Junta de Andalucía
Juan Marín: “Va a haber una nueva realidad después del coronavirus en términos sociales y económicos”
El vicepresidente de la Junta afirma que aún no han llegado a Andalucía los 550 millones que le corresponderían por las entregas a cuenta y reclama a Sánchez más fondos para afrontar la emergencia sanitaria. Sobre la otra crisis, la de la corona, defiende que Felipe VI “ha hecho lo que había que hacer”
Juan Marín (Sanlúcar de Barrameda, 1962) es uno de los cargos públicos que estos días siente el peso de la responsabilidad de tener que gestionar la crisis del coronavirus. En su caso es el vicepresidente de la Junta de Andalucía y consejero de Turismo, Regeneración, Justicia y Administración Local. Está “con fuerza”, aunque sean días de cierto trance y el Covid-19 le haya pasado ya la factura de alguna noche en blanco.
¿Deben los andaluces confiar en la información que se proporciona desde las administraciones, o hacer caso a los mensajes que les llegan sobre que no les cuentan la verdad?
Más que nunca tienen que saber que desde las instituciones tenemos la obligación y la necesidad de informar realmente de todo lo que está sucediendo y de las medidas preventivas que hay que tomar en cada momento. Sé que hay muchos mensajes en redes sociales que pueden provocar confusión y alarma innecesaria, cuando lo que hay es que guardar la calma. Hagamos caso a los canales oficiales, escuchemos a los profesionales y cumplamos el confinamiento cada uno en su casa, aunque se haga difícil. Es la mejor medida que podemos adoptar para no contagiarnos del virus, además de seguir las recomendaciones higiénico-sanitarias como el lavado de manos, la desinfección, el respetar la distancia de un metro cuando se va al supermercado o a la farmacia; y no acudir a un centro de salud o a un hospital, si se puede evitar. Es también fundamental atender a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad cuando nos paran en la calle. Así, tal vez podamos empezar a ver que se estabiliza la curva, que ahora es ascendente, del número de contagios y de fallecidos, para luego considerar hasta dónde se puede empezar a hacer una vida un poquito más normal.
El presidente del Gobierno central, Pedro Sánchez, anunció hace unos días que movilizaría 2.800 millones para las comunidades, ¿se sabe algo de ese dinero?
Es un adelanto de nuestras entregas a cuenta, es sencillamente que, en vez de pagarnos en abril lo que nos corresponde de nuestros impuestos, se adelanta a marzo. Todavía no ha llegado. Para Andalucía serían algo más 550 millones del primer trimestre, que irían destinados a gasto sanitario, la prioridad ahora. Pero las comunidades necesitan financiación adicional, sobre todo, algunas como Andalucía que están infrafinanciadas. Esta situación está provocando gastos extraordinarios no sólo en salud, también en seguridad, transporte, materiales... Pedimos un aumento del Plan de Contingencia de 1.000 millones que aprobó el Gobierno. Con eso no se podría pagar hoy ni el gasto que ya ha tenido la Comunidad de Madrid. Es insuficiente, necesitamos más recursos. Además, cuando esta crisis termine, habrá aumentos en las listas de espera sanitarias, por ejemplo, por la paralización de los quirófanos para aquellas intervenciones que no sean urgentes y de las citas con los médicos habituales, y habrá que poner en marcha planes de choque para estabilizarlas, entre otras cuestiones.
¿Existe o no un criterio objetivo para el suministro y la distribución de material de protección como las mascarillas?
Desde que se decretó el Estado de alarma, el Gobierno central tiene el mando único en la distribución de todos los materiales sanitarios. Desde las comunidades como Andalucía se ha pedido al ministro de Sanidad -Salvador Illa- que nos permita hacer compras, porque tenemos proveedores y podríamos ser más rápidos en suministrar mascarillas, tubos de respiración o equipos de protección individual (EPI), a quienes están en primera línea de batalla contra el coronavirus. Ayer a última hora de la tarde, parece ser que el Gobierno estaba dispuesto a autorizarlo. Entiendo que es complicado poder repartir desde un sólo lugar en un país como España con 46 millones de personas y con una geografía como la que tenemos. La Junta ha adquirido material, hoy llegan dos millones de mascarillas desde China, y tenemos nuestros proveedores habituales. Esperamos que el ministerio nos autorice a seguir haciéndolo para que no se den circunstancias como la de hace una semana, cuando se nos debería de haber advertido con el tiempo suficiente de que el Gobierno había decidido requisar mascarillas, como decía la instrucción de la Guardia Civil que nos llegó, para responder a necesidades más urgentes. Entendieron que teníamos suministros para semanas. Lo comprendo, lo hace todo el mundo, pero se debe autorizar a las comunidades a comprar para ser más ágiles y que no haya nunca desabastecimiento de mascarillas, guantes, hidroalcoholes, EPI... y poder atender a los contagiados.
Ayer anunció que usted y los consejeros de Salud y Hacienda, Jesús Aguirre y Juan Bravo, respectivamente; comparecerán en el Parlamento la semana que viene para dar explicaciones sobre el coronavirus, ¿por qué no lo hace el presidente, Juanma Moreno, como pide la oposición?
En primer lugar porque el Reglamento de la Cámara no lo permite. Cuando los grupos decidieron la semana pasada suspender la actividad y poner en marcha la Diputación Permanente, deberían de saber que el presidente sólo podría comparecer en un Pleno extraordinario a petición propia, no de los grupos. Lo que pide el PSOE-A no tiene ninguna solidez. El presidente del Gobierno de España está obligado a comparecer, cuando decreta el Estado de alarma, porque así lo establece la Constitución, no porque quiera o se lo demanden. Hay que leerse de vez en cuando la Constitución, los reglamentos, los estatutos... No conozco ninguna comunidad a la que le preocupe que el presidente salga a dar explicaciones, cuando hay un mando único.
Pero usted lo hará a petición propia...
Los tres hemos pedido comparecer en Pleno, si fuera posible, porque somos conscientes de que el Reglamento establece “a priori” que no; o ante la Diputación Permanente, si no, para informar a los grupos de las novedades que se puedan dar, con independencia de que el próximo viernes vuelva a reunirme con los portavoces y con la presidenta de la Cámara -Marta Bosquet-. Más transparencia y más lealtad no ha tenido nunca un Gobierno en Andalucía, pero algunos no están acostumbrados a que se les dé tantísima información. Si nos saltamos los procedimientos nosotros, cómo le vamos a pedir a los ciudadanos que los respeten. No es procedente pedir determinadas cuestiones que van más en la línea de tener un espacio político que de resolver nada. Todo el mundo tiene derecho a hacer lo que considere, pero hay un ordenamiento jurídico y supongo que cuando se reúna esta semana la Mesa del Parlamento, tomará una decisión con los criterios de los letrados. Pediría calma a los grupos de la oposición, a los que ayer les entregué un dossier con toda la información desde el 27 de enero.
Al principio de la crisis, sobre todo, pareció que usted cogió las riendas y dio la cara...
La labor de vicepresidente me obliga a asumir responsabilidades, pero es un trabajo de equipo y desde el presidente hasta el último consejero estamos 24 horas pendientes de la situación. Me ha tocado durante esta semana ser un poco más el portavoz del Gobierno, pero para eso nos eligieron los andaluces, para intentar resolver problemas. No nos estamos preocupando de qué podemos hacer, lo estamos haciendo, que es diferente. La curva de contagios está en una media de subida del 20, el 25 o el 28% y eso nos puede llevar a un escenario complicado dentro de ocho o nueve días. No podemos esperar a que llegue sin más. Hemos decretado el “nivel 2” y el Estado de emergencia antes de lo que los protocolos del ministerio lo establecían y eso nos está dando una cierta ventaja a la hora de adelantarnos a cualquier coyuntura, lo que permitirá salvar vidas. Me ha tocado una responsabilidad que tengo que asumir y estaremos alertas.
¿Teme la Junta el colapso del sistema sanitario en algún punto concreto de la comunidad?
Calculamos que si nos fuéramos por encima de los 15.000 contagios, podríamos empezar a tener alguna dificultad en alguna provincia, en función de cómo evolucione también el virus. Pero, de momento, hay tranquilidad, tensión y mucha carga de trabajo especialmente para los profesionales sanitarios. En cualquier caso, ese escenario no llegaría antes de 10 días, por lo que estamos tomando medidas para habilitar quirófanos y más camas en centros hospitalarios, con la colaboración de la sanidad privada, y barajamos otras opciones como trasladar algunos pacientes a hoteles. Esperamos que en 10 ó 15 días se pueda estabilizar la curva de crecimiento de los infectados, lo que sería una buena señal. A partir de ahí ya podríamos empezar a ganarle la batalla al coronavirus.
¿Preocupan las residencias de ancianos? En todas las provincias hay alguna con positivos...
Sí y mucho. Las personas mayores son población diana, tienen más posibilidades de contagio. Hemos visto como han fallecido algunos compañeros de la Guardia Civil o de los medios a nivel nacional que tenían entre 30 o 40 años, pero son los menos casos. Las residencias se están controlando en todas las provincias. Ayer mismo hubo algunos positivos en una de Alcalá del Valle, en Cádiz, que se trasladaron al hospital de Villamartín y el personal que los atendía está ya en cuarentena. El problema no son sólo los positivos, si no que hay que sustituir a esos trabajadores y tenemos que tener un seguimiento permanente. Hay más de 46.000 personas mayores que están en residencias en Andalucía y que tienen que ser prioritarias a la hora de protegerlas.
El sector turístico será previsiblemente uno de los más afectados por los efectos del Covid-19, ¿se pasará del récord de turistas al récord de parados?
-No. Según un informe de la Organización Mundial del Turismo serán más de 550 millones de personas las que dejen de viajar en todo el mundo durante los dos próximos meses. Eso, en términos económicos, significa para el turismo andaluz un descenso de entre un 25 y un 30% de los ingresos del año o, lo que es lo mismo, unas pérdidas que, si se mantuviesen esos dos meses, podrían superar los 6.000 millones. Trasladado al empleo, supondría una bajada de en torno a unos 55.000 ocupados. Pero, afortunadamente, el sector turístico es fuerte. En Andalucía tiene una oferta de muchísima calidad y magníficos profesionales y, si se puede empezar a trabajar con normalidad a partir de mayo, se podría recuperar. Muchos eventos se han aplazado. Si se celebran algunos como el Gran Premio de Velocidad de Jerez o la final de la Copa del Rey y el verano es normal, podríamos estar hablando de que a final de año perderíamos entre siete u ocho millones de turistas, pero no sería un año tan malo como ahora pudiera parecer.
Proyectos como la Ciudad de la Justicia de Sevilla tendrán que esperar.
Tendrá que esperar todo lo que no sea estrictamente necesario. Habrá que ver en qué situación termina este país y nuestra comunidad porque, lo que está claro, es que va a haber una nueva realidad después del coronavirus en términos sociales y económicos. Habrá que reconstruir los Presupuestos tanto del Gobierno de España como los andaluces. En la región lo podremos hacer con más agilidad al no tenerlos prorrogados, pero habrá que ver hasta dónde flexibiliza la Unión Europea a los gobiernos el objetivo de déficit y hasta dónde nos permite llegar a nosotros el Ejecutivo de España. Habrá que afrontar una nueva realidad económica a partir de que el coronavirus sea vencido y ese mensaje tenemos que empezar a entenderlo todos y a elegir prioridades. Habrá proyectos que igual tendrán que esperar uno o dos año, si no tienen la urgencia que tengan otros.
¿Los partidos, incluido Ciudadanos, deberían o no arrimar el hombro para sacar adelante unos Presupuestos nacionales de emergencia, como se han llamado?
Entiendo que sí, siempre que sean de emergencia, como dice, sensatos y que atiendan las necesidades del momento. Unos Presupuestos en los que se suban los impuestos o no se den oportunidades a los empresarios y a los autónomos de recuperarse, no serán razonables. Si hablamos de una reducción de la presión fiscal, de inyectar liquidez a la economía, de agilizar trámites... eso lo apoyaremos todos. Pero habrá que ver qué quiere hacer Sánchez y con quién, porque ya sabemos con quién quería gobernar y cuáles eran sus prioridades. Cs no comparte algunas cuestiones, pero estamos en disposición de arrimar el hombro, igual que puede estar cualquier otra formación política que no tenga un interés exclusivamente nacionalista, populista o que no pretenda dividir España en 17 países, en vez de en 17 comunidades autónomas.
¿Qué opina de la crisis de la Corona que se ha abierto en mitad de la sanitaria?
Es lamentable, muy triste. En ningún momento sería una noticia agradable, pero menos en el que nos encontramos. El rey Felipe VI ha hecho lo que había que hacer, ha tomado la decisión acertada de renunciar a la herencia de su padre, por entender que es ilícita, y de apartarlo de todo, porque hay comportamientos que no se pueden corresponder con quien durante muchísimos años ha ostentado la representatividad del pueblo español. El rey actual acaba de hacer lo correcto.
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