Arte
ARCO se abona al optimismo moderado
No se puede hablar de crisis, pero tampoco de euforia y ventas disparadas tras los dos primeros días de feria
Han transcurrido los dos primeros días de ARCO, y el balance provisional que realizan los expositores es de moderado optimismo. En un momento en el que el mercado del arte navega en la incertidumbre –no se puede hablar abiertamente de crisis, pero tampoco de euforia y ventas disparadas–, la feria madrileña parece estar salvando los muebles.
La artista Diana Larrea se mostraba sorprendida por el numeroso público que ha visitado los pabellones 7 y 9 de IFEMA durante las jornadas dedicadas a profesionales: «Nunca antes he visto esta afluencia». La pregunta es: ¿esta mayor presencia de visitantes se ha traducido, por el momento, en un número superior de ventas? Desde la galería napolitana Studio Trisorio, reconocen «que, pese a que había más público que nunca, el primer día no se cerró ninguna venta; se ha apalabrado alguna cosa, algún coleccionista ha mostrado interés pero no hay nada definitivo».
Por el contrario, para la Galería Alarcón Criado (Sevilla), «la feria ha empezado muy bien, con un público de mucha calidad». En términos muy parecidos se expresan desde la Galería Mira, de Madrid: «La feria va muy bien. Como galería española que somos, jugamos en casa en ARCO. En esta feria, hay mucho coleccionista sudamericano, que es uno de los nichos que más trabajamos».
En Espacio Mínimo, afirman que «en términos generales, esta edición va igual que las anteriores. El ritmo de ventas es semejante. No estamos en una coyuntura ni de locura ni de pánico por falta de interés. Tenemos dos obras importantes apalabradas para instituciones. Los procesos de compra son lentos. Existe una lista de deseos y luego un filtro. Las ventas de calado tardan en producirse».
La galería que, en este sentido, ha mostrado mayor satisfacción por el desarrollo de la feria ha sido la barcelonesa ADN: «Estamos contentos, la verdad. Ha sido un buen arranque de ARCO. Se han cerrado ventas. Para otras piezas estamos en conversaciones. Como normalmente en una feria no trabajas bien un solo día, se puede decir que, si has empezado bien, el resto va a seguir en la misma tónica. Esta mañana me paseaba por el pasillo A del pabellón 9 para pulsar con algunos compañeros cómo iba la feria, y ciertamente estaban bastante satisfechos. Entendemos por ello que esta tiene que ser una buena edición de ARCO. Nosotros hemos vendido obras, en otros, de Avelino Sala y de Julio Anaya. Tenemos un estand de doce artistas y, hasta el momento, hemos vendido de seis de ellos. Por lo que solo podemos mostrar orgullo por cómo van las cosas».
Nunca es positivo
Esta edición de ARCO ha tenido como principal novedad el cambio de fechas. La razón de ello ha sido el evitar que la feria coincidiera con la Semana Blanca, lo cual imposibilitaba que muchos coleccionistas –de vacaciones con su familia– pudieran acudir al evento. No obstante, este cambio ha conllevado que la convocatoria madrileña coincida con una de las mayores ferias del panorama internacional: la TEFAF de Maastricht. Preguntados a los expositores sobre si esta coincidencia puede afectar al ritmo de ventas, hay opiniones para todos los gustos. Para la galería ADN, es pronto para valorar los efectos del cambio de fechas.
Sobre Maastricht, opina que «son públicos diferentes. La TEFAF es más una feria de mercado secundario y de anticuarios, por lo que no creo que se hagan tanto daño». A este respecto, Luis Valverde, de Espacio Mínimo, refuerza esta opinión, afirmando que «los de ARCO y Maastricht son públicos distintos. Quienes van a Maastricht van en avión privado, por lo que acudirán a las dos ferias. En cualquier caso, no considero que Maastricht le vaya a quitar mercado a ARCO».
Desde la Galería Mira, se muestran más cautos a la hora de valorar la coincidencia de las dos ferias, y comentan que «nunca es positivo que se solapen eventos de esta magnitud. Siempre se agradece respetar la semana natural de la feria porque hay muchos coleccionistas que ya lo planifican de un año a otro y estos cambios le trastocan». Por lo percibido hasta el momento, la edición de ARCO de 2024 se desenvuelve por un territorio de seguridad y de resultados aceptables, que reproducen perfectamente la situación actual del mercado del arte: un sector cuyos números no conducen a una situación de euforia pero que tampoco manifiestan un «periodo valle» que pudiera hacer sonar las alarmas. Queda por delante todavía todo un fin de semana para que las obras apalabradas y el interés mostrado por muchas obras incline la balanza hacia el lado del optimismo o del pesimismo.
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