Coronavirus
La Junta reclama a Sánchez 120.000 test rápidos para detectar coronavirus y está “dispuesta” a prestar respiradores a otras comunidades como Madrid
Facilitará “el camino” para que los liberales sindicales del ámbito sanitario, más de 600, se reincorporen al SAS, lo que ha provocado críticas desde UGT y CC OO Los ERTE presentados por las empresas andaluzas superan ya los 30.000
Los esfuerzos del Gobierno andaluz en las últimas horas tienen una cosa en común: combatir los efectos sanitarios y económicos provocados por el coronavirus. En el primer ámbito, ha cerrado la compra de 60.000 unidades de test rápidos de detección del Covid-19 y tiene una nueva reclamación al Ejecutivo de España que dirige Pedro Sánchez: que de los 640.000 que ha adquirido la Administración central, destine a la comunidad 120.000. Pretende el Ejecutivo regional, según ha expuesto el consejero de la Presidencia y portavoz de la Junta, Elías Bendodo, en rueda de prensa no presencial junto al consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre; que lleguen todas esas pruebas, dado que es la cifra que correspondería a la región en proporción al peso poblacional que ésta tiene en el conjunto del país, el 18%. Aunque desde Madrid ya han aseverado que el reparto de esos tets no se hará por población, sino por la incidencia que la enfermedad tenga en los diversos territorios.
Al margen de esas pruebas, Bendodo y Aguirre han subrayado, tras una nueva reunión del gabinete de crisis, la compra de cinco millones de mascarillas, entre los que se encuentran los tres acordados en un Consejo de Gobierno extraordinario que se celebró el pasado domingo, y el que ya existan más de una treintena de puntos de recogida rápida de muestras desde el automóvil con el fin de agilizar la toma y minimizar el riesgo de los profesionales sanitarios.
El titular de Salud ha explicado también que se están recogiendo respiradores de “clínicas que están cerradas” y de ambulancias en las que no son necesarios, para centralizarlos en Antequera (Málaga) y “manejarlos desde allí”. Se ha elegido ese punto para hacer acopio de esos elementos, a modo de “centro neurálgico” y el Ejecutivo andaluz estaría “dispuesto” a “prestárselos” a otras comunidades como Madrid, si hiciera falta, de acuerdo a lo manifestado por Aguirre. Se trata de respiradores que no están contemplados en los planes de contingencia diseñados para prever picos de hasta 9.000 y 15.000 contagios.
Bendodo ha anotado, además, que pedirán a todos los liberados sindicales de la sanidad pública que, “de forma voluntaria”, ya que no pueden obligarlos, se incorporen a sus puestos de trabajo en el servicio autonómico de salud, el SAS. Ha adelantado que en la reunión del Consejo de Gobierno que tendrá lugar este jueves se les “facilitará el camino”, vía Decreto. El Ejecutivo autonómico mantendrá en activo a quienes ocupan sus plazas en la actualidad y posibilitará que puedan reincorporarse donde decidan, no necesariamente en su puesto. LA RAZÓN ya informó de que, de acuerdo a los datos proporcionados en el portal de internet de la Junta en 2018, el número de quienes disfrutaban de esa liberación total de desempeñar sus funciones laborales normales en su entramado administrativo se elevaba a los 1.533 sindicalistas, de ellos 666 pertenecían al sector de la sanidad. Si bien, en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) del pasado 21 de marzo en el que se publicó la «propuesta del plan de contingencia del personal del SAS" por Covid-19, se recoge que el global es de 1.281 y entre los sanitarios de 610, 244 médicos y 368 enfermeros.
El portavoz de la Junta ha querido trasladar “un mensaje de tranquilidad” frente al Covid-19, porque “Andalucía es fuerte” y el sistema sanitario “está respondiendo bien”. Ha garantizado que la prioridad del equipo que comanda Juanma Moreno es “la salud, atajar el virus y salvar vidas”, aunque también la economía será un desafío. En ese apartado ha apuntado que ya son 25.402 los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) que se habían presentado en Andalucía y ha transmitido a las empresas que mejor recurrir a esa fórmula que a la de los expedientes de regulación de empleo (ERE) definitivos. Con posterioridad, la consejera andaluza de Empleo, Formación y Trabajo Autónomo, Rocío Blanco, informaba a Efe de que los ERTE armados sobrepasan los 30.000 y afectan a unos 350.000 trabajadores.
“Es mejor desacelerar juntos”, ha sostenido el consejero de la Presidencia, que “parar la actividad de golpe”, ya que, si no, reactivar la economía cuando se supere la crisis sanitaria será más complicado.
Reacción de UGT y de CC OO al “ataque” del Gobierno andaluz
Las palabras de Bendodo en relación a los liberados provocaron la reacción de UGT-A, desde donde calificaron de “ataque” del Ejecutivo andaluz al trabajo sindical la “insistencia” en pedir que se incorporen voluntariamente a trabajar, dado que muchos ya lo han hecho. En un comunicado, el sindicato expone que remitió una carta el 12 de marzo a la Consejería de Salud en la que se comunicó “su disposición" a colaborar e "incorporarse a sus plantillas si fuera necesario”. A esto hilvanan que “muchos liberados sindicales de sanidad de UGT” ya están de vuelta, “sin necesidad de que un Gobierno” les diga cómo deben "actuar”.
La organización sindical ha tachado de “deleznable” que después de las “demagógicas” declaraciones del portavoz del Ejecutivo autonómico, “no se haya contado esta realidad a la opinión pública". “Nos entristece que nuestra tierra esté capitaneada” por un equipo que "no cree en la libertad sindical”, ha denunciado el sindicato liderado por Carmen Castilla en Andalucía.
CC OO, por su parte, mostró su “extrañeza” ante el movimiento de la Junta, al haber sido “varios los ofrecimientos” que han hecho a la Administración sanitaria de que esos trabajadores volvieran a filas, el último el sábado 20 de marzo, a través de una “carta a la directora general de personal del Servicio Andaluz de Salud (SAS)”, a la luz de lo reflejado en una nota de prensa.
Afirman que sus representantes sindicales vienen “arrimando el hombro” desde que comenzó la crisis sanitaria y están presentes “en todos los centros”, sin esconderse y “bajo riesgo de contagio propio”. Es más, manifiestan que ya cuentan con “casos confirmados” y con sindicalistas “en cuarentena por sospecha fundada de coronavirus”. De cualquier forma, CC OO reitera que “todo el personal con dispensa sindical está en disposición de colaborar en las labores asistenciales que se estimen oportunas, siempre que las condiciones así lo requieran”.
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