Cargando...

Turismo

Kanifushi Atmosphere, destellos del lujo asiático en un paraíso para olvidarse

La cadena Atmosphere tiene en este atolón de Maldivas un resort para que las historias sean únicas, se disfrute de la gastronomía y el recuerdo sea inborrable

Hotel Kanifushi Atmosphere Kanifushi AtmosphereKanifushi Atmosphere

Existe un lugar en el que la condición de paraíso se cumpla para disfrutar en solitario, en pareja, en pandilla o en familia? La respuesta es sí. En un atolón de las islas Maldivas denominado Atmosphere Kanifushi, en el que la cadena hotelera Atmosphere apuesta por convertir sus resorts en historias únicas, distintivas de una cultura y un entorno natural en el que la calma, el sosiego, la serenidad, la relajación e incluso el silencio cobran vida propia para integrarse en uno mismo y convertirse en recuerdo.

No hay mejor lugar para perder la vista en la infinita extensión del océano que Maldivas, donde el tiempo ralentiza su pulso, el sol muta sus rayos al color turquesa y las palmeras sisean para adormecer los sentidos. Este remanso de paz nos da la bienvenida en el mismo instante de bajar del hidroavión que nos traslada desde el aeropuerto internacional de Malé y nos deja en este resort todo incluido que cuenta con lujosas villas en medio de una exuberante vegetación, rodeada de arenas blancas y arrecifes de coral que esperan ser explorados.

Hotel Kanifushi AtmosphereKanifushi AtmosphereKanifushi Atmosphere

Las opciones de alojamiento son tantas que cuesta decidirse por una de ellas. Mejor que lo haga el bolsillo, la pareja a la uno quiere agasajar o por mutuo acuerdo por ambas razones. Villa Sunset Beach es un rincón oriental de techos altos, suelos de madera, paredes de lino crudo, amplios espacios, privacidad asegurada y la comodidad que proporcionan todos los servicios asociados a su villa privada. Y se puede disfrutar también con piscina. Merece la pena pagar el suplemento correspondiente, sobre todo por la noche.

El salto cualitativo lo proporciona Villa de Playa Kanifushi, un refugio privado de máximo nivel, la combinación perfecta de encanto isleño, diseño actual y comodidades contemporáneas con vistas al océano Índico, un cóctel de color turquesa que hace olvidar las preocupaciones rodeado de frondosa vegetación y con acceso directo a la playa. Todo esto más un plus adicional se consigue con el modelo Kanifushi Grand, lujo asiático, con un mobiliario clásico, lujoso pero sin parecer recargado, priorizando la funcionalidad, líneas limpias y tonalidades neutras con toques de color. En ambos casos con piscina privada.

Hotel Kanifushi AtmosphereKanifushi AtmosphereKanifushi Atmosphere

En otro estadio se colocan las villas del agua, alojamientos tipo palafito para disfrutar de una experiencia inmersiva sobre el agua. Impresionan las claraboyas transparentes en el suelo, el aire apasionado, perfecto para una escapada romántica o una luna de miel de ensueño. Villas familiares, grandes residencias... Todo un catálogo de posibilidades para adaptar presupuestos y necesidades por igual. Pero una vez que se está allí, el dinero pasa a un segundo plano, así que mejor no escatimar previamente y apostar por una clase superior. Si hay que gastar, se gasta.

Pero no se asuste. El Plan Kanifhusi todo incluido facilita que el bolsillo no pierdas monedas y se pueda disfrutar de múltiples actividades. Disfrute de las exquisitas y casi inagotables opciones gastronómicas en The Spice -el restaurante abierto todo el día, con comidas tipo semibuffet y con cinco estaciones de cocina en vivo, parrillas, un horno tandoor y deliciosos postres-, The Sunset Pool Bar -un relajado restaurante playero con menú a la carta durante el día, con unas hamburguesas y sándwiches que no debería dejar pasar junto a la piscina-, The Liquid -con servicio de noche para disfrutar de fiestas temáticas y actuaciones en vivo-, Ceylon Bliss -comidas de estilo callejero de Sri Lanka para amantes del picante-, The Lantern Bar -de cócteles saludables y platos vegetarianos para enamorados de lo sano-. The Just Veg sirve cocina gourmet árabe, india y mediterránea; en ); en el Pier Six, mariscos especiales encaramados sobre el mar, y en el Teppanyaki Grill se puede disfrutar de las habilidades y malabares del chef con fuego y cuchillos.

Si necesita salir del relax y del estado de laxitud total nada como recurrir a la amplia variedad de actividades acuáticas y excursiones marinas. Buceo, snorkel, ski... Todas las posibilidades de los deportes del mar al alcance. Bucear entre tiburones, integrarse en un banco de peces, disfrutar de los corales, de los barcos hundidos, de la fauna marina... Un recuerdo imborrable sea un buceador experto o un aprendiz de Jacques Cousteau gracias a Oceanix, que te hacen sentir como un pequeño aventurero.

Explorar Naifaru hasta descubrir la historia de Kurendhoo, enrolarse en un Dhoni y partir hacia el oeste en busca de la puesta de sol, sentir la experiencia de la pesca de sedal sin prisas y navegar sobre las olas junto a los delfines. Brindis bajo el cielo estrellado, cenas románticas bajo palio, ceremonias íntimas, celebraciones compartidas... Las posibilidades son ilimitadas.

Y todo bajo un estricto respeto por el entorno, bajo el mando de la certificación Green Globe, referente mundial en viajes responsables, «lo que demuestra nuestro compromiso con las prácticas sostenibles y responsables en todas nuestras instalaciones. También refleja nuestra inquebrantable responsabilidad por garantizar el bienestar del medio ambiente, la comunidad y nuestros huéspedes», explicaba a LA RAZÓN el director de comunicación de la cadena, Euan Blake. En fin, una porción de lujo tropical que no está tan lejos del alcance de los bolsillos ni de las ganas de acudir a un paraíso en el que lo primero y último es disfrutar y olvidarse.