Tribunales
Un joven que violó a su pareja y la maltrató durante dos años y medio logra un acuerdo para no acabar en la cárcel
La Fiscalía pedía inicialmente casi doce años de prisión. El acusado deberá asistir a cursos de perspectiva de género y libertad sexual y no acercarse a la víctima durante cuatro años
Sergio A.B. maltrató de forma habitual a su pareja, la insultó de casi todas las maneras posibles, la amenazó con matarla y quemar su cuerpo y en una ocasión llegó a agredirla sexualmente. Y ante el tribunal que lo ha juzgado este miércoles en Sevilla, Sergio A.B. ha reconocido estos hechos, por los que la Fiscalía reclamaba casi doce años de cárcel. Pero, sin embargo, la probabilidad de que no entre en prisión es muy alta. Es la consecuencia del acuerdo de conformidad alcanzado por su defensa con la acusación pública y la acusación particular ejercida por la víctima: una condena total de tres años y nueve meses de reclusión de la que se librará, si así lo confirman en la sentencia las tres juezas de la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Sevilla, en el caso de que cumpla unas determinadas condiciones. De momento, el Ministerio Público se ha mostrado favorable a la suspensión de la ejecución de la pena.
Esos requisitos para esquivar la cárcel pasan por abonar a su expareja una indemnización de 12.000 euros, que pensaba pagar hoy mismo, no acercarse ni comunicarse con ella durante cuatro años y asistir a distintos cursos de formación en igualdad de género y libertad sexual. También deberá realizar 360 días de trabajos en beneficio de la comunidad y además permanecerá diez años en libertad vigilada. Si no satisface esas exigencias o comete cualquier delito en los próximos cuatro años, entrará en prisión. Pero si las satisface, no.
La sentencia, que ha sido dictada de viva voz por la presidenta del tribunal en la misma sala, impone a Sergio A.B. dos años de cárcel por un delito de agresión sexual, nueve meses por un delito de maltrato habitual y un año por dos delitos de maltrato en el ámbito familiar. Como ninguno de ellos excede de los dos años, se salva del ingreso obligatorio en un centro penitenciario. Eso sí, por cada uno de los delitos, a los que se suma otro de vejaciones e injurias, se le imponen varias órdenes de alejamiento que en total suman casi cien años. La condena incluirá las atenuantes de reparación del daño (por pagar la indemnización), confesión (por reconocer los hechos en el juicio) y dilaciones indebidas (por la tardanza del proceso judicial), pero también la agravante de género, ya que todo lo que hizo fue para establecer una “pretendida superioridad” sobre ella por ser mujer.
Los hechos relatados por el fiscal, que han sido aceptados por el acusado para alcanzar el acuerdo, se produjeron durante los dos años y medio que duró su relación con la víctima. Ambos son jóvenes, de poco más de veinte años. Él, según la acusación, siempre mantuvo “una actitud de menosprecio continuo como vía para mantener una pretendida superioridad” que se reflejó en “un trato vejatorio tanto en público como en privado” y en “expresiones ofensivas e intimidatorias” como “asquerosa de mierda, chupaculos o fresca”.
En julio de 2016, en el domicilio particular de ella, en el barrio de Montequinto (Dos Hermanas), hubo una discusión y él “la cogió del cuello, la empujó, le dio patadas en la espalda” y a continuación “le dio un puñetazo” en un glúteo y le puso un cojín en la cara “durante un rato”.
El 17 de febrero de 2018, ambos estaban en las fiestas de Ubrique (Cádiz) cuando ella se encontró con un antiguo novio. Eso provocó otra discusión con Sergio A.B., que le dedicó varios insultos y después se la llevó a un portal donde “empezó a darle pellizcos por la espalda, la barriga y los brazos”. También le quitó la pintura del pintalabios y le escupió. Más tarde, como ella no quería volver a casa con él, “le dio un guantazo” y la amenazó con “reventarle la cabeza contra el portal”. “Te voy a matar, de esta no vas a salir viva”, le espetó.
Entre el 22 de diciembre de 2017 y el 16 de abril de 2018, el encausado mandó a su pareja distintos mensajes de Whatsapp, como “estarás rodeada de tíos, no vas a ver lo hijo de puta que puedo llegar a ser” o “esta por mi padre te la devuelvo” y criticaba sus “libertades” diciéndole que “eso es marcar el culo para que la gente te lo vea.
La agresión sexual, por último se produjo el 15 de abril de 2018 en el domicilio de la joven después de otra agresión y otra amenaza de muerte, esta vez con una vela de la mesita de noche y con un plato. “Le dijo que le iba a dar 42 veces en la cabeza” si no aceptaba tener el sexo que él pretendía tener. Tras violarla, la avisó de que “cuando la matara, iba a derramar su sangre, la enrollaría en una sábana y la metería en un armario para después quemar su cuerpo y enterrarlo en el campo”.