Sentencia

El hotel El Algarrobico regresa a la casilla de salida

El Tribunal Supremo rechaza demoler ya el complejo e insta al Ayuntamiento de Carboneras a revisar la licencia municipal. Greenpeace recurrirá al Constitucional

Una de las pancartas de Greenpeace en el Algarrobico para exigir su demolición
Una de las pancartas de Greenpeace en el Algarrobico para exigir su demoliciónlarazon

La gran mole de hormigón construida en la costa de Carboneras (Almería) sigue contemplando multitud de sentencias, impasible al enredo judicial que comenzó hace 15 años. El último pronunciamiento corresponde al Tribunal Supremo, que rechaza declarar nula la licencia de obras del hotel El Algarrobico e insta al Ayuntamiento de Carboneras a revisar la licencia municipal. En definitiva, el caso vuelve a la casilla de salida, por lo que la demolición del edificio de 21 plantas y 411 habitaciones continúa estando en el aire.

La sección quinta de la Sala de lo Contencioso-Administrativo ha adelantado la sentencia, cuyo texto íntegro se conocerá en los próximos días. Rechaza así el recurso impulsado por la organización ecologista Greenpeace y avala el pronunciamiento del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), que en julio de 2021 aceptó la revisión de oficio de la licencia.

En sus escritos de oposición al recurso de Greenpeace, el Ayuntamiento de Carboneras trasladó al Supremo que prescindir de la anulación de la licencia de obras «que ampara» el hotel y ordenar «directamente la demolición» es una «solución inadmisible», mientras que la promotora Azata del Sol señaló que la licencia es «firme» ya que, en su día, «en ningún caso fue impugnada» por la Junta de Andalucía, lo que «impide» que pueda ser declarada nula. «Dicho de otro modo, la demolición de lo edificado se opone frontalmente a la existencia de la licencia, como acto declarativo de derechos para el titular de la obra y que, tal y como indica la sentencia de instancia, supone un título jurídico válido que legitima las obras cuya demolición se pretende», trasladó el Ayuntamiento para solicitar la desestimación del recurso.

Por su parte, la promotora Azata del Sol argumentaba ante el Tribunal Supremo que el cauce es la revisión de oficio, ya que en este procedimiento hay que «invocar datos objetivos de contrastada verosimilitud y que hayan sido cometidos por la propia administración» que concedió la licencia, «no como ocurre –precisa– en el presente caso ya que el planeamiento general que dio cobertura a la licencia de edificación fue aprobado por la Junta, incluido el PORN de Cabo de Gata».

Cabe recordar que la promotora de El Algarrobico demandó al Ayuntamiento de Carboneras, a la Junta de Andalucía y al Gobierno central el pago conjunto y solidario de una indemnización de más de 70 millones de euros. La cifra incluía un cinco por ciento por daño moral según la tasación realizada por la sociedad Tinsa de acuerdo no solo al valor del suelo y de la edificación, sino también teniendo en cuenta el daño moral y material y el descrédito empresarial a la mercantil.

Mientras, el impacto medioambiental permanece y no se atisba tampoco la demandada demolición por parte de los colectivos ecologistas. El Gobierno y la Junta comenzaron a negociar el derribo del edificio y cómo se pagaría la factura, que podría ascender a 7,1 millones, pero después el TSJA consideraba que no se podía ejecutar la demolición al seguir viva la licencia de obras otorgada por el Ayuntamiento carbonero. Además, la constructora rechazó recibir 2,3 millones por los terrenos en un retracto de la administración andaluza avalado por la justicia.

Precisamente, Greenpeace anunció que recurrirá al Tribunal Constitucional la sentencia del Supremo. «La licencia de obras del hotel fue concedida utilizando métodos ilegales, como manipular los planos para poder construir el edificio en un espacio protegido e invadir los 100 primeros metros de la servidumbre de costas», aseguró la organización ecologista, recalcando que «recurrirá hasta el Tribunal de Estrasburgo si fuera necesario».