PIB
La economía española sufre el mayor desplome desde la Guerra Civil
Cae un 5,2% en el primer trimestre, casi el doble de los que lo hizo en la crisis de 2009. Todos los indicadores marcan mínimos
Ya es un hecho, la economía española ha iniciado el camino de la recesión tras haber encajado el tremendo impacto de la crisis sanitaria. El golpe ha provocado un retroceso del Producto Interior Bruto (PIB) del 5,2% en el primer trimestre, una caída sin precedentes recientes -si se compara con la caída del 2,6% en el peor momento de la crisis financiera durante el primer trimestre de 2009 puede hacernos una idea de su dimensión-, el mayor desplome económico desde la Guerra Civil y el más duro registrado en la serie histórica del Instituto Nacional de Estadística (INE), que se inició en 1970. Al menos en la tasa interanual, el PIB del primer trimestre se contrajo en menor medida, un 4,1%, frente al repunte del 1,8% del trimestre anterior, lo que significa que no se ha superado el mayor retroceso contabilizado hasta ahora, el del segundo trimestre de 2009, cuando la economía española se contrajo un 4,4% interanual. Habrá que esperar hasta el mes de junio para saber si ese récord negativo también se batirá. Todo apunta a que sí.
Las causas directas de este desplome hay que buscarlas en los efectos del confinamiento generalizado de la población y de la hibernación económica, que ha provocado una caída generalizada de todos los indicadores y el hundimiento sin precedentes en la serie histórica del consumo de los hogares, un 7,5%, de la inversión empresarial un 3,5% y del mercado de la vivienda 9,6%. A esto hay que sumar el desmoronamiento de las exportaciones y las importaciones, por encima del 8% en ambos casos. Iguales cifras negativas se han sucedido en el empleo. Apunta el INE, que en la actual situación de crisis las estadísticas correspondientes al apartado de empleo toman una mayor relevancia para medir su evolución. En términos de horas trabajadas, cayó en el primer trimestre un 5% respecto al trimestre anterior. Los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, definidos como el número de horas trabajadas entre la jornada media realizada a tiempo completo, disminuyeron un 1,9% respecto al trimestre anterior. Esta variación es 2,8 puntos inferior a la del cuarto trimestre y se explica, según el INE, por el efecto combinado de la variación de las horas trabajadas y la reducción de la jornada media en puestos de trabajo a tiempo completo (-3,1%). “Se considera que esta variable, frente a los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, es la que refleja de manera más clara los efectos inducidos en el empleo por el coronavirus y las sucesivas medidas adoptadas”, apunta.
En los tres trimestres precedentes de 2019, la economía española venía creciendo a tasas del 0,4%. Pero ahora, el retroceso del 5,2% registrado en el primer trimestre de este año supera incluso las estimaciones que había realizado el Banco de España, que había previsto una caída del 4,7%. Pero la incertidumbre es de tal magnitud que cualquier previsión puede saltar por los aires. Estimó el supervisor, con “la mayor de las cautelas”, que la caída al final de 2020 podría situarse en el 13,6%. El Fondo Monetario Internacional situó el desmoronamiento en torno al 8%, mientras que el Banco Central Europeo cree que puede caer hasta el 11,4%. Lo que nadie duda es de que el hundimiento no tiene precedentes desde el primer tercio del siglo XX.
Uno de los indicadores más fiables para ver el estado de una economía, la inversión, también ha sufrido su mayor caída en once años -desde el segundo trimestre de 2009-, al retroceder entre enero y marzo un 5,8%. En términos interanuales, el dato es aún peor, con una bajada del 6,7%. Este indicador no registraba una caída de esta magnitud desde marzo de 2013, cuando los efectos del estallido de 2008 habían tocado fondo. En cuanto a la demanda nacional, restó 4,3 puntos a la variación interanual del PIB en el primer trimestre, la mayor contribución negativa en siete años, 5,6 puntos inferior a la del cuarto trimestre. Por su parte, la demanda externa aportó 0,2 puntos, tres décimas menos que en el trimestre pasado.El INE puntualiza que la mayoría de los indicadores con los que se elabora este estudio ofrecen en esta ocasión resultados hasta febrero y que “las diversas implicaciones que las restricciones impuestas a la circulación de personas y a algunas actividades económicas durante la segunda quincena del mes de marzo han provocado este cambio de coyuntura de tal magnitud" y advierte de que "las futuras revisiones de los resultados pueden ser de una magnitud mayor que la habitual”.
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