Vaticano
El Papa afirma que las únicas «armas legales» son la educación y la cultura
Mensaje a los participantes en la Conferencia Mundial sobre Alfabetización que organiza la Unesco en París para promover iniciativas y obtener recursos
El Papa Francisco aseguró ayer que las únicas «armas legales» son la educación, la ciencia, la cultura y la comunicación, en su mensaje a los participantes en la Conferencia Mundial que se celebra en la sede de la Unesco en París, en el marco de la celebración del Día Internacional de la Alfabetización 2023. «La paz es precisamente lo que la propia Unesco debe promover en las mentes y los corazones de las personas a través de la educación, la ciencia, la cultura y la comunicación. Éstas siguen siendo las únicas «armas» legales y eficaces que se pueden utilizar para invertir más recursos y energías en la construcción de esperanza para un futuro mejor», declaró el Pontífice.
Según ha precisado Francisco, las estimaciones sobre el número de personas que carecen de habilidades básicas de alfabetización siguen siendo «alarmantes» y «esto representa un obstáculo para el pleno desarrollo de su potencial».
Por ello, señaló que existen tres desafíos, el primero de ellos, la «alfabetización para la promoción de la paz», en medio de «un mundo desgarrado por conflictos y tensiones» porque considera «fundamental no acostumbrarse al lenguaje de la guerra y la discordia».
El segundo desafío, según precisó, es el de acabar con la «gran brecha digital» que mantiene a «millones de personas marginadas porque se les priva de acceso no sólo a bienes esenciales sino también a tecnologías de la información y las comunicaciones».
A esto se suma, según ha advertido el Pontífice, «la grave amenaza de entregar la toma de decisiones sobre el valor de la vida humana a la lógica computacional de los dispositivos electrónicos». Por ello, para evitar que la tecnología se gestione mal, ha pedido que «las políticas y leyes destinadas a promover la adquisición de competencias digitales estén atentas a una reflexión ética más amplia sobre el uso de algoritmos».
En cuanto al tercer desafío, el Papa ha destacado el de la alfabetización para la ecología integral ya que, según ha puntualizado, «la destrucción de la naturaleza está estrechamente vinculada a la cultura del descarte’» En este sentido, ha invitado a promover «con paciencia y tenacidad la adopción de enfoques de vida más sobrios y cohesivos».
Audiencia a Stallone
El Papa Francisco recibió ayer en audiencia en el Vaticano al actor y cineasta estadounidense Sylvester Stallone, que acudió con toda su familia a una reunión marcada por el buen humor.
«Hemos crecido con sus películas», le dijo el pontífice a Stallone, mundialmente famoso por interpretar personajes como «Rocky» y «Rambo», quien sonrió agradecido y, a modo de respuesta, bromeó con él: «¿Listo para boxear?», le preguntó cerrando los puños, un gesto que repitió también Francisco, según las imágenes difundidas por Vatican News .
Stallone, de 77 años, llegó al Vaticano acompañado de su mujer Jennifer, sus tres hijas y su hermano Frank. El actor ha recibido estos días las llaves y la ciudadanía honoraria de Gioia del Colle en Bari (sur de Italia), la localidad desde la que sus abuelos partieron para Estados Unidos, y salió a celebrarlo al balcón del Ayuntamiento con una bufanda del club de fútbol del Bari, según los medios locales.
El actor ya había estado en el Vaticano el año pasado, cuando pudo visitar la Capilla Sixtina, cuyas imágenes colgó en sus redes sociales.
Y el Santo Padre protagonizará este domingo el acto por el que la familia polaca Ulma, que ayudó a los judíos en Polonia durante la Segunda Guerra Mundial, será beatificada.
Se trata de la primera beatificación de toda una unidad familiar.
El presidente de la Conferencia Episcopal Polaca, el arzobispo Stanislaw Gadecki, ha recordado que la familia Ulma fue ejecutada por los alemanes el 24 de marzo de 1944 por esconder judíos. «Dos padres y siete hijos fueron asesinados. Este trágico suceso lleva a un evento sin precedentes ya que nunca antes en la historia de la Iglesia se había producido la beatificación de una familia entera», señaló.
En concreto, Józef y Wiktoria, junto a sus seis hijos, más un séptimo en el vientre materno, acogieron durante un año y medio a ocho judíos, todos ellos pertenecientes a una misma familia.
En este sentido, el presidente de la Conferencia Episcopal Polaca ha subrayado que los Ulma eran conscientes del riesgo que corrían. «Esta familia debió darse cuenta de que, aunque vivían lejos del pueblo, al esconder a varias personas en el ático de su casa, se exponían a un gran peligro por parte de los alemanes. Los niños Ulma no comprendían del todo la situación y es posible que accidentalmente se lo contaran a las personas equivocadas».
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