Sexta ola

Explosión de contagios a las puertas de Navidad: la incidencia sube un 200% en un mes en Andalucía

La tasa pasa de 33 a 1117 y ya se deja notar en las UCI, pero la Junta no plantea restricciones. El pasaporte Covid «solo debería ser una medida complementaria», dicen los epidemiólogos

Un sanitario realiza una prueba PCR
Un sanitario realiza una prueba PCRBrais LorenzoAgencia EFE

Andalucía encara las Navidades 2021 con una curva de contagios en constante aumento. En un solo mes se han notificado 13.884 contagios, de forma que en noviembre la incidencia ha pasado de los 33 casos por cada 100.000 habitantes a día 2, a los 117. Un incremento de 87 puntos que tímidamente se empieza a reflejar en la presión hospitalaria. A principios de mes la ocupación de camas convencionales por enfermos Covid era del 1,03% y de UCI del 2,27%. Porcentajes que han variado muy poco al cerrar noviembre: apenas 0,8 décimas en los ingresos en planta (ahora se sitúa en el 1,9%) y algo más en las UCI, pero sin llegar a ser preocupante ya que la subida ha sido de 1,6 puntos hasta llegar a una ocupación del 3,9%.

Esta situación, por tanto, nada tiene que ver con las Navidades 2020, cuando el Consejo Interterritorial llegó al extremo de limitar al máximo los movimientos con los cierres perimetrales de las comunidades y las reuniones familiares. Andalucía, desde luego, afrontaba un diciembre complicado. La incidencia el día 1 se situaba en los 300 puntos y la situación de los hospitales rozaba el riesgo extremo: los pacientes Covid ocupaban el 12% de camas de planta y el 24% de camas UCI. Por aquel entonces, había toque de queda y limitación horaria en hostelería y los ciudadanos no podían salir de su comunidad ya que el Consejo Interterritorial aprobó el cierre perimetral de Las regiones durante las fiestas navideñas para limitar los movimientos.

Ahora, un año después, Sanidad aconseja que estos encuentros se reduzcan lo máximo posible a tenor de la nueva variante Ómicron, que se sabe que es más transmisible, pero no que escape a la acción de las vacunas. Y nada más. Deja en manos de las comunidades la hoja de ruta para contener esta sexta ola. La consejería de Salud de Andalucía ha trasladado al Tribunal Superior su petición de implantar el pasaporte Covid en hospitales y residencias para obtener el aval jurídico y no se plantea extenderlo, al menos de momento, a la hostelería ni ocio nocturno como están haciendo otras comunidades. ¿De qué serviría si en la comunidad andaluza apenas queda medio millón de personas sin vacunar, con coberturas que superan el 80%? ¿Hacen falta otras medidas para afrontar esta escalada de contagios a las puertas de la Navidad?

El profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública, Joan Carles March Cerdà, considera que el uso del pasaporte Covid en otros ámbitos más allá de la movilidad debería ser «una medida complementaria». «Se le está dando una importancia inusitada», opina Cerdàal tiempo que aclara que tiene ventajas e inconvenientes. «Es cierto que fomenta la vacunación y eso es un elemento a tener en cuenta, pero también genera excesiva seguridad en los ambientes donde se implanta y puede dar lugar a que se relajen las medidas básicas de seguridad», afirma este experto.

De momento, la Junta solo ha pedido aval al TSJA para implantarlo en hospitales y residencias «pero quizá también se debería valorar en hostelería en ocio nocturno y en los trabajos», considera Cerdà. No obstante, «tampoco hay constancia de que en otros países europeos haya ido de maravilla y haya surtido los efectos esperados».

Donde hay poner el foco de atención, opina el profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública, es en tres aspectos: «La Junta debe esforzarse en rescatar a los rezagados de la vacunación y en convencer a los mayores para que se inoculen la dosis de refuerzo. También hay que reforzar el uso de mascarillas en interiores y en exteriores cuando haya aglomeraciones y, por supuesto, la ventilación». En ese sentido, apunta Cerdà, que más efectivo que el pasaporte Covid «sería extender en Andalucía el uso de medidores de CO2 en establecimientos interiores de hostelería y ocio nocturno para valorar la concentración y el riesgo de contagio».

Para este experto «no es momento» de añadir restricciones de aforo en el ocio como impone la fase 1 «porque aunque la ocupación de las UCI esté creciendo, no estamos como en Navarra ni en el País Vasco», donde los enfermos Covid ocupan el 12% de las plazas de Intensivos.

Desde la consejería de Salud han aclarado que solo se volverá a las restricciones si el aumento de los contagios impacta en la presión hospitalaria. Algo que, de momento, no ha sucedido. «A medidados de diciembre, además, va a comenzar la vacunación en menores de 12 años y en eso sí es importante trabajar para alcanzar las máximas coberturas vacunales», insiste el profesor.

Andalucía prevé hacerlo en los colegios y llegar a toda la población de entre 5 y 11 años, que en la región suponen 638.443 menores, según datos del INE, el 5,4% de la población total.