América Latina
Nicaragua: Fiscalía manda capturar a escritor Sergio Ramírez
La Fiscalía de Nicaragua acusó al escritor Sergio Ramírez, Premio Cervantes de Literatura 2017, de “realizar actos que fomentan e incitan al odio y la violencia”, y ordenó su captura y el allanamiento de su residencia
(AP). La Fiscalía de Nicaragua acusó el miércoles al escritor Sergio Ramírez, Premio Cervantes de Literatura 2017, de “realizar actos que fomentan e incitan al odio y la violencia”, y ordenó su captura y el allanamiento de su residencia en Managua.
En un comunicado, el Ministerio Público anunció que acusa al novelista de 79 años de haber recibido dinero de la Fundación Violeta Barrios de Chamorro (FVBCH), una organización no gubernamental a la que el gobierno de Daniel Ortega investiga por supuesto lavado de dinero y otros ilícitos.
Ramírez fue vicepresidente de Nicaragua durante el primer gobierno sandinista de Ortega (1985-1990) y lo acompañó durante toda la década revolucionaria hasta que rompió con ese partido izquierdista a mediados de 1990, por disentir de su liderazgo.
El autor de “Castigo Divino” y decenas de obras, que incluyen novela, cuento y ensayo, se encuentra fuera de Nicaragua desde mediados de junio, según ha dicho por razones médicas. El 1 de junio fue citado por la Fiscalía a rendir declaración sobre el caso de la FVBCH.
Ramírez reaccionó al anuncio de la Fiscalía con una declaración en un video del que The Associated Press obtuvo una copia, en la que advirtió: “Soy un escritor comprometido con la democracia y con la libertad, y no cejaré en este empeño desde donde me encuentre”.
“Mi obra literaria de años es la obra de un hombre libre. Las únicas armas que poseo son las palabras, y nunca me impondrán el silencio”, agregó, tras recordar que en 1977 el régimen de Anastasio Somoza lo acusó por “delitos parecidos a los de ahora: terrorismo, asociación ilícita para delinquir, y atentar contra el orden y la paz, cuando yo luchaba contra esa dictadura, igual que lucho ahora contra esta otra”.
Nicaragua vive una profunda crisis política desde la revuelta social de abril de 2018. En los últimos tres meses, varios políticos opositores, empresarios y periodistas han sido acusados por la Fiscalía de “conspiración” y “traición a la patria”.
“Estoy dolida e indignada por lo que está sucediendo. Sergio Ramírez es una figura literaria que sólo orgullo y prestigio ha dado a Nicaragua y a los nicaragüenses”, declaró a la AP la poeta y novelista Gioconda Belli, tras conocer la noticia.
Belli dijo no comprender los motivos de Ortega para “acusar sin razón ni límites a todas las personas que no piensan como él”, y aseguró que los motivos que lo guían “sólo pueden ser la venganza y la maldad”.
La autora de “La mujer habitada” y “Waslala” también es disidente del partido Frente Sandinista, organización política con la cual Ortega volvió al poder en 2007 y se reeligió en 2011 y 2016.
En las elecciones del 7 de noviembre, Ortega aspira a su tercera reelección para un cuarto mandato consecutivo, el segundo que haría junto a su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo.
El Colectivo Nicaragua Nunca Más, una organización defensora de los derechos humanos con sede en Costa Rica, denunció el miércoles que al menos 100 periodistas nicaragüenses han sido forzados al exilio en Costa Rica, Estados Unidos y España, la cuarta parte de ellos durante el presente año, debido a acciones de “persecución, hostigamiento y judicialización” por parte del gobierno de Ortega.
En un informe presentado con motivo del día internacional del periodista, la organización aseguró que Nicaragua vive “el peor contexto para ejercer el periodismo” y que la prensa independiente se encuentra “bajo feroz ataque” gubernamental.
“En Nicaragua nos encontramos ante el peor contexto posible para el ejercicio del periodismo”, indicó el colectivo, al citar al menos 33 agresiones contra periodistas y medios de comunicación durante el último año. “Son claras violaciones de los derechos humanos de periodistas, personal de prensa y de la población en general que tiene derecho a ser informada”.
Esto se agravó en los últimos tres meses, mediante “acciones de descalificación, persecución, hostigamiento, criminalización y judicialización” de comunicadores, con el propósito de silenciar al gremio, agregó el informe. Esas acciones coincidieron con una ola de arrestos de 36 opositores que comenzó en mayo pasado, en el marco del proceso electoral que concluirá en noviembre.
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