Medio Ambiente
La emergencia climática acerca el Sáhara a Andalucía
En la comunidad andaluza las lluvias cada vez son menos frecuentes y más torrenciales, con largas sequías
Del 14 al 20 de agosto, cero milímetros de precipitaciones registrados. Toda las cuencas andaluzas se encuentran en déficit salvo Almería, Carboneras, Abla, Albox, Cabo de Gata y Garrucha, en Almería; Espiel, en Córdoba; y Bobadilla, en Málaga. La tónica es similar las semanas previas y posteriores. La comunidad se desertifica, con la laguna de Doñana seca como símbolo. En la anterior gran sequía en la comunidad, se plantearon medidas como sacar a la población de Sevilla o traer un iceberg a la cuenca del Guadalquivir para aumentar el caudal. Aunque las cabañuelas son optimistas, la predicción de que a medio plazo Andalucía será una extensión del desierto del Sáhara al otro lado del Estrecho, como consecuencia directa de la emergencia climática, ya ni cotiza. La Junta de Andalucía ha constituido esta semana una mesa de seguimiento, incluso, de la sequía.
Las similitudes climáticas entre el Sáhara y Andalucía se acrecientan a marchas forzadas. Las reservas hidrológicas están bajo mínimos y la Junta reclama obras hídricas. El Sáhara se convirtió en el desierto más cálido del mundo hace unos 2.700 años, según los últimos estudios. La mitad del Sáhara recibe menos de 20 milímetros de lluvia al año; el resto no llega a 100 milímetros anuales. El mayor desierto cálido del mundo hace unos miles de años recibía lluvias hasta 20 veces más intensas, lo que lo acerca aún más a la actual Andalucía. Las precipitaciones del pasado año en Andalucía fueron menos de la mitad de un año «normal» y el 10% de ellas se concentró en apenas cinco días. En el último tercio del año, no se llegó a 300 mm. acumulados en prácticamente todo el territorio. Además, se batió la máxima histórica nacional de temperatura por segunda vez en un lustro.
Las precipitaciones del llamado monzón africano que antes se repartían en los meses de verano y regaban el Sahel son ahora episodios intensos en enclaves concretos. Llueve menos que en los años 50, pero más concentrado. El inhóspito desierto del Sáhara en su día era una sabana con algunos bosques, con lagos permanentes y más lluvias. El Sáhara fue verde hará 5.000 o 10.000 años. Un estudio de la Universidad de Estocolmo de forma conjunta con las de Columbia y Arizona buscó el patrón de lluvias en la sedimentación marina del norte de África. «La precipitación anual en el Sáhara occidental pudo haber sido de hasta 2.000 milímetros más de los que es hoy en día, con una vegetación parecida a la de la actual parte sur de Senegal», señaló a BBC Mundo el doctor Francesco Pausata, climatólogo del Departamento de Meteorología de la Universidad de Estocolmo y coautor del estudio.
Según el último informe de análisis de la sequía de la Junta de Andalucía, a pesar de que en el mes de julio las precipitaciones suelen ser muy bajas, en este caso han sido casi inexistentes y, con un promedio regional de 0,1 milímetros, puede calificarse como de muy seco. Sólo se produjeron algunas precipitaciones en el Surco Intrabético Occidental con valores máximos de 9 litros por metro cuadrado. El carácter del año hidro-meteorológico se mantiene como muy seco sin variar de forma significativa la situación de sequía que empeora ligeramente.
Tras el recálculo de la serie de capas ráster de precipitación mensual de la que se deriva el IESP y el establecimiento de un nuevo periodo de referencia (1991- 2020), se ha realizado un reajuste de los valores umbrales que definen las categorías de sequía. De esta forma, ninguna comarca se encuentra en situación de sequía excepcional; en sequía extraordinaria se encuentran las comarcas «De la Janda» en Cádiz, «Condado Campiña» en Huelva y «Sierra de Segura» en Jaén; en sequía severa las comarcas «Costa Noroeste de Cádiz» en Cádiz, «La Costa», «Andévalo Oriental», «Condado Litoral» y «Sierra» en Huelva, «Campiña del Norte», «La Loma», «Mágina», «Sierra de Cazorla» en Jaén, y «Sierra Sur», «La Vega» y «Las Marismas» en Sevilla. Otras trece comarcas se encuentran en situación de sequía moderada.
En el corto plazo las probabilidades de permanecer en situación de sequía es muy alta para la mayoría de comarcas agrarias. A medio plazo, en el horizonte de seis meses y con la entrada del otoño, la probabilidad disminuye destacando las comarcas situadas en las provincias de Huelva y Jaén.
En cuanto a vegetación, el verano muestra un panorama de decaimiento generalizado, dentro de un año hidro-meteorológico considerado muy seco, con valores de estrés acusado sobre todo en las comarcas de La Campiña en Sevilla, Campiña Sur y Campiña Norte en Jaén, las comarcas más orientales de Granada, y Almería. Solo destacan en positivo Sierra Morena, Sierra de Cádiz, Serranía de Ronda o Campo de Gibraltar.
Actualmente la región muestra una situación de sequía de moderada a elevada en la mayoría de las comarcas andaluzas, y muy elevada en las comarcas de Costa noroeste de Cádiz, La campiña, y Campiña Sur y Campiña Norte.
En la comunidad andaluza cada vez más las lluvias son menos frecuentes y más torrenciales, como ocurre en el desierto, con largas temporadas de sequía. La frontera del Sáhara se fue trasladando con el tiempo y ahora puede estar traspasando el Estrecho. Sáhara proviene del árabe sahra y significa tierra sin agua plana.
Andalucía cerró el pasado año con temperaturas medias muy por encima de la media histórica de referencia (1981-2020). Málaga vivió nueve meses del año en el rango «muy cálido», según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Incluso el pasado diciembre fue muy cálido con 1,9 grados por encima de la media en Huelva y 1,5 en Málaga (que en julio estuvo 1,7 grados sobre la media llegando a 27,2). Granada vivió un agosto extremadamente cálido, con 2,4 grados más; y Almería en febrero. Las temperaturas extremas también aumentaron en cuanto al frío. Morón de la Frontera registró la temperatura anual más alta desde 1956. El pasado año fue el décimo más cálido de la serie histórica que arrancó en 1961 y el octavo más caluroso del siglo XXI. También fue el octavo seguido con una temperatura media anual por encima de la media y el decimocuarto más seco de la serie histórica y también octavo del siglo XXI. Casi todos los modelos climáticos, según refleja otro apartado del informe del IPCC, proyectan una tendencia para el sur peninsular y la región mediterránea de clara reducción de precipitaciones.
✕
Accede a tu cuenta para comentar