Coronavirus
El pueblo-museo de Málaga donde el arte se impuso al coronavirus
La irrupción de la Covid-19 en marzo puso en peligro la celebración de los decimoquintos Encuentros de Arte de Genalguacil pero los vecinos se sobrepusieron
La irrupción del coronavirus en marzo puso en peligro la celebración de los decimoquintos Encuentros de Arte de Genalguacil, que han convertido a este municipio en un pueblo-museo o en el primer museo habitado del mundo, pero el deseo de los vecinos se impuso y esta singular iniciativa encara ahora su recta final.
El próximo sábado se clausuran estos Encuentros de Arte, que arrancaron el 1 de agosto y que nacieron en 1994 por el empeño de Fernando Centeno, alcalde entre 1983 y 2003 de este pueblo de poco más de cuatrocientos habitantes, que recuerda en una entrevista con Efe cómo los inicios no fueron fáciles.
"Me dijeron que estaba loco, que para qué invitaba a cuatro artistas en vez de arreglar las calles. Yo quería encontrar algo diferente y singular que hiciera que la gente viniera a Genalguacil, que está alejado de las principales vías de comunicación", explica Centeno.
Otro reto era que el arte contemporáneo "encajara en la estructura urbana morisca propia de la zona", y actualmente unas 120 piezas creadas en los Encuentros enriquecen las calles y convierten a Genalguacil en un pueblo único.
"Sabíamos que no iba a ser un éxito desde el primer año", admite el exalcalde, que destaca la ayuda vecinal a los artistas desde los inicios, porque "en pleno agosto, trabajando con piedras o troncos, sudaban a chorros".
Los vecinos les ofrecían agua, les ayudaban con los troncos -"algunos eran corcheros y manejaban bien el hacha", apunta Centeno- o posaban pacientemente para ser inmortalizados, como es el caso de los cinco vecinos más mayores, cuyos rostros están esculpidos en un tronco que decora la entrada del pueblo.
A los artistas se les ofrecía cama -en casas del pueblo-, comida y el material para la obra, generalmente materiales naturales de la zona, y los vecinos se convertían después en los cicerones que mejor podían explicar las piezas que ellos mismos habían ayudado a crear a los miles de turistas que desde entonces buscan sorprenderse en cada recoveco de Genalguacil.
"Después se corrió la voz de unos artistas a otros. Para ellos, acostumbrados a no relacionarse con el público en la soledad de su estudio, era atractivo trabajar así", resalta Centeno.
Los primeros Encuentros fueron anuales y después, por la falta de apoyo de otras administraciones, pasaron a tener periodicidad bienal, que todavía mantienen.
En 2004 se inauguró el Museo de Arte Contemporáneo Fernando Centeno López, en un antiguo molino que fue rehabilitado, y que alberga la colección de más de trescientas obras que los alrededor de doscientos artistas participantes en los Encuentros han aportado al patrimonio del pueblo.
El actual alcalde, Miguel Ángel Herrera, explica a Efe que, pese al coronavirus, decidieron seguir adelante porque los Encuentros "son un motor económico" para el municipio, aunque cancelaron actividades como los talleres para niños y adultos y se redujo el número de artistas participantes.
"Los vecinos nos decían que había que hacer los Encuentros, aunque fuera un modelo más pequeño y con todas las medidas higiénicas y de seguridad, y no dejar que la llama del arte se apagara", señala Herrera.
Asegura que esto hace "que la rueda económica de Genalguacil siga funcionando", algo que confirman datos como que el año pasado se produjera el primer crecimiento de población en los últimos cincuenta años o que desde hace un mes estén reservados el cien por cien de sus alojamientos.
Para el regidor, el arte es "un aliado contra la despoblación", puesto que el pueblo "no podía vivir como hace cincuenta años, se ha tenido que reinventar y ha hecho una apuesta decidida por algo singular como el arte contemporáneo".
Como Genalguacil no podía esperar dos años hasta la siguiente cita, ha creado otras iniciativas como Arte Vivo, que se desarrolla en los años impares, cuando no hay Encuentros, o Lumen, con obras vinculadas a la luz.
Entre los 209 propuestas presentadas, para los Encuentros de 2020 se seleccionaron las de los españoles Jesús Palomino, Ana Varea, Rafael Jiménez, Eduardo Rodríguez y José Manuel Ruiz, Raquel Serrano y Paula Valdeón y el griego Christos Papasotiriou, cuyas creaciones pasarán a engrosar el patrimonio artístico de Genalguacil.
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