28F: La hora de los andaluces
Agenda 2030, 17 objetivos y 169 metas
Andalucía despunta en aspectos como la educación de calidad, la paz, la justicia y la consolidación de instituciones sólidas
La consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) es una prioridad fundamental para casi 200 países del mundo. El propósito de este proyecto, que vio la luz en 2015, es que los 17 objetivos y 169 metas que se fijaron hasta el año 2030 se cumplan para conseguir, entre otros propósitos, erradicar la pobreza y el hambre, perpetuar la igualdad ente hombres y mujeres, garantizar modalidades de consumo sostenibles, acabar con la producción contaminante o apostar por un sistema responsable con su entorno y el medioambiente. En el caso español, además del Gobierno central, las comunidades autónomas y los municipios han adquirido competencias fundamentales para crear e incentivar políticas públicas para el logro de los ODS.
En otras palabras, la Agenda 2030 es un acuerdo que han firmado una serie de países que se han puesto de acuerdo en cuál va a ser la hoja de ruta para poder alcanzar un desarrollo sostenible que afecte al ámbito social, económico y ambiental. En este sentido, la profesora e investigadora del departamento de Economía y también coordinadora del Grupo de Trabajo de Integración de la Agenda 2030 de la Universidad Loyola Ana Hernández, que participó en el Anexo Estadístico del examen nacional voluntario que presentó el Gobierno de España en 2019 sobre la Agenda 2030, explica a LA RAZÓN que «es un acuerdo que por primera vez aúna la agenda internacional de desarrollo social y económico –que hasta el año 2015 venía dada por los Objetivos de Desarrollo del Milenio– y la agenda medioambiental, con la integración de acuerdos como el de Kioto o el de París». Otra de las características importantes de este proyecto es que «para su elaboración se ha contado, también de forma pionera, con todos los agentes de la sociedad, entre los que se encuentran administraciones, instituciones, sociedad civil, empresas o universidades», afirma Hernández.
Por otro lado, es importante destacar que la agenda no es imperativa, ya que «el hecho que un gobierno haya firmado este acuerdo, no lo obliga a cumplirlo», asegura la profesora. No obstante, existe un «mecanismo» que ayuda a su autocumplimiento: «cada año, en verano, los países que lo hayan decidido presentan su examen ante Naciones Unidas, explican qué es lo que están haciendo para el logro de las metas de los ODS, la situación actual y un plan de acción», por lo que, en cierta manera, por lo que influyen estas medidas en otros aspectos económicos y estratégicos a nivel internacional, este es un ejercicio «que ayuda a regular su cumplimiento». En los próximos años, todos los gobiernos tendrán que diseñar y aplicar estrategias viables para alcanzar los objetivos de la Agenda 2030. En el caso de Andalucía, la gestión de la Agenda 2030 se lleva a cabo a través de la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación. Existen varios mecanismos para revisar el grado de cumplimiento de los ODS en la región. El Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía, por ejemplo, cuenta con una base de datos y unos indicadores, actualizados recientemente, que resultan útiles –junto a otras investigaciones– para estudios como el que se publicó en julio de 2020 por la Plataforma de ONG de Acción Social y que lleva por nombre «Reconstruir lo común: La implementación de la Agenda 2030 en España» o el informe –con una perspectiva centrada en las ciudades y municipios– «Los Objetivos de Desarrollo Sostenible en 100 ciudades españolas» desarrollado por Red Española de Desarrollo Sostenible. De esta última investigación, en las que se analizan las ocho capitales de provincia de la comunidad, Hernández concluye que «los ODS con más alto grado de cumplimiento en Andalucía» son el número 4 (educación de calidad) y el 16 (paz, justicia e instituciones sólidas); en el nivel medio-alto se encontrarían el 3 (salud y bienestar), el 9 (industria, innovación e infraestructuras), el 11 (ciudades y comunidades sostenibles) y el 13 (acción por el clima); y en el último escalón, con un grado medio-bajoy bajo, por orden de incumplimiento, se encuentran el 1 (fin de la pobreza), el 6 (agua limpia y saneamiento), el 7 (energía asequible y no contaminante), el 5 (igualdad de género) y el 10 (reducción de desigualdades).
En el conjunto de Andalucía, volviendo a tener en cuenta a las ocho capitales de provincia, los datos constatan que solo un 6,6% de los ODS se cumplen de forma satisfactoria, un 47% con un grado de cumplimiento medio-alto, un 39% con un grado de cumplimiento medio-bajo, un 3,8% con un grado de cumplimiento bajo y el resto, también con un 3,8%, corresponde a los indicadores de los que no se tiene datos, que en su mayoría responden al ODS sobre «vida submarina» en las ciudades no costeras de Sevilla, Córdoba y Jaén.
Aún queda un largo trabajo para conseguir alcanzar un grado de satisfacción pleno en los 17 ODS marcados por la Agenda 2030. Además, desde marzo del año pasado, con la irrupción de la Covid-19, se han tenido que reducir o paralizar determinados presupuestos como los destinados a cooperación internacional. España, Andalucía, sus ciudades y municipios se enfrentan a una nueva etapa en la que tendrán que apostar definitivamente por diseñar estrategias de crecimiento económico y social sostenibles, ya que, entre otros factores, las fuentes de financiación procedentes de la Unión Europea exigen cada vez más requisitos relacionados con la sostenibilidad social, ambiental y económica.
Para Hernández, los diferentes proyectos, cada vez más frecuentes, desarrollados por administraciones, empresas, instituciones y ciudadanos parece que señalan que «nos encontramos en el camino correcto», aunque insiste en que «es una tarea de todos» poder alcanzar un proceso de cambio efectivo y convertir la crisis en un «revulsivo» que impulse una transformación sostenible.
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