José Ignacio Martínez recibe el I Premio Manuel Barrios

El reportaje «La tercera edad, esa gran olvidada de la crisis del coronavirus en África» es el título de la pieza por la que recibió el I Premio de Periodismo Joven Manuel Barrios el periodista sevillano José Ignacio Martínez. El galardón, que cuenta con el patrocinio de la Fundación Unicaja, se entregó en el patio del hotel Las Casas de la Judería en presencia de los miembros del jurado, la directora de comunicación de la fundación, Cristina Rico, y del catedrático de Filosofía de la Universidad de Sevilla Manuel Barrios, hijo del periodista que da nombre al reconocimiento.

En una sencilla ceremonia a la que acudió la familia cercana del premiado, el delegado de LA RAZÓN en Andalucía, Pepe Lugo, destacó la «integridad y valentía» del joven periodista que realiza su trabajo en el corazón de África en unas condiciones muy complicadas y con gran riesgo para su vida; al tiempo que destacó la tenacidad de Martínez por acercar al lector historias protagonizadas por personas y colectivos que se encuentran alejados del foco mediático. El reportaje describe cómo viven los mayores de 80 años en un continente eminentemente joven donde el 0,3% de la población no llega a esa edad y donde no cuentan con ninguna asistencia por parte del Estado. Sin pensiones y sin familias se enfrentan al Covid sin más ayuda que la de la Iglesia y la caridad.

Con gran emoción, el premiado recibió el premio como un reconocimiento a sus padres y quiso dedicarlo a todos los periodistas que han fallecido en África. Especialmente a David Bollá y Roberto Fraile, que fueron asesinados hace dos en Burkina Faso, y también Pablo Arosa, que murió de malaria en Mozambique.

Por su parte, el hijo de Barrios quiso destacar una iniciativa «muy emocionante» que reconoce la obra y figura del mítico periodista sevillano que durante más de medio siglo trabajó en todos los ámbitos posibles de la comunicación además de ser un prolífico escritor e investigador de la cultura andaluza. En este sentido recordó cómo la «curiosidad y el amor por el trabajo fueron las dos principales constantes en su vida».