Política

«España tiene que repensar la financiación de los ayuntamientos»

El alcalde de El Puerto de Santa María pide «justicia tributaria» para los municipios turísticos de costa

Germán Beardo, alcalde de El Puerto de Santa María (Cádiz)
Germán Beardo, alcalde de El Puerto de Santa María (Cádiz)La RazónLa Razón

Parte destacada de una de las provincias con mayores atractivos turísticos y mayor número de visitantes durante los meses de verano, El Puerto de Santa María, al igual que localidades vecinas como Rota, Chiclana de la Frontera, Chipiona o Conil de la Frontera (además de otras tantas del litoral andaluz y nacional), experimenta en dicha época un extraordinario incremento de su población.

Concretamente, El Puerto, localizada en la comarca de la Bahía de Cádiz, pasa de tener 90.000 habitantes a más del doble; sobre 200.000. Incremento que, como es lógico, precisa de un mayor esfuerzo de los servicios básicos que ofrece el ayuntamiento (limpieza, mantenimiento, seguridad, etc.) para no dañar las propias necesidades de los portuenses.

De ahí que su alcalde, el popular Germán Beardo, abandere la idea de que, en favor de la «justicia tributaria, España tiene que repensar cuál es el modelo de financiación de los ayuntamientos».

Reclamación que argumenta con una «razón muy sencilla». «Durante tres o cuatro meses al año hay un vaciado de la España interior, que se va a la costa. Por tanto, hay tres o cuatro meses al año en los que los impuestos de los ciudadanos de Madrid o Toledo, por poner dos ejemplos, no son necesarios para el cumplimiento del servicio público al cien por cien en esos municipios».

«Sin embargo –añade–, esa población que se viene a la costa no contribuye a los servicios públicos que necesita. En consecuencia, los ciudadanos de El Puerto de Santa María, que son 90.000, pagan un servicio durante 12 meses que es insuficiente en tres o cuatro meses por la referida casi triplicación de la población».

«De ahí que –subraya– en los últimos tiempos venga reclamando al poder legislativo y ejecutivo que haya una compensación a través de la PIE (Participación en los Ingresos del Estado). De manera que los tributos de la población interior sean compensados con un incremento en la PIE a las ciudades de costa que duplicamos, triplicamos, etc. nuestra población».

Aumento que, según resalta Germán Beardo, serviría para que «yo, precisamente, los contratos de limpieza, seguridad, parques y jardines, salvamento y socorrismo, etc. pueda dotarlos de mayor intensidad económica. Con la mayor cuantía en los meses en los que aquí vive más del doble de población».

Y es que, para el alcalde, «los portuenses no pueden solo pagar con el IBI de 90.000 personas los servicios públicos necesarios para 200.000». «Hablamos de algo que se entiende fácilmente, por lo que creo que el Estado, a través de sus Presupuestos Generales, del mecanismo de la PIE, debe hacer un esfuerzo de dotar a estas ciudades de costa de mayores cuantías. Solo de esa forma los contratos de servicios públicos podrán incrementar su rendimiento en esta época».

Para el regidor de El Puerto, «esto está en absoluta contraposición a lo que es la tasa turística». «Yo no veo mal que un hotel cobre tres euros al turista que viene. No obstante, en este caso, tanto para El Puerto como para Chipiona o Rota, por poner algunos ejemplos, sería insuficiente, ya que no somos ciudades de gran ocupación hotelera; somos de segunda residencia. De gente que viene a veranear y, por tanto, generan esas necesidades en base a eso que decía antes. Que existe una España que se vacía y otra que se llena».

Germán Beardo señala que «siempre que lo he comentado con algunos alcaldes del entorno les parece bien , pero muchas veces hablamos, prácticamente, al aire».

Por tanto, «de lo que tiene que ser consciente el Ministerio de Hacienda es que parece lógico que las ciudades que experimentan esta demanda de servicios públicos puedan devolverle a los ciudadanos que tributan durante todo el año los servicios públicos básicos a los que aspiran. Algo que no sucede ahora, ya que los ciudadanos portuenses en esa época ven depreciados sus impuestos por el servicio público que se presta».

«En definitiva, hablamos de justicia tributaria, porque el ciudadano de El Puerto espera con sus tributos obtener un rendimiento del servicio que le da el Ayuntamiento todos los meses del año».