
Sociedad
El aeropuerto de Málaga, el refugio de 60 personas sin hogar
La plantilla denuncia problemas de seguridad e higiene y pide a Aena que, junto con la Administración, tome medidas urgentes para paliar la situación

Por sus instalaciones pasaron el año 2024 nada menos que 25 millones de viajeros, sobre todo internacionales, consolidándose como uno de los principales aeropuertos de España y de Europa. El aeropuerto de Málaga es un gran motor para la región, no solo por la actividad aérea, sino por la actividad turística y económica que genera. En él operan 500 empresas y emplea de forma directa a unas 10.000 personas, una plantilla que hace posible que el aeropuerto de Málaga nunca descanse y que sus usuarios puedan disfrutar de sus instalaciones y los 50 establecimientos que alberga en las mejores condiciones.
No obstante, desde hace un año, los trabajadores se quejan de que el incremento de personas sin hogar que pernoctan en él está poniendo en juego la seguridad y la salubridad de los espacios comunes, y que la plantilla se siente desprotegida. Una situación compartida con otros aeropuertos españoles, como el de Madrid y Barcelona.
Desde la Sección Sindical de Comisiones Obreras (CC OO) del Grupo Aena en el aeropuerto de Málaga denuncian la grave situación que «desde hace meses» vienen sufriendo tanto las personas trabajadoras como los usuarios debido a «la presencia continuada y creciente de personas sin hogar que permanecen en distintas zonas de las instalaciones aeroportuarias, especialmente en las terminales de pasajeros y áreas de tránsito». El secretario de CC OO del grupo Aena, José Muñoz, reconoce que «siempre ha habido indigentes pernoctando en el aeropuerto de Málaga», pero advierte que la situación se ha descontrolado. «Hemos pasado de tener 10 o 12 a 60 actualmente, y esto ha ocurrido en el último año». Muñoz asegura desconocer el motivo, pero apunta a «un posible efecto llamada», tras el desalojo de personas sin hogar del aeropuerto de Barcelona. En cuanto al perfil, dice, es imposible trazar uno concreto. «Casos hay de todos los tipos, hay españoles y extranjeros, y todos buscan un lugar donde dormir de forma segura», incide el secretario de CC OO de Aena, que teme que con la llegada del verano aumenten los casos.
Los trabajadores no quieren criminalizar al colectivo de personas sin hogar, pero denuncian que ya se están produciendo situaciones incómodas que pueden acabar derivando en incidentes graves. «Dentro de las personas sin hogar hay de todo, la mayoría no da problemas, pero algunas sufren problemas de salud mental y se ponen agresivos», afirma Muñoz, que lamenta que «la plantilla tiene que aguantar insultos y actos obscenos», por no hablar, de la insalubridad que a veces provocan. En este sentido, el secretario de CC OO de Aena recuerda el caso de una pareja que duerme en el aeropuerto y «pasea a su perro como si lo hiciese por la calle» obligando a las mujeres de la limpieza a ir detrás para recoger los excrementos. O las quejas provocadas por los usuarios al «encontrarse a un indigente quitándose los piojos». La noche, afirma, es el momento crítico, cuando muchas de las personas sin hogar llegan con sus carritos al aeropuerto para dormir y «comienzan los gritos y las peleas». Cuando se producen estas situaciones, poco se puede hacer. Los guardias de seguridad llaman a la Policía, pero los agentes no pueden desalojarlos «a no ser que hagan algo ilegal porque el aeropuerto es un espacio público», subraya Muñoz.
«Entendemos que esta realidad es un problema que responde a un problema social profundo que excede del ámbito de Aena y que tiene su raíz en la falta de políticas sociales eficaces», denunció ayer el sindicato en un comunicado. Sin embargo, añade, «esto no puede servir de excusa para ignorar las consecuencias directas que esta situación está teniendo sobre la plantilla y sobre la seguridad e higiene en el entorno aeroportuario». Por ello, piden a Aena que, como gestora de las instalaciones, «asuma su responsabilidad» y que «articule con urgencia y en coordinación con las Administraciones medidas eficaces para dar respuesta a esta situación».
El secretario de CC OO de Aena admite que ya se están produciendo las primeras reuniones entre las partes, pero temen que no se invierta lo necesario para dar una respuesta digna y adecuada a las personas sin hogar que se ven obligadas a dormir en el aeropuerto malagueño.
Según las últimas cifras ofrecidas por el Consistorio de Málaga, unas 1.500 personas sin hogar pasan al año por la ciudad, de las que alrededor de 150 son fijas. Los servicios municipales tienen disponibles 344 plazas en albergues, pero lo cierto es que muchas declinan este servicio.
Según apunta el Consistorio, gran parte de los indigentes que llegan a la capital malagueña son inmigrantes atraídos por el buen clima y la hospitalidad propia de estas tierras, lo que «solo contribuye a aumentar los porcentajes de marginalidad».
En los últimos años ha ido aumentando el número de personas viviendo en la calle, según las asociaciones dedicadas al sinhogarismo. La principal causa, aseguran, es el incremento del precio de la vivienda debido a la presión turística. Sin embargo, fuentes municipales lo descartan y señalan otros motivos, como el desarraigo familiar o los hábitos de vida, entre otros.
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