Literatura

El relato de Chaves Nogales sobre la Revolución rusa vuelve en su formato original

"El maestro Juan Martínez que estaba allí", publicada por entregas entre el 17 de marzo y el 15 de septiembre de 1934, se recupera en una edición facsímil

El periodista y escritor Manuel Chaves Nogales
El periodista y escritor Manuel Chaves NogalesArchivo

Hace 91 años, cuando la revolución soviética había deslumbrado a escritores como Valle-Inclán que afirmaban que "Rusia es el porvenir del mundo", el periodista Manuel Chaves Nogales la contó a través de los ojos de un artista flamenco que la vivió de cerca en un relato que ahora se publica en edición facsímil con las ilustraciones originales de la revista 'Estampa'.

"El maestro Juan Martínez que estaba allí" se publicó por entregas entre el 17 de marzo y el 15 de septiembre de 1934 con gran despliegue de fotografías, de documentos y con las ilustraciones de Rivero Gil, y ahora la andaluza editorial Confluencias ha reproducido en edición facsímil las 110 páginas en tamaño folio originalmente editadas por "Estampa".

"El triunfo del bolchevismo y la guerra civil en Rusia, vistos y vividos por un bailarín flamenco" fue el subtítulo que el semanario eligió para lo que clasificó como un "Folletín-reportaje" que daba testimonio directo, en primera persona, de los sucesos de Rusia mediante entregas que llevaban títulos tan sugerentes como "Lo que hice yo en Moscú durante los diez días que conmovieron al mundo" o "Así mataba la checa".

La profesora de Literatura María Isabel Cintas, biógrafa de Chaves Nogales y responsable de esta edición, a la que ha agregado una introducción y varias notas críticas, afirma del periodista sevillano que "como periodista, su bandera era la independencia de criterio" y que no se dejó arrastrar "por el corazón o las apetencias, o los giros vertiginosos de la historia".

El exilio y el olvido

La revista 'Estampa' anunció el reportaje por entregas de Chaves Nogales incidiendo en su "extraordinario interés de actualidad, porque dice claramente a los españoles cómo es una revolución social", o sea, sin ahorrarse, en palabras de Cintas, "sus millones de muertos y exiliados, sus líderes fanatizados, su miseria, su descontrol, su locura".

"Decir esto en la España de 1934, ser capaz de llamar a las cosas por su nombre -'asesinos rojos y asesinos blancos, todos asesinos'- le valió a Chaves el exilio y el olvido de unos y otros", según Cintas, quien resume la historia del maestro Juan Martínez:

"El 26 de junio de 1914, cuarenta días antes del comienzo de la Primera Guerra Mundial, salieron de Prís 'Los Martínez', pareja artística que iniciaba por Oriente una 'tourne' que los llevó desde Turquía a Bulgaria, Rumanía y Rusia, en una huida hacia adelante que no hizo más que precipitarlos en la zona conflictiva, ya que en Moscú tuvieron ocasión de bailar ante los zares, pero también se vieron atrapados en los avatares de la revolución bolchevique".

Chaves Nogales, en los primeros años treinta, se hallaba en París como corresponsal de 'Heraldo de Madrid' y se dedicó a recopilar información sobre los expatriados de la revolución rusa, a muchos de los cuales entrevistó para construir su largo reportaje "Lo que ha quedado del imperio de los zares".

Surrealistas y flamencos

El periodista, según su biógrafa, se vio atraído por los cabarets y los clubes nocturnos de Monmartre, donde según la prensa de la época se mezclaban "las danzas clásicas de los discípulos de Diaghilev a los pasos litúrgicos de los japoneses y los bailes populares nórdicos de la Balachova".

París y su barrio de Monmartre se convirtieron en "la sede de la flamenquería" porque allí se fueron los artistas españoles dando clases de su danza a las francesas y a las rusas emigradas, "deseosas de conocer y ejecutar los sensuales movimientos del baile flamenco", según Cintas.

Al París de entonces marcharon también, en busca de "dignidad y reconocimiento" para su arte, maestros como Vicente Escudero, considerado el vanguardista del flamenco; Antonia Mercé, la Argentina; y Miralles, 'Teresina' o 'La Joselito'.

Y en aquella ciudad en la que felizmente convivían los surrealistas, vanguardistas y dadaístas de media Europa con los maestros del flamenco españoles encontró Chaves Nogales a Juan Martínez, quien unos pocos años antes había sobrevivido de milagro a su aventura soviética y a quien le hizo contar todos los detalles para trasladarlos luego en primera persona.