Francia

Una gran ocasión para reformar Francia

La Razón
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¿Está Macron en el camino adecuado para renovar la política en Francia?

–Emmanuel Macron tiene la mejor oportunidad para renovar la política francesa. Mezclando políticas consideradas de derechas –porque liberalizan los mercados de trabajo, aumentando la flexibilidad de despido y de contrato– con las de izquierdas, porque proporcionan más seguridad a los trabajadores a través de un seguro por desempleo y programas de formación, puede conseguir un resultado adecuado. Es clave tener ambos tipos de políticas, también en el interés de la justicia social, dada la dualización de la fuerza trabajadora francesa, que ha pasado por altos niveles de desempleo (aunque ni se acercan a los de España) y los jóvenes que se encuentran sin empleo, o a tiempo parcial o temporal. La realidad en que estas reformas no harán mucho a corto plazo, pero sí a medio. Seguro que suben la confianza de las empresas y harán que Francia vuelva a ser capaz de liderar Europa.

¿Podría ser la reforma laboral de Macron el principal obstáculo de su mandato?

–Podría serlo. Pero si no lo hace fracasará en sus ambiciones de hacer crecer la economía de Francia. Si fracasa en traer una reforma exitosa, también perdería en su intento de parecer más «creíble» ante Alemania, para ser capaz de conseguir reformas en el Gobierno de la eurozona y políticas que ayudarán a todos los miembros de la UE a mejorar.

Con su mayoría en el Parlamento, ¿la principal oposición a Macron estará en las calles?

–Sí, la oposición al presidente y a su Gobierno será en las calles. Aquí, la gran cuestión será si los ciudadanos apoyarán a Macron o a los manifestantes. Mi conjetura es que apoyarán a Macron, que tiene la legitimidad basada en su declaración clara de apoyo a estas reformas, y su victoria masiva en las elecciones.

Su antecesor, François Hollande, quería cambiar la política de la Unión Europea. ¿Tendrá Macron más éxito?

–¡Sí! Hay muchas diferencias entre Macron y Hollande, que le dio la vuelta a sus promesas electorales casi de inmediato, que hizo muy poco para efectuar el cambio de normas que no funcionaban para Francia, e hizo poco para presionar hacia una Unión Europea más solidaria. Hollande tiene muy poca credibilidad en el plano europeo; Macron, en cambio, ya tiene un trecho andado como nuevo fenómeno, habiendo ganado las elecciones con un partido nuevo, encarnando la renovación de la política francesa y europea.