Política
El pacto sanitario noquea al PSOE andaluz a las puertas del 28-M
Moreno da un golpe de fuerza en campaña con un acuerdo histórico con los sindicatos para la mejora de la atención primaria
El Gobierno de Juanma Moreno ha conseguido lo que parecía inalcanzable para un gobierno del PP en Andalucía: firmar con los sindicatos un gran pacto por la Atención Primaria. El acuerdo al que llegaron CC OO, UGT, CSIF Y SATSE la semana pasada fue refrendado ayer en la Mesa Sectorial de Salud, con el único voto en contra del Sindicato Médico Andaluz (SMA), que no ha querido sumarse, pese a la insistencia de la consejera de Salud, Catalina García. Desde el SMA alegan que el acuerdo es «un brindis al sol», pese a que recoge la mayoría de sus reivindicaciones, la más importante la de limitar las agendas de los médicos a 35 pacientes.
En todo caso el Pacto por la Atención Primaria es uno de los grandes éxitos del Ejecutivo de Moreno, que llega en el mejor momento, a las puertas de las elecciones municipales. Una campaña que los socialistas han querido centrar en la polémica ley de regadíos de Doñana, incluso extendiendo el debate a otras regiones.
Los tiempos, no obstante, estaban más que calculados por Moreno para que el pacto sanitario diera el golpe de timón definitivo. Así, mientras Pedro Sánchez aprueba hoy en el Consejo de Ministros la ayuda de 580 millones para la mejora y modernización de los centros de salud de las comunidades, el presidente andaluz ha tomado la delantera con un acuerdo histórico.
El Pacto por la Atención Primaria ha dejado noqueado al socialismo andaluz, que siempre se ha erigido como el partido de lo público. Desde que la pandemia de Covid empezó a relajarse gracias al efecto de la vacunación, el PSOE andaluz ha utilizado el asunto sanitario para desgastar al Gobierno de Juanma Moreno. Ha avivado las Mareas Blancas, ha forzado debates monográficos en el Parlamento llegando a aceptar la mano tendida de VOX y ha intentado vincular el PP con la sanidad privada repitiendo hasta le extenuación que lo que quiere Moreno, en realidad, es acabar con lo público. Ese mantra estuvo a un paso de calar cuando Salud aprobó a principios de marzo la nueva orden de tarificación que permitía, por primera vez, concertar consultas de atención primaria con la sanidad privada. Pero Juanma Moreno, consciente de que para llegar a un acuerdo con los sindicatos era necesario echar atrás esta nueva ley, reculó y ha sacado la atención primaria de esta orden.
También ha accedido a renovar a los 12.000 sanitarios contratados durante el Covid y a destinar el 25% del presupuesto del SAS a la Atención Primaria. En el paquete de 20 medidas del pacto, también se ha acordado reducir los cupos a 1.200 pacientes por médico; la incorporación de 400 administrativos a los centros de salud pare reducir la carga bucrocrática a los médicos; de otras 400 enfermeras comunitarias y otras 411 de enfermera escolar. Asimismo se ha aprobado incorporar nuevas profesiones al SAS como podólogos y fisioterapeutas; la formación de especialistas para realizar analíticas en los centros de salud así como para el manejo de la imagen para el diagnóstico. En el pacto también se ha aprobado equiparar salarialmente a los profesionales del 061 con los del SUAP.
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