Especial Verano

Las ocho playas de Málaga a las que no ha llegado la masificación

El litoral de la Costa del Sol, con 160 kilómetros de extensión, cuenta con rincones en los que es posible huir del ruido sin grandes aglomeraciones

La playa Punta Chullera, en Manilva, es una de las más bonitas de la Costa del Sol
La playa Punta Chullera, en Manilva, es una de las más bonitas de la Costa del SolLa Razón

La provincia de Málaga todavía esconde lugares donde, por desconocimiento o por las propias limitaciones del entorno, pasar un día de relax bajo acantilados, flanqueados por montañas y sin contaminación acústica es posible. Más allá de los monumentos y los municipios más conocidos, la Costa del Sol cuenta con calas que mantienen intactas sus características naturales: reducidas en extensión, resguardadas por la vegetación autóctona y en ocasiones con accesos que muestran algún que otro grado de dificultad, lo que hace que muchas personas decidan no visitarlas.

La mayoría se encuentran en la parte oriental, concretamente en el municipio de Nerja. Sin embargo, a lo largo de todo el litoral malagueño se esconden lugares idílicos y muy diferentes entre sí que permiten pasar de playas de piedra y grava a otras de arenas doradas en tan solo unos minutos en coche.

1. Cala Barranco de Maro

Cala Barranco de Maro
Cala Barranco de MaroLa Razón

Ubicada casi en el límite natural entre Málaga y Granada, dentro del paraje protegido de los acantilados de Maro-Cerro Gordo, es la cala de menor tamaño en la provincia, ya que apenas cuenta con 20 metros de longitud. Delimitada por un cañaveral que realza su carácter aislado, suele estar poco concurrida gracias a su difícil acceso y su pequeño tamaño. Su fondo de arena oscura y rocas ofrece excelentes condiciones para hacer snorkel o practicar deportes como paddle surf y kayak. Sus aguas cristalinas son de otro mundo y el gran aliciente para acudir a este enclave asalvajado pensado para los que priorizan la autenticidad sobre la comodidad. Está situada en la desembocadura del Barranco de Maro, a 2,5 kilómetros de Nerja y solo se puede acceder a ella a pie. Para llegar hay que superar el kilómetro 294 de la carretera N-340 en dirección Nerja-Almería. Justo antes de iniciar una curva, hay que tomar el desvío hacia la antigua carretera nacional. Después, tras recorrer aproximadamente 300 metros, se gira a la izquierda, antes de cruzar el puente, y se continúa por un camino que baja por el Barranco de Maro.

2. Cala el Cañuelo

Cala el Cañuelo
Cala el CañueloLa Razón

Es la cala más oriental de Málaga, también integrada en el entorno de los acantilados de Maro-Cerro Gordo. Su longitud aproximada de 400 metros y anchura de unos 70 metros la definen como un enclave de tamaño medio, mixto de arena y grava.

Gracias a la poca afluencia de personas durante todo el año, las aguas son cristalinas. No obstante, en verano si llega a tener una ocupación media, sobre todo los fines de semana. Como particularidad, el fondo marino de esta zona cuenta con el coral naranja, una especie endémica del mediterráneo y que está catalogada como vulnerable a la extinción. En este sentido, es indispensable no modificar nada del entorno y, si es posible, bucear con profesionales. Se puede acceder a ella en bus y a pie.

3. Cala de Maro

Cascada de Maro
Cascada de MaroLa Razón

Y sin abandonar Nerja, este reportaje no puede continuar sin mencionar la cala de Maro, que se encuentra en la pedanía del mismo nombre. Es una pequeña playa de aguas claras rodeada de cultivos y acantilados que la aíslan del bullicio. Es de las más conocidas de la zona y cuenta con diferentes servicios que hacen que visitar esta cala sea una experiencia muy cómoda. En contrapartida, el grado de ocupación es mayor, pero nada masificado entre semana. Se puede aparcar en los parkings habilitados en el núcleo de Maro y caminar unos 15-20 minutos hasta la cala. En temporada alta, también hay un servicio de autobús lanzadera que facilita el trayecto tanto a la ida como a la vuelta. Esta cala es, además, punto de partida para visitar la llamada «cascada de Maro», un salto de agua que, en realidad, no es una cascada natural sino una canalización de riego que llega al mar desde un acantilado. Aun así, el lugar tiene atractivo, especialmente si se llega por mar. En la misma playa es posible alquilar kayaks o tablas de paddle surf, lo que permite descubrir otras calas cercanas y acceder fácilmente a la zona de la cascada. En días de terral, el mar puede presentarse más agitado y menos transparente, por lo que es recomendable consultar las condiciones meteorológicas antes de planificar la ruta.

4. Playa de la Viborilla

Rompemos ahora con la zona oriental de Málaga, en la que además de las anteriores también se pueden visitar otras como la cala de la Doncella o la Playa de La Caleta, para adentrarnos en la parte occidental de la provincia. Entre ellas, destaca la playa de la Viborilla, en Benalmádena, ideal para quienes buscan una experiencia playera más relajada. Se trata de un conjunto de pequeñas calas, algunas nudistas, que se extienden a lo largo de 500 metros, flanqueadas por vegetación y alejadas del bullicio. Con apenas 30 metros de anchura, ofrece un entorno íntimo y natural, muy distinto al de las grandes playas urbanas. Además, su fondo marino, rico en fauna y vegetación, la convierte en uno de los puntos favoritos para el buceo recreativo de la zona.

5. Playa de Cabopino

Playa de Cabopino
Playa de CabopinoLa Razón

La playa de Cabopino–Artola, en Marbella, es un auténtico tesoro en la Costa del Sol, ya que cuenta con más de un kilómetro de arenas doradas y un cordón de dunas —muy poco comunes en Málaga— integradas en el Monumento Natural Dunas de Artola. Su envolvente paisaje de pinares y flora autóctona crea un escenario natural que es muy valorado por familias y amantes de las playas vírgenes. Asimismo, cuenta con tramos para practicar el nudismo y está catalogada como gayfriendly. Por ello, es ideal para ir en familia o con amigos y, aunque es bastante concurrida, siempre se puede encontrar un hueco para colocar la sombrilla. Muy bien conectada, con estacionamientos y parada de autobús, se trata de un oasis costero donde se une la sensación de comodidad con la inmersión en un entorno casi virgen, algo que también es poco habitual en esta parte.

6. Playa el Rincón del Sol

En el extremo más tranquilo de La Carihuela, lejos de las hamacas y terrazas, se encuentra la playa Rincón del Sol. Aunque forma parte del famoso litoral de Torremolinos, aquí el ritmo baja, el ambiente se relaja y el espacio se abre. Se trata de una pequeña franja de arena fina, bien cuidada, donde el sonido predominante es el del mar y las gaviotas, no el de la música de fondo. Este enclave, frecuentado a menudo por los vecinos que huyen de las zonas más saturadas, cuenta con un chiringuito y un ambiente distendido. Su valor añadido está en que ofrece una versión más calmada de La Carihuela, ideal para quienes buscan recargar pilas para seguir disfrutando después de una localidad que cuenta una gran cantidad de eventos durante todo el año, chiringuitos a pie de playa donde degustar la mejor gastronomía andaluza y los «tardeos» con música y DJ en directo, restaurantes de primer nivel y playas donde se pueden practicar todos los deportes acuáticos.

7. Playa Arroyo Vaquero

Playa Arroyo Vaquero
Playa Arroyo VaqueroLa Razón

Ancha, oscura y tranquila. Así es la playa de Arroyo Vaquero, a escasos ocho kilómetros del centro de Estepona. Lejos también del ruido y de la imagen saturada de algunos lugares durante la temporada estival, esta playa de arena negra mantiene una ocupación moderada incluso en pleno verano. Las rocas bajo el agua convierten el baño en el momento perfecto para bucear y conocer un fondo marino muy agradecido con buena visibilidad y vida suficiente como para repetir en otra ocasión. En uno de sus extremos, Costa Natura ocupa 400 metros de litoral nudista. Fue el primer complejo naturista oficial de España y todavía conserva ese aire de normalidad y respeto que buscaban sus impulsores en los años setenta.

8. Playa Punta Chullera

La playa Punta Chullera, en Manilva, es una de las más bonitas de la Costa del Sol
La playa Punta Chullera, en Manilva, es una de las más bonitas de la Costa del SolLa Razón

Manilva es uno de los municipios más tranquilos para pasar el verano en la Costa del Sol y punto de unión entre Málaga y el Campo de Gibraltar. Entre sus playas, la de Punta Chullera, situada en ese límite entre las provincias de Málaga y Cádiz, destaca por sus espectaculares formaciones rocosas que definen todo el paisaje. Grandes bloques de piedra emergen del mar y la arena, creando un entorno natural sin par que solo se puede encontrar en esta zona y que proporciona al que lo visite rincones íntimos alejados de cualquier tipo de masificación. Por su parte, el agua es clara y rica en vida marina, lo que la hace ideal para bucear y para practicar la pesca submarina.