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Así es la vida en libertad de Ali Agca 39 años después de intentar matar a Juan Pablo II

Vive en Estambul, en un pequeño apartamento de un barrio tranquilo tras pasar 29 años en prisión

El turco Mehmet Ali Agca, a su llegada al aeropuerto de Fiumicino tras ser expulsado de Italia
El turco Mehmet Ali Agca, a su llegada al aeropuerto de Fiumicino tras ser expulsado de Italialarazon

Ali Agca tenía 23 años cuando conmocionó al mundo. El 13 de mayo de 1981, Juan Pablo II iba a bordo del Papamóvil por la Plaza de San Pedro cuando Agca sacó una pistola semiautomática Browning Hi-Power de 9 mm y disparó cuatro veces sobre el Sumo Pontífice. Por suerte, Juan Pablo II sobrevivió al ataque y años después puedo reunirse con Agca para perdonarle.

El diario británico “Daily Mail” lo localizó y le realizó una entrevista, en la que muestra su arrepentimiento por lo ocurrido y en la que describe cómo fueron los meses previos al ataque.

Hoy, 39 años después de aquel día, Agca vive en un barrio tranquilo de Estambul, donde los vecinos lo describen como un hombre amable que diariamente alimenta a perros y gatos callejeros. “Me siento como el pontífice de los animales callejeros en Estambul”, dice.

Agca muestra su alivio porque su víctima no muriera en el ataque y reveló que “fue el destino. Y fue el destino el que hizo posible que sobreviviera. Estoy muy contento de que no haya muerto. El Papa se convirtió en un hermano para mí. Cuando falleció -en 2005- sentí que mi hermano o mi mejor amigo habían muerto”.

El hombre que le disparó al Papa ha contado sobre su alivio de que su víctima no murió ... y ha revelado que estaba saliendo con una chica inglesa solo unas semanas antes del intento de asesinato.

A sus 69 años y después de haber pasado 29 años en prisión, ha renunciado a su pasado violento pero no se olvida de aquél día: "La mayoría de los días pienso en cómo le disparé... no todos los días, sino la mayoría. “Ahora soy un buen hombre. Intento vivir mi vida correctamente. Cuando le disparé tenía 23 años. Era joven e ignorante. “Recuerdo los racional que me sentí. Disparé el arma y luego se atascó.

Agca reveló que cinco meses antes del atentado comenzó una relación sentimental con una joven británica: “Ya sabía que iba a disparar al Papa, pero no se lo dije a mi novia. No hubiera sido justo para ella. ¿Sabes que tenía una novia inglesa? La conocí en Túnez en diciembre de 1980. Se llamaba Edith. Nos conocimos en el Hotel Intercontinental en Hammonasset. Viajaba con un pasaporte falso y ella me conoció como Farouk".

“Ella trabajaba en una gran tienda de Londres como Harrods pero no recuerdo cuál. Era muy, muy hermosa y lo pasé muy bien con ella. Era seis o siete años mayor que yo. A veces me pregunto qué le pasó a ella”, añade.

Agca no tiene reparos en hablar del día del atentado pero se mostró reacio a hablar de cómo surgió el plan para acabar con el Papa. Sólo confirmó una cosa: que la Unión Soviética estaba detrás de intento de asesinato. “Fueron ellos quienes planearon el asesinato, lo querían muerto”, confesó.

Agca era una persona con ilustrada. Había estudiado historia, idiomas y economía en las universidades de Ankara y Estambul y soñaba con ser profesor. Poco se sabe de cómo pudo dar un giro a su vida tan radical y violento, que le llevara a viajar a Viena a comprar el arma con el que disparó al Papa por 12.000 euros.

A las 17:17 del miércoles 13 de mayo de 1981, disparó a Juan Pablo II y aprovechó el pánico reinante para huir. Se deshizo de la pistola arrojándola debajo de un camión pero fue detenido por un jefe de seguridad del Vaticano, una monja y varios espectadores. Las cuatro balas alcanzaron al Papa. Dos se alojaron en el colon, una golpeó en el dedo índice izquierdo y la otra impactó en el brazo derecho. Agca, al que se le acusó también de asesinar al editor Abdi Ipekci en Estambul en 1979, fue sentenciado a cadena perpetua, pero el Papa lo perdonó y después de recuperarse, lo visitó en prisión.

Agca explicó a “Daily Mail” que “hay algunas cosas de las que no puedo hablar. En esa reunión de 22 minutos con el Papa, hablamos de cosas que nunca he dicho. Fue muy especial". El Papa fue crucial en su destino y logró que lo indultaran en el año 2000. Fue extraditado a Turquía, donde pasó otros 10 años en la cárcel por el asesinato de Ipekci y por asaltar dos bancos.

Tras su salida de la prisión, intentó ganarse la vida vendiendo coches pero finalmente logró un sustento gracias a los derechos por la venta de libros. “Logré aprender algo de inglés cuando estaba en prisión. Leí el código Da Vinci: es un libro muy primitivo sobre lo que sucede en el Vaticano. También leí a Tom Clancy. Me gustaría mucho visitar Londres si pudiera obtener una visa”.

Agca, nunca se casó y ahora espera contar su historia en la pantalla grande. “Estoy planeando hacer una película o algún tipo de documental sobre lo que sucedió. Espero que Hollywood esté interesado", dijo.

Tiene prohibido visitar Italia, pero realizó un viaje clandestino en 2014: “Regresé a Roma y estuve en El Vaticano. No se me permitía, pero entré por los bosques de Serbia y crucé la frontera hacia Hungría y luego me dirigí a Italia. Fui a la Plaza de San Pedro el 27 de diciembre, al lugar exacto donde le disparé al Papa. Me llevé algunas flores, rosas. Algunas personas me reconocieron pero no hubo problemas. La policía fue muy amable conmigo”, recordó.

Un año después decidió visitar Rusia. Nunca había estado antes, a pesar de que sostiene que los soviéticos organizaron el intento de asesinato. “Fui a Moscú. Veo el Kremlin como al-Qaeda. Conocí a algunas personas muy importantes pero me dijeron que esto es Rusia ahora, no la Unión Soviética. No te debemos nada. Si hubieran querido matarme, ése fue el momento de hacerlo. Pero no lo hicieron. Creo en Dios. Respeto todas las religiones: musulmanes, cristianos y judíos”, añadió.