Crisis migratoria

Sin plan B para los migrantes alojados en Chiclana desde noviembre

150 jóvenes trasladados desde Canarias deberán abandonar el centro de acogida sin tener donde ir. «No existe para ellos hoja de ruta», denuncian las oenegés

Un centenar de jóvenes migrantes del centro de acogida de Campano se manifiesta en Chiclana
Un centenar de jóvenes migrantes del centro de acogida de Campano se manifiesta en ChiclanaLa Razón

En torno a un centenar de migrantes del Centro de Acogida de Campano, en Chiclana de la Frontera, se manifestaron el viernes frente al Ayuntamiento de la localidad para protestar por las cartas que, según denuncian, han recibido muchos jóvenes (no concretan cuantos) para que abandonen dicha instalación en los próximos días. Jóvenes que, cabe recordar, comenzaron a llegar a dicho centro para aliviar la situación de colapso en la que se encontraban las instalaciones de acogida de Canarias.

«Según nos han trasladado estos jóvenes, les están mandando cartas para que abandonen el centro donde están acogidos», problema que, señalaba Amín Souissi, representante del área de migraciones de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía, «se ve agravado porque no tienen ningún lugar al que ir y porque, además, no les permiten hacer una solicitud de protección internacional».

Se trata de jóvenes con edades comprendidas entre los 18 y 22 años, que comenzaron a llegar a las instalaciones del centro de Campano, a las afueras de Chiclana de la Frontera, a partir del pasado mes de noviembre.

«Son chavales muy jóvenes. Son los que llegan a través de Canarias y después, por medio del Ministerio de Interior, los van ubicando en distintos puntos de la Península. Jóvenes que, como es el caso, no tienen a donde ir y para los que, como se comprueba ahora, no hay una hoja de ruta y seguimiento para que puedan ser acogidos en otros sitios; albergues o lugares en los que puedan trabajar».

Lo mismo, demandaba, «que se ha hecho con los ciudadanos de Ucrania, también se puede hacer con las personas de otros países. La única diferencia es que unos son rubios y otros son negros. Muchos de ellos también proceden de países en los que existen guerras o en los que son perseguidos por razones políticas».

Procedentes del continente africano, principalmente de Senegal, estos jóvenes están indocumentados –aseguran que «no se les ha tramitado absolutamente nada durante el tiempo que han estado aquí»–, por lo que «ahora quedan en una situación de total indefensión. Es más, una vez abandonen el centro y estén en las calles, según la Ley de Extranjería, los pueden expulsar».

Es por ello que desde la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía «solicitamos una salida que sea legal y digna; no tirarlos a las calles. Es absurdo y, con doscientas personas de un día para otro por las calles de Chiclana, se pueden dar reacciones que no queremos que ocurran». «Lo que no es normal es que, después haberlos acogidos en España, ahora no se le den soluciones y se les eche a la calle. Por eso vamos a dirigirnos al ministro de Interior para trasladarle este problema y a ver qué nos responde».

Crisis migratoria

Ante esta situación de crisis migratoria, los presidentes de Andalucía y Canarias, Juanma Moreno y Fernando Clavijo, se reunieron la semana pasada para exigir a Pedro Sánchez que asuma «su responsabilidad» ante la llegada de menores migrantes y que lleve a cabo las modificaciones legislativas necesarias, con un acuerdo entre comunidades, para que haya un reparto equitativo. Clavijo pidió al Gobierno que sea «igual de ágil y rápido» que en otros proyectos de ley como la amnistía y Moreno le emplazó a acordar una norma para distribuir «de forma proporcionada» a esos menores.