Sociedad

La playa es «de todos» en Torrox: multa a quien coja sitio y desaparezca

El Ayuntamiento de esta localidad malagueña impone sanciones de hasta 300 euros por utilizar los enseres playeros para reservar una plaza en primera fila y no aparecer en varias horas

Dos policías locales vigilan una sombrilla vacía en la playa de Torrox
Dos policías locales vigilan una sombrilla vacía en la playa de TorroxLa RazónLa Razón

Ni la hamaca más cotizada de toda la Costa del Sol se acerca de lejos al importe que puede acarrear el simple hecho de plantar una sombrilla en las playas de Torrox. El ayuntamiento de la localidad axárquica abandera una ordenanza que contempla sanciones para todo aquel que pretenda hacerse con un hueco en la arena de su litoral o simplemente deslizar la toalla y ausentarse del sitio. Las multas oscilan entre los treinta y los trescientos euros.

El documento, que regula el «uso y disfrute» de las playas de la localidad, considera «desleal» la reserva del espacio, además de determinar su prohibición. Y es que «se puede dejar la sombrilla, silla, toalla o cualquier otro de los enseres para ir a bañarse el tiempo que haga falta, pasear, tomar algo en el chiringuito, comprar en los kioskos cercanos, incluso acercarse un momento a casa», pero no para perpetuar la ausencia.

O lo que es lo mismo, «coger la primera línea de playa a primerísima hora de la mañana o en las horas centrales del día, irte y no aparecer en horas en ese lugar» está prohibido.

Según el alcalde del municipio malagueño, Óscar Medina, «no podemos aceptar que las playas estén ocupadas por decenas de sombrillas o sillas vacías y que los usuarios que bajan a disfrutar no tengan sitio por estas actitudes egoístas».

No en vano, la situación de la pandemia ha hecho que se antoje «más que importante y necesario» cumplir la normativa, «especialmente en estos tiempos en los que la Covid-19 nos exige guardar mayores distancias de seguridad y los aforos son limitados». «No podemos permitir que familias con niños pequeños se tengan que colocar retirados de la orilla cuando las sombrillas situadas en esa primera línea están vacías y sus propietarios descansando en casa, añade.

Se da la circunstancia de que el de Torrox fue el primer ayuntamiento en aprobar este tipo de ordenanzas y de los pocos que, a día de hoy, la está ejecutando. Según cálculos del consistorio torroxeño, en lo que va de verano ha impuesto en torno a un centenar de sanciones, si bien el munícipe reconoce que, dada la difusión que de ellas hacen los medios de comunicación, «se ha tomado conciencia y hay cada vez menos casos».

Con todo, el regidor abunda en la necesidad de «no crear falsas alarmas, porque podemos disfrutar de forma plena en nuestras playas, las mejores de la Costa del Sol Oriental».

Según Medina, «son los propios vecinos de la localidad los que nos piden a este Ayuntamiento, de forma mayoritaria y continua, que se haga cumplir la legalidad, porque entienden, como ha de ser, que la playa es de todos».

En la localidad, conocida como la Alemania malagueña por el volumen de visitantes y residentes teutones que acoge, se intensifica la campaña de información respecto al coronavirus con la presencia de carteles en las playas del litoral que advierten de las medidas higiénico-sanitarias a tener en cuenta. Se calcula que la comunidad germana representa el 15 % de los 18.000 habitantes censados en la localidad, sin contar los 3.000 no empadronados a pesar de que residen de manera habitual en la localidad.

Además, este verano también se ha reforzado la presencia de voluntarios de protección civil que controlan las playas del municipio como otrora hicieron los vigilantes que dispuso el Gobierno andaluz durante la campaña estival de 2020.