Cine
La Peste vuelve a impregnar Sevilla
El equipo de la serie presentó los dos primeros capítulos de la segunda temporada
La amenaza de la peste en Sevilla durante el siglo XVI fue finalmente solventada, pero una nueva epidemia sacude cinco años después la ciudad: La Garduña, un grupo estratégico de poder criminal y corrupto que toma Sevilla bajo su control.
Sin destripar del todo la sinopsis de la historia co-dirigida por Alberto Rodríguez, Rafael Cobos y David Ulloa, la segunda temporada de «La Peste» que se estrena el próximo 15 de noviembre en Movistar+ gira en torno a la problemática a la que se enfrenta la Sevilla de la época, «la ciudad con más poder, más dinero y más corrupta». Así la describió el actor Federico Aguado, nuevo integrante del equipo artístico de esta segunda temporada que interpreta a un alcalde de Sevilla basado en la figura del conde de Puñonrostro, quien fue asistente de la ciudad a finales del siglo XVI. El actor, junto al resto del elenco participaron ayer en la presentación de la segunda temporada de la serie, «La Peste: La mano de la Garduña», cuyos dos primeros capítulos fueron estrenados en el Teatro Lope de Vega de Sevilla.
Con una «luz» que «se traslada a toda la temporada» en comparación con la oscuridad escénica que caracterizaba la primera, según Pablo Molinero, protagonista de la serie, se «pasa página» respecto al estilo visual y el ritmo de la trama. Alberto Rodríguez, director de la secuencia, la tacha de «artesanal» debido a que, aunque algunos paisajes puedan simular haber sido filmados en países como Chile, aseguró, todas las secuencias están grabadas en enclaves andaluces como Dos Hermanas, Sevilla y Almería, entre otros.
Durante dieciocho semanas de rodaje y cuatro meses de producción, David Ulloa, otro de los directores y responsables de esta segunda temporada, aseguró que el producto resultante «es para estar muy contentos y orgullosos». El cineasta espera que la segunda parte, y en concreto los primeros capítulos presentados ayer, reciban una buena acogida del público que, casi dos años de su primer estreno, vuelve a reecontrarse con la Sevilla antigua localizada en la ficción, temporalmente cinco años después del final de la primera.
Cabe destacar la similitud del contexto histórico contemplado especialmente en esta segunda temporada ya que, según el equipo, muchas de las últimas historias incorporadas «beben de la realidad» basándose fielmente en la situación de la sociedad sevillana de la época. Por ejemplo, entre las novedades de esta segunda temporada resulta reseñable la incorporación de nuevos personajes a la trama como Escalante, Baeza o Puñonrostro. Perfiles que incluyen otras historias alternativas ofreciendo nuevas perspectivas que nos acercan aún más a la sociedad del momento. Según Rafael Cobos, Escalante, interpretada por la actriz Claudia Salas, es una prostituta que «lucha por dignificar la profesión» preocupada por utilizar medicinas alternativas que mejoren las condiciones de higiene del resto de prostitutas. Por otro lado, aparece Baeza, interpretado por Jesús Carroza, mandil que trabaja en la mancebía, el oficio peor reconocido, y Estefanía de los Santos que da vida a María de la O, personaje histórico que jugó un papel relevante luchando contra los estereotipos machistas de la época.
Según Rafael Cobos, el diálogo entre la Sevilla del siglo XIV y la actual desde la primera temporada es un «universo» que «ha servido para que ésta sea puro músculo y que todo esté a favor de la peripecia», es decir, del enganche del espectador a la trama, independientemente de si ha seguido la serie desde la primera temporada o no.
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