Covid-19

El plan andaluz para la desescalada: controlar la temperatura y el tiempo de estancia en bares y tiendas

La Junta ha trasladado hoy su propuesta al Gobierno con un calendario que prevé que los hoteles abran el 1 de junio. Andalucía es la comunidad con menor índice de test realizados

Coronavirus.-AM.-Junta recomienda cierre de bares, discotecas, cines, entre otros y espera "la responsabilidad de todos"
El vicepresidente de la Junta, Juan Marín, y el consejero de Salud y Familias, Jesús AguirrelarazonJUNTA DE ANDALUCÍA

El Gobierno pidió ayer a todas las comunidades su plan para abordar la vuelta progresiva a la actividad. Andalucía tenía preparado un documento que, en parte, ya adelantó el presidente, Juanma Moreno, tras la reunión dominical con Pedro Sánchez. Las principales medidas las ha detallado este lunes el vicepresidente andaluz, Juan Marín, en la rueda de prensa posterior al gabinete de crisis del coronavirus: control de la temperatura antes de acceder a cualquier establecimiento y limitación de la estancia en bares y tiendas. Marín ha detallado que se establecerán turnos en la hostelería, de treinta minutos máximo para los desayunos, y hora y media para las comidas con un máximo de cuatro personas por reserva, con la excepción de ampliarla a más si se puede acreditar la convivencia de los asistentes. En ningún caso se podrán compartir los platos. En cuanto a los comercios, el límite será de media hora en tiendas pequeñas y noventa minutos en grandes superficies. El vicepresidente ha explicado que se deberá realizar la desinfección de prendas que devueltas o las que se hayan probado los clientes. Para favorecer el acceso escalonado, ha solicitado que se eviten “los períodos de rebajas", primando "las ofertas mantenidas en el tiempo”. Todos los establecimientos, de cualquier tipo, deberán contar además con material de protección como mascarillas y geles hidroalcohólicos.

Las fechas para la incorporación progresiva serán: el 1 de mayo se propone la salida de personas mayores; el 3 mayo que se permitan las celebraciones de carácter religioso; el 10 de mayo el plan sugiere que puedan salir las familias al completo; al día siguiente abrirían las peluquerías, estéticas y el comercio en general; desde el 18 de mayo se permitirían los funerales sin velatorio y a partir del 25 de mayo los bares retomarían su actividad, con las restricciones de acceso y de distancia establecidas de manera general. El 1 de junio,con el verano a las puertas, sería la fecha elegida para que los hoteles puedan volver a alojar clientes.

Para la reincorporación de los trabajadores, la Junta considera necesario que todos sean sometidos a un reconocimiento médico antes de volver a su puesto y extender al máximo el teletrabajo.

Marín ha aclarado que no hay ninguna provincia, de momento, con preferencia para iniciar esa desescalada, aunque ha señalado que se tendrá en cuenta para tomar la decisión los municipios con menor incidencia de la Covid-19. También ha expresado el descontento de la Junta con el Gobierno en la toma de decisiones. “Creemos que el plan de desconfinamiento del Gobierno está ya cerrado. Es imposible que lo analicen hoy y que lleguen a conclusiones antes del Consejo de Ministros de mañana”, ha criticado, recordando que son 19 documentos los que deberán tenerse en cuenta, uno por cada comunidad y los de las dos ciudades autónomas. La realidad es que la propuesta andaluza no es más que eso porque si ninguna medida podrá aplicarse sin el beneplácito del Ejecutivo central.

El plan trasladado se articularía, ha dicho Marín, en tres ejes: intensificar la labor del sistema de vigilancia epidemiológica, haciendo un seguimiento de casos y un rastreo de contactos de los contagiados; extremar la prevención, asegurando la provisión de material de protección; y la implementación de medidas de control rápido nuevos casos. En torno a ellos, se han diseñado medidas concretas como las citadas de control en comercios o restauración. Se incluiría la regulación de actividades en zonas comunes y en edificios públicos y privados, “consolidar una cultura de prevención permanente”, porque "el virus ha venido para quedarse entre nosotros”. “Tenemos que seguir avanzando en evitar el contacto físico”, ha remarcado el vicepresidente, que ha insistido en que para que el control sea efectivo lo principal es “la capacidad para poder realizar test rápidos. Necesitamos más test y tenemos que hacerlos de forma masiva a la población. Para eso necesitamos contar con el personal necesario y con los EPI (equipos de protección) necesarios para protegerlos”. Esa reclamación de Marín contrasta con el dato ofrecido hoy por el Gobierno: Andalucía es la comunidad con menor índice de pruebas PCR -las más fiables- realizadas de toda España, 8,4 por cada mil habitantes. En total, desde que comenzara la pandemia se han hecho 68.862. En cuanto a los test rápidos, es la comunidad que más ha realizado, 82.757, pero su índice sigue siendo bajo, 9,8 por cada mil andaluces.

La estrategia de la Junta irá encaminada también a evitar rebrotes, mejorando “la capacidad de aislamiento de la población para los contagiados”, además de elaborar “un mapa de riesgos locales y por provincias para saber dónde y cómo debemos aplicar nuevamente medidas de desconfinamiento” si fueran necesarias una vez que se levante el estado de alarma. “Esperemos que no”, ha matizado Marín.

La “humanización" de la atención sanitaria es otro de los objetivos planteados, tanto “para pacientes con Covid-19 como para otros que no pueden recibir visitas”. De esta forma, paulatinamente se irá permitiendo el acompañamiento de enfermos en los hospitales para evitar tragedias como las que se han vivido, con personas que han fallecido sin poder estar acompañadas.