Salud mental

“Mi hija lleva 20 intentos de suicidio y le dan cita con el psicólogo una vez al mes”

Karen tiene depresión severa desde la pandemia y su madre teme que termine por quitarse la vida: “Los médicos me dicen que la única solución es que la interne en una clínica, pero no puedo pagarla”.

Una mujer en la consulta del psicólogo
Una mujer en la consulta del psicólogoLa RazónLa Razón

Con tan solo 22 años ya se ha intentado suicidar 20 veces, «la última la semana pasada», cuenta la madre de Karen Viviana, «desesperada» por la terrible situación por la que está pasando su hija.

Karen ya no trabaja, se ha quedado sin amigos y no sale de casa. Le han diagnosticado depresión severa y ansiedad, y el único tratamiento que recibe es farmacológico. Acude una vez al mes a consulta y ha estado ingresada en un par de ocasiones en la Unidad de Salud Mental del Hospital Carlos Haya -ahora Regional de Málaga-, pero es insuficiente. «La única solución que me dan es seguir medicándola o que la lleve a una clínica privada, pero yo no puedo permitírmelo económicamente», protesta esta madre, «harta»de ver «a tanta gente joven como mi hija esperando recibir una atención adecuada» .

Lo cierto es que en la comunidad andaluza faltan recursos en Salud Mental. Según los datos del Colegio Oficial de Psicología de Andalucía tan solo hay 3 psicólogos por cada 100.000 habitantes, una proporción que está por debajo de la media española, que es de 6 por cada 100.000, y a años luz de la europea, que se sitúa en 18. No obstante, la consejera de salud, Catalina García, se ha propuesto revertir la situación. Reconoce que es necesario dotar al sistema público de mayores recursos y se ha comprometido a impulsar la Salud Mental en esta legislatura. Tanto es así que en 2022 los tiempos de espera para acceder a una consulta de psicología desde Atención Primaria se han reducido significativamente: si a cierre de 2018 la demora media se situaba en 92 días, en el primer semestre de 2022 estaba en 63.

Karen siempre ha sido «un niña feliz, contenta, alegre», asegura su madre. Hasta hace tres años. Todo comenzó tras romper con su novio, en plena pandemia. «Empezó a beber muchísimo, se emborrachaba todos los días, íbamos a Urgencias casi a diario de los golpes que se daba, se llegó incluso a romper la nariz». El médico de cabecera le derivó al psicólogo, quien le diagnosticó una depresión severa y le recetó medicación. «Pero todo fue a peor. Al principio era ella quien manejaba las pastillas hasta que se tomó todas de golpe». Ese fue su primer intento de suicidio: «Dejó escrita una carta a la familia en la que nos decía que no quería vivir más, que solo quería acabar con el sufrimiento». Y desde entonces, Karen no ha parado de intentarlo. La última el mes pasado sin que su entorno pueda hacer nada. «Está en el hospital un par de días y vuelta a casa, nadie me ayuda», lamenta su madre. Ella pide que la ingresen en un centro para que reciba terapia y esté atendida. «Sé que ahora la única opción es llevarla a una clínica privada, pero no podemos pagarla», apostilla.

Como a Karen, el confinamiento ha provocado un aumento de trastornos mentales en la población, tal y como se aprecia en el número de consultas atendidas en las Unidades de Salud Mental Comunitarias (USMC) de la región. Según los datos de la Consejería de Salud, mientras que en el 2018 se atendieron 113.416 primeras consultas, en 2021 se efectuaron 134.076. Esta tendencia al alza se observa también en el 2022: en el primer semestre del año se registraron un total de 87.939.

Según el decano del Colegio Oficial de Psicología de Andalucía Occidental, José Tenorio, la pandemia y las consecuencias del confinamiento han venido a evidenciar carencias ya existentes, y ahora incrementadas, de asistencia psicológica en el sistema público sanitario como «la escasa o nula dotación de psicólogos en los centros de salud en Andalucía, que de solucionarse, contribuiría a atender a los menores en el primer nivel de atención sanitaria o a disminuir el exceso de consumo de psicofármacos en la población general, que ha aumentado hasta un 30%». Además desde la organización que dirige Tenorio piden aumentar las plazas PIR y la creación de la especialidad de Psicología clínica infanto-juvenil para dar respuesta a la situación actual de atención especializada.

Una unidad de salud mental solo para adolescentes

A finales de año, según previsiones de la Consejería de Salud, se pondrá en marcha la primera unidad de Salud Mental solo para adolescentes en el Hospital Militar de Sevilla. Se trata de un área completamente nueva e independiente en la que se habilitarán ocho camas y un control de enfermería propio, diferenciado de la zona de adultos. Las dependencias también incluyen salas comunitarias que se usarán para que los más jóvenes sigan recibiendo sus clases y puedan continuar con el programa académico.Otras estancias se usarán para terapia en grupo o de forma individual en boxes de consulta.