Tribunales

La madre de Marta del Castillo, al Cuco: “No eres capaz de mirarme a la cara, ¿verdad, cobarde?”

Los padres de la joven asesinada intentan en vano que el cómplice de Miguel Carcaño les devuelva la mirada durante la última sesión del juicio por sus mentiras al tribunal en 2011

Acabó el juicio contra Francisco Javier García Marín, el Cuco, y su madre Rosalía por mentir al tribunal que juzgó el asesinato de Marta del Castillo y la madre de la joven sevillana, Eva Casanueva, pasó por delante de los dos acusados y los miró detenidamente. Ya lo había hecho un par de horas antes, cuando le tocó declarar como testigo, pero ninguno de los encausados le devolvió la mirada y ella no les dijo nada. A la segunda, sin embargo, sí lo hizo: “No eres capaz de mirarme a la cara, ¿verdad, cobarde?”, le espetó al Cuco, cómplice, encubridor y amigo del asesino de Marta, Miguel Carcaño.

Así concluyó un juicio que estaba previsto para cuatro o seis sesiones pero que al final se quedó en dos, una vez que los dos procesados reconocieron que en efecto mintieron durante la causa de 2011. El Cuco, para asegurar que no había estado en el piso de la calle León XIII donde se cometió el crimen y para negar que de madrugada estuviese con Carcaño. La madre, para regalar una coartada a su hijo y afirmar que a la 1.30 de la noche ya estaba acostado y dormido. Nada de eso era verdad.

El juicio por el delito de falso testimonio, tras el doble reconocimiento de los hechos, se quedó casi sin prueba, en especial sin la declaración de Carcaño, que debería haber comparecido el próximo martes. Pero aún quedaban los padres de Marta, que reclamaban 20.000 euros por daño moral. En la última sesión, su letrada ha incrementado la petición a 25.000 euros. Y para justificar esa petición tenían que hablar. La primera ha sido Eva Casanueva, que antes de ponerse delante del micrófono se ha plantado delante de los acusados y les ha lanzado una mirada que seguramente mezclaba desafío, rabia y fiereza. Después ha sido Antonio del Castillo. El Cuco, sin embargo, no ha dejado de mirar al suelo, mientras que Rosalía García Marín observaba en dirección a su abogado.

Después de declarar, los padres de Marta se han sentado junto al abuelo materno, José Antonio Casanueva. Estaban dos bancos detrás del Cuco y su madre, a un metro y medio. Y cuando el juicio ha quedado visto para sentencia, Eva los flanqueó por la izquierda y Antonio, por la derecha. Ambos volvieron a mirar a los acusados. Y estos volvieron a mirar hacia otro lado. Pero esta vez la madre de la joven asesinada se quedó quieta delante de ellos, mirándolos de arriba a abajo, y se dirigió al Cuco: “A ver si tienes huevos de mirarme a la cara, cobarde”. Y se marchó de la sala.

El Cuco ni se inmutó. Su madre, en cambio, se levantó y se dirigió a su abogado para contarle lo ocurrido y preguntarle si podía hacer algo al respecto. La respuesta, lógicamente, fue negativa.