estilo directo y platos de cocina tradicional: sardinas con fruta de la pasión, arroz de carabineros, ternera melosa con foie o codorniz escabechada. Pues bien, Fran y Gerard, al frente de Clara, sumaron al fuego de Mario Cabrera una frescura perfecta para dar lo mejor de sus cocinas.

La sencillez del lujo

Esta alta cocina, en un entorno de lujo extremo como el que ofrece W Barcelona, tiene el acierto de presentarse con sencillez y sabrosura. Es como bajarse de los tacones y ponerse unas buenas sandalias para caminar por la Barceloneta. Y es que el espacio —moderno, luminoso, con vistas al mar— resulta completamente irresistible: natural y precioso. Por eso, el complemento perfecto para comer en FIRE es tener la suerte de alojarse en el hotel, el cual tampoco necesita muchas presentaciones. Con sus 473 habitaciones, sus vistas abiertas y su diseño contemporáneo, el W Barcelona, más allá de su silueta característica, ofrece una experiencia que combina diseño, bienestar y gastronomía como pocas en todo el mundo.