Falta de ejecución

Las elecciones alientan el debate sobre los fondos europeos

La Junta asegura que ya ha movilizado el 80 por ciento de la cantidad asignada

Carolina España y María Jesús Montero
Carolina España y María Jesús MonteroAgencia EFE

Hay un problema con los fondos europeos. El dinero ni llega a las empresas ni está sirviendo para recuperar la economía antes de la pandemia de la Covid19 y, lo que es más grave, no se atisba un cambio real del tejido productivo que permita afrontar el futuro con bases sólidas. Y el problema lo tiene España en su conjunto.

La reciente polémica entre el Gobierno de España y la Junta de Andalucía sobre esta cuestión hay que encuadrarla en la cercanía de las elecciones municipales de mayo. Ambas administraciones son plenamente conscientes de que los fondos europeos no se están desplegando con la rapidez necesaria. Desde el Ejecutivo autonómico, la consejera de Economía, Hacienda y Fondos Europeos, Carolina España, ha asegurado que Andalucía gestiona "al ritmo que marca el Gobierno central y está cumpliendo escrupulosamente con los hitos" y ha avisado de que "no se puede pretender que ejecutemos en un año los fondos programados para seis anualidades".

Y si la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, de campaña por Andalucía, reprochaba a la Junta su falta de diligencia, la consejera Carolina España hacía lo mismo y ha pedido al Gobierno de Pedro Sánchez que informe sobrelos fondos de tal naturaleza gestionados directamente por el Estado, los proyectos estratégicos para la recuperación y transformación económica (PERTE), sobre los que no hay "la más mínima información". De hecho, la Conferencia Sectorial del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que preside Montero, "no se reúne desde agosto de 2021".

Los datos de la Junta son distintos a los que maneja el Gobierno. Según España, Andalucía había "movilizado al cierre del pasado ejercicio el 81,37% de los fondos" europeos de recuperación asignados a Andalucía para las anualidades 2021 y 2022. Movilizar no es ejecutar y hasta que ese dinero no acaba en la economía real los efectos de esa inversión no se suelen notar. La responsabilidad de que los ritmos no se acorten, según lleva años asegurando la Junta, es el diseño impuesto por el Gobierno que es "poco flexible y lento".